30 Reglas De Boxeo | Larry Stylinson

Décima octava.

"Porque te amo a pesar de las dificultades que se pongan en los caminos que recorremos, porque sabemos salir adelante sin importarnos el dónde, el por qué y el cuando."

Cada mañana era una enseñanza nueva para la pareja, ambos convivían en paz y sintonía, descubrían nuevas cosas el uno del otro y ellos vivían felices.

Ese día habían decidido viajar a un pequeño campo a las afueras de la ciudad, el sitio era lindo y Louis deseaba que Harry se alejara un tiempo del boxeo. A decir verdad, al rizado le iba mejor de lo que ambos alguna vez creyeron, podían vivir a base del dinero de las peleas e incluso podían guardar un poco para el pequeño bebé que venía en camino. Louis daba gracias a que quedó embarazado por segunda vez cuando su hijo mayor ya tenía sus casi tres años de edad.

— ¿Están seguros de que quieren llevar a Jeffrey? Sabes que puedo cuidarlo, Louis-. El castaño sonreía al ver a la madre de su alfa tan desesperada.

— La idea es que tengamos un momento tranquilo en familia Anne, pero gracias por la oferta-. La omega sonrió y dejó un beso en la cabeza de su nieto que se encontraba en brazos del chico.

— Está bien, pero tengan cuidado que tú no debes hacer muchos esfuerzos-. Con una sonrisa negó.

— No te preocupes, el alfa de Harry está como loco al saber que me dejó en espera otra vez-. En ese momento el nombrado salía de la casa con dos maletas en las manos.

— Sí, es el orgullo de su alfa al saber que su omega tiene a su hijo-. Anne veía a su hijo subir las cosas al auto y le regaló una sonrisa. Su cachorro era todo un hombre de familia.

— ¿De qué tanto hablan ustedes dos?-. No pudo evitar abrazar a su omega de la cintura. Su alfa se sentía demasiado orgulloso al saber que Louis esperaba a su segundo cachorro, a pesar de todo intentaba que no se notara tanto.

— Nada importante, hijo-. La mujer dejó un beso en el cabello de su hijo y una sonrisa-. Cuida de Louis y de mis nietos, Harold.

— Lo haré, mamá-. Sonrió y besó su sien. Ambos chicos entraron al auto. Louis con su hijo en brazos y Harry de conductor.

— Se pegó a ti como una pulga, Lou-. Harry reía al ver a su hijo pegado al pecho del omega. Cuando ambos se enteraron del embarazo del castaño fue por culpa de su hijo, el pequeño no se quitaba del pecho de su padre omega.

— Bueno, puedo culparte por dejarme en estado otra vez-. Sin poder ocultarlo una sonrisa de orgullo se formó en los labios del rizado y Louis sólo pudo rodar los ojos.

El campo al que iban era más que nada un pequeño bosque que era privado, Louis había logrado que su padre le separara una semana entera en el lugar y se sentía demasiado bien el poder respirar aire fresco, libre de los contaminantes de la ciudad y además era saludable para su cuerpo y su bebé.

Al llegar a la cabaña, Louis fue con su hijo intentando caminar hacia el lago del lugar. Era el sitio más tranquilo que conocía y se sentía en paz al estar con Harry.

 —Vamos a darnos un baño, bebé-. Besó la cabeza de su hijo y fue directo a la cabaña a cambiar su ropa y la del pequeño.

Saliendo, Louis fue al lago, lo agradable era que el agua estaba en una temperatura adecuada para meterse, ni fría ni caliente y eso le gustaba, no tendría que ver a su hijo llorando por fiebre.

Ya dentro, Louis comenzó a caminar hasta donde el agua le llegaba al pecho y su hijo se aferraba a su cuello. Él simplemente reía al ver a su niño querer salir del agua y un fuerte chillido dejó salir cuando Louis mojó su carita.

— ¿Qué te hace tu padre, Jef?-. Harry se acercaba a ellos con paso tranquilo y una sonrisa en su rostro. Louis frunció el ceño al ver que el agua a Harry apenas y le tapaba el torso.

— Solo le mojé la cara para que no enfermara, estamos bien-. El alfa asintió y abrazó a Louis por la espalda, dejó sus brazos debajo de los del omega y las posó en la ligera redondez del chico.

— Ya quiero verle crecer-. Dejaba besos en el cuello del chico haciéndolo reír.

— Debes esperar, apenas poco tiempo Hazz-. Se volteó para dejar un beso en los labios del rizado-. El tiempo pasa rápido, amor.

— Lo sé, eso lo sé.

Tras darse una buena ducha y Harry encender la chimenea de la casa, decidieron sentarse enfrente para disfrutar del calor y la comodidad que el fuego les daba.

Louis sentía que la vida le daba todo aquello que alguna vez deseó, le daba un amor eterno junto a su pequeña familia y podía sentir el amor que Harry irradiaba por él, ese instinto de posesividad y cariño que su alfa sentía por él, se sentía relajado, en paz con todo su alrededor.

Cerró los ojos con la imagen de su alfa cargando a su bebé y él en su pecho.

Harry bajó la mirada al chico en sus brazos y una sonrisa de enamorado se plasmó en su rostro, su niño, su pequeño omega era fuerte y lo adoraba por ello, era su vida y su fortaleza, era aquello que le daba las ganas de vivir cada día y no lo dejaría, no desataría un horrible sentimiento de soledad en su pequeño pues él le era todo.

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Sólo me queda decir que lamento el que éste capítulo haya quedado más corto de lo normal pero que espero que de igual forma lo disfruten.

Siempre con amor. 

D.S.