Nuevos comienzos (SouHaru) Parte III

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¿Acaso Rin conocía a Haruka? o Haru, como prefería que lo llamaran, sí que era pequeño ese pueblo.

Sousuke conoció a Rin en la academia de policías en Tokio y se hicieron buenos amigos, al acabar los estudios este decidió volver a su pueblo natal mientras que Sousuke prefirió quedarse en Tokio; mas acción pensó, y así fue, había sido en una persecución detrás de unos traficantes de droga donde una bala le alcanzo el hombro derecho, después de su recuperación tuvo una larga rehabilitación y luego de ello su jefe decidió reasignarlo a Iwatobi para que descansara un poco del ritmo frenético de la gran ciudad, se sentía frustrado, extrañaba el ritmo de vida que llevaba.

Esa búsqueda de algo de adrenalina lo había llevado a ese bar recién inaugurado, algunas de las miradas se dirigieron a él, se sabía atractivo así que nunca había sido difícil conseguir a alguien a quien llevarse a la cama en lugares como esos, pero no estaba ahí para eso.

Barrió con la mirada el lugar y se topó con los ojos azules más hermosos que había visto hasta ahora y sin pensarlo mucho fue hacia él, tuvieron una charla bastante entretenida, el chico tenía cierta aura de misterio y delicadeza que le resulto atractiva, fue tanto su ensimismamiento que olvido por completo que estaba allí por una misión de reconocimiento. Llegaron informes de que unos traficantes querían comenzar a operar en ese sitio y como Sousuke conocía a muchos de ellos en Tokio se ofreció para la misión. Mientras descansaba del baile se puso alerta de nuevo y reconoció a uno de ellos, no estaba haciendo nada, pero el hecho de que estuviese ahí era lo suficientemente sospechoso, dejo a Haruka sin darle mayores explicaciones y se fue a seguir al tipo discretamente.

No sabía si era bueno o mala suerte que Rin también conociera a Haruka, le había insistido mucho en ir a esa pastelería, aunque sabía muy bien que Rin no era fanático de los dulces, llegó un poco más tarde de lo acordado y se topó con ellos hablando amenamente, había incluso un poco de coqueteo de parte de Rin.

Pensaba en contarle a Rin sobre su encuentro con Haruka la otra noche, pero ahora pensaba en ocultar esa información.

― Haru, es muy serio, no le gustan ese tipo de bromas comenzó Rin. Tenía razón, lo había notado molesto.

― En realidad la broma era para ti.

Rin se quedó callado, ¿acaso le gustaba Haruka? No tenía idea, pero tal vez se lo dijera por sí mismo, sin embargo, Sousuke no iba a preguntar.

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Fue un día muy tranquilo en el trabajo, ahora se encontraba haciendo algunas compras en un supermercado, frutas, verduras, víveres, todo lo necesario para pasar una semana.

Su mirada recorrió el lugar y se topó con un chico frente a la sección de pescadería del supermercado que seleccionaba algunos pescados con calma.

― Haru saludó escuetamente.

Haruka lo miro con sorpresa, no esperaba encontrárselo allí.

― Esta mañana no pudimos hablar, pero fue una suerte verte, tuve que hacer algo del trabajo y por eso me fui tan rápido ese día en el bar. ― Es bueno que ya sepa donde trabajas.

Haruka no contestó nada, así que continuo, ― Siento lo de esta mañana, quería jugarle una broma a Rin, pero creo que te incomode.

― ¿Se conocen desde hace mucho? ― pregunto Haruka curioso. Y Sousuke dio por entendido que todo estaba bien. Hablaron un rato de su trabajo mientras Haruka seguía escogiendo el pescado.

― ¿Eso es para tu local? ― pregunto al fin era una pastelería, pero como llevaba el nombre de Saba en él y servían también desayunos, no estaba de más preguntar.

― No, es para mí Sousuke considero que era una cantidad excesiva para una sola persona, pero no dijo nada.

Hicieron la fila para pagar y ya en la salida se despidieron pues iban en direcciones contrarias.

― Oye, ese día ni siquiera te pude pedir tu número de teléfono, se dónde trabajas, pero ¿te importaría? ― me gustaría que saliéramos, no conozco mucha gente en este pueblo.

Haruka asintió e intercambiaron números

― Nos vemos otro día, Haru se despidió mientras dejaba una ligera caricia en su espalada y una sonrisa galante.

Haruka se despidió también, aunque con algo de torpeza. Fue bueno haber ido a ese bar.

HARU- DRABBLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora