Vigésimo sexto.

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"La aventura se vive al límite, no importa cómo sea, siempre se viven al límite."

Un baile de disfraces, ¿a quién se le ocurría un baile de disfraces en estos días? Nada más a Gemma se le ocurría crear una fiesta de disfraces al estilo de la edad media, esos bailes en donde los reyes se encontraban en la cabecera y la gente seguía lo que parecía ser una perfecta coreografía y como era de esperarse, además de la temática de la edad media, la chica había decidido hacer como si Harry fuera el rey del sitio y él tendría que encontrar a su omega de entre la gente y a Louis lo volvería un simple muso del castillo. De verdad que Gemma estaba loca.

Louis se encontraba ayudando a todos con la decoración, pasando papeles de aquí y allá, arrelgando uno que otro disfraz que alguien no había podido terminar y se encargaba de cuidar de su pequeño bebé, el niño parecía fruncir su ceño cada vez que Louis se alejaba dos pasos de él y todos decían que el pequeño tenía una pequeña obsesión por su padre omega o como Louis a veces le gustaba que le dijeran, su mami.

— En serio, ¿Ese niño no puede estar lejos de ti?-. Gemma reía al ver a Louis cargando al bebé y éste posaba su cara en el pecho de su padre.

— Es culpa mía, muy pocas veces lo alejo de mí y todavía le doy de comer-. Mordió su labio al escuchar la risa de su amiga.

— Bien, lo siento, olvidaba que el bebé tiene apenas unos meses, ¡Pero ya perece niño grande!

— Eso es culpa de Harry-. Se encogió de hombros y besó el suave cabello rizado de su bebé.

— Sí, todos somos conscientes de que tu alfa es enorme Louis, no necesitamos imaginario.

— ¡Pero no dije nada!-. Gritó el omega indignado.

— Pero lo imaginaste, ahora, ayuda con esto-. Bufó y lo volvió a dejar al niño en su corral para terminar de ayudar.

Louis empezaba a burlarse de su amiga de forma secreta. Gemma parecía estresada en querer tener todo en orden y acomodado para el día de la fiesta, a pesar de que todavía como mínimo una semana, ambos se estaban preparando.

El castaño terminó de ayudar y escuchó a lo lejos el sonido de personas entrando a la sala y el aroma de su alfa se dejaba olfatear y como acto de magia el omega empezó a caminar hacia él con su pequeño en brazos.

— Espero que hayan tenido un divertido día ambos-. Louis sonreía al sentir a su alfa cerca y al fin irían a casa después de un largo día.

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El tiempo de espera para la fiesta ya había terminado y todas las personas invitadas se preparaban para la fiesta. Omegas, Betas y Alfas se vestían según lo encomendado. Los omegas irían con vestimentas de acuerdo a la casta que se les había asignado, los betas serían los encargados de ayudar a la gente a sus alrededores y los alfas serían los señores del lugar. Harry sería el rey en esta ocasión.

Louis ayudaba a Harry a arreglar su cabello ya que Gemma le había pedido que lo arreglara de la mejor forma posible y los disfraces estaban acomodados en la cama para colocárselos. Louis no quería saber de donde había sacado Gemma la corona que Harry usaría.

— Sigo pensando que esto es una tontería-. Harry gruñía por sentir su cabello ser peinado y jalado por su omega. Por lo menos sabía que Louis haría un buen trabajo en ello-. Además, te harán taparte la mordida ¡¿Por qué?! 

— Porque si no, sería trampa alfa-. El castaño golpeó el hombro del alfa con el cepillo en mano y éste simplemente soltó un suspiro.

— Voy a odiar esto de los roles de juego, espero que no se le vuelva a ocurrir nada como esto.

— A decir verdad, quiero disfrutarlo-. Harry vio a su omega feliz y eso fue lo único que le importa. Verlo sonreír.

Como era de esperarse, cuando ambos chicos llegaron al lugar una persona tomó a Harry de la mano para llevarlo hasta donde sería el sitio de espera del rey y Louis se quedaría a observar a las personas ya que él sólo sería una especie de aldeano que se había metido en la fiesta.

Louis estaba asombrado de todo lo que se había logrado en tan poco tiempo, las personas pasaban por allá y por acá con sus parejas, otros entregaban la comida para las personas y lo asombroso había sido el encontrar la vestimenta apropiada sin llegar a ser vulgar ni nada parecido. Louis sólo esperaba la llegada de Harry al sitio, su alfa se vería asombroso.

Después de un tiempo de espera, por fin el hombre encargado de anunciar al rey del sitio estaba dando el anuncio y el simple hecho de ver a Harry, de pie enfrente de todas esas personas con la vestimenta más preciosa del lugar y su mirada en alto hicieron que el omega de Louis gritara de emoción ya que él conocía de qué iría el rol.

Cada persona tendría que agarrar a alguien como pareja y por orden de Gemma se tuvieron que aprender un especie de danza en la cual el rey vería todos y con su simple mirada tendría que elegir a quien sería su omega para toda la vida y la emoción de Louis era palpable, ya que él tendría que bailar con Liam, un alfa de buen porte y que además, era el encargado de bailar con Louis.

— ¿Listo para bailar?-. La música ya había sido puesta y Louis extendió su mano hacía Liam y fueron al centro del lugar para comenzar a danzar.

Harry veía con ojo critico a cada persona del lugar pero su alfa le exigía acercarse a su pequeño omega que bailaba con ese alfa de cabellos castaños, que aunque le conociese, no le gustaba el simple hecho de tener a su omega en sus brazos y eso es lo que el rizado haría. Ya había esperado el tiempo suficiente como para poder acercarse a Louis.

Detuvo la música con un movimiento de manos y la gente se fue abriendo para que el "rey" fuera a por su próximo príncipe y su omega. 

Harry hizo una reverencia al estar cerca del omega y extendió su mano hacía éste.

— ¿Me permitirías ésta pieza?-. Louis asintió y tomó su mano para comenzar la danza.

A pesar de que la gente sabía que aquello era un simple baile de mentira, la atmósfera y la música lograban que la gente prestara suficiente atención a la pareja en el centro de la pista. Ese omega y alfa que se veían a los ojos con una intensidad que muchos esperarían para obtener sus parejas. Con ese amor y esa pasión que ellos desprendían.

30 Reglas De Boxeo | Larry StylinsonWhere stories live. Discover now