DISTANCIA

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Como nadador profesional su vida no dejaba de estar en constante movimiento, competencias en distintos países, viajes, no se podía decir que fuese infeliz, pero a veces sentía que le faltaba algo o más bien alguien, Haruka  no era de esas personas que les daba especial atención a su cumpleaños, pero al no tener ni un mensaje, o una llamada de su pareja lo estaba inquietando un poco, desde pequeños estuvieron juntos, en una extraña relación de dependencia mutua, una de las primeras pruebas de fuego  de su amistad fue en aquellos días de la preparatoria en las que  Haruka no sabía qué hacer con su futuro, todos tenían una idea clara de lo que debía hacer, todos menos él, su frustración se vio multiplicada cuando Makoto le hizo notar que no podía permanecer así, luego de esa “primera discusión” todo volvió a ser igual entre ellos. La mudanza a Tokio para que ambos comenzaran sus estudios, no supuso  un cambio drástico de rutina, Makoto seguía yendo por el para que ambos fuesen a la universidad ya que vivían uno al lado del otro, ni siquiera estudiaban en la misma universidad, muchos menos la misma carrera, pero esa rutina en esa época no fue quebrantada.

Fue en los inicios del semestre en los que ambos notaron un sentimiento aun mayor que la amistad surgir entre ellos, el detonante; los celos, Makoto se desquiciaba cada vez que veía alguna chica acercarse a Haruka por ser este un deportista destacado, notando de inmediato que tal vez lo que sentía por Haruka no era solo amistad, un beso fue robado casi sin pensar por el de ojos verdes, pero su sorpresa fue grande al sentir que Haruka enredaba sus manos en su cabello, al separarse, los ojos de Haruka brillaban como sólo lo hacían cuando veía el agua, estaba claro que sus sentimiento eran totalmente correspondidos, tal vez desde mucho antes.  

Comenzaron una relación de pareja, se conocían desde hace años, por lo que el cariño y el entendimiento mutuo no era algo que faltase, siguieron construyéndose a sí mismos, Haruka se unió al equipo nacional de Japón, al igual que Rin. Ambos participaban en varias competencias al año, todo con conseguirse clasificar para las olimpiadas. La distancia entre Makoto y Haru fue inevitable, los viajes de Haruka eran constantes y cuando llegaba  a casa no pasaban todas las horas de su tiempo juntos porque claro, el castaño también tenía un trabajo que cuidar, Makoto no se veía con el derecho a reclamar nada, era el futuro de su pareja, pero aun así la situación le entristecía a ambos, tras dos meses completamente separados querían verse, este sería el primer cumpleaños en el que Haruka la pasaría sin Makoto, trataba de no pensar en ello, pero cuando cumples años a veces son inevitables los momentos en los que piensas hacia dónde va  tu vida, ¿Makoto seguiría soportando esta situación? En la última llamada que habían tenido, ya hace cuatro días, Makoto le había dejado claro que su ausencia le estaba afectando, ¿que pasaría si algún día el castaño se aburría de él? o ¿se cansaba de no verle todos los días?, eso no era algo que pudiese soportar, la presencia de Makoto en su vida era algo que daba por sentado, tan egoísta como pudiese sonar.

Suspiró aún acostado en la cama del hotel en donde el equipo de natación junto a su entrenador se estaba alojando, finalmente salió de su cama,  entró al baño a ducharse y se vistió con sus usuales ropas deportivas. Estaban en Australia preparándose para una competencia que ocurriría dentro de una semana, volvió a sostener su teléfono ¿era muy tonto haber esperado una llamada o mensaje del castaño desde tempranas horas de la mañana, siendo que por cuatro días no se habían comunicado para nada?,  finalmente giró el picaporte de la puerta y fue a reunirse con su equipo en la piscina del hotel reservada para ellos.

En cuanto llego al recinto fue recibido por efusivos saludos de cumpleaños de sus compañeros de equipo y su entrenador  y prontamente fue abrazado por el dueño de una cabellera roja, Haruka respondió a todos los gestos de  felicitaciones mientras era observado de reojo por Rin.

― Haru, ¿ porque esa cara? pareciera que en vez de tu cumpleaños hubiese un funeral.

― Es la misma cara que tengo todos los días. ― le respondió Haruka con molestia.

HARU- DRABBLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora