Décima.

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Perdemos personas a la velocidad que ganamos a otras.

- ¡Es una desgracia! ¡No permitiré a un niño omega en mi institución!-. Y con esas palabras, el alfa salió a abrazar a un pequeño niño que lloraba de manera descontrolada, todo por haber nacido como un omega.

- No pasa nada, Lou, encontraremos otra escuela en donde te acepten cariño-. El pequeño castaño negaba de forma rápida en el pecho de su padre. ¿Por qué en tres escuelas le negaban la entrada? ¿Acaso el que un omega era tan malo? ¿Sólo por eso no le permitían entrar y conocer a más niños? No lo entendía y para desgracia del menor se sentía peor cada día. 


Él sólo veía como su padre peleaba cada día por querer meterlo a una simple escuela pero ¿Tan malo había sido el ser omega? Él veía a muchas niñas bonitas y eran omegas, ellas pasaban a su lado siendo felices y él sufría de discriminación hacia su forma de ser, incluso una vez un niño le había dicho que su padre estaría avergonzado de que fuera omega pero su papá siempre le dejaba en claro lo orgulloso que estaba de sus logros, si era así ¿por qué los niños que él consideraba sus amigos le decían cosas tan feas?

Después de salir se esa escuela, su padre lo dejó sentado en el auto para conducir directo a casa, donde su madre los esperaría con la comida hecha.

Llegaron a casa y Louis no desaprovechó la oportunidad de ir a jugar al patio trasero mientras sus padres platicaban entre ellos sobre el asunto de su pequeño hijo omega.

— ¿De nuevo negaron su entrada?-. La mujer veía a su pequeño jugar feliz de la vida, sin entender las razones de la gente.

— Creo que tendremos que ponerle en clases particulares, Jay, no quiero verlo sufrir más por culpa de unos niños, es mi hijo después de todo-. La omega asintió a las palabras de su esposo. Ella tampoco disfrutaba de ver a sus niños siendo discriminado por otros que él consideraba amigos.

— Es buena idea, así podremos ver su avance aquí en casa.

Dos semanas después el pequeño castaño había comenzado las clases con una señora beta, ella era muy amable con el niño, sabia la razón por la cual sus padres no lo tenían en una escuela normal como los demás niños pero era mejor.

Actualidad (mañana antes de conocer a Harry):

Louis corría por los pasillos de la universidad, su última clase se había adelantado y si no fuera porque su mejor amigo le había avisado que el maestro había llegado antes de lo pensado, él seguiría durmiendo en la banca del árbol.

— Joven Tomlinson, sabe perfectamente que odio los retrasos-. El omega sonrojado asintió y fue directo a su asiento junto a Niall, el mejor beta que había conocido (aparte de su vieja maestra)

Louis había dejado de estudiar en casa desde que había cumplido edad necesaria para protegerse por sí mismo, además le daba gracias a las clases de defensa personal que su padre le había hecho entrar. Actualmente era el omega más respetado de la escuela.

— Da gracias a que pude mandarte el mensaje a tiempo, Louis-. El castaño vio a su rubio amigo sonreír. Le debía su vida a Niall y él a Louis, juntos habían salido adelante.

— Lo sé, aparte de que debo salir libre de aquí, mi padre quiere que vaya a visitarlo a la escuela de box, me quiere meter a entrenar para que no "acabe con mi fuerza"-. Rodando los ojos y riendo, ambos chicos decidieron poner atención en clases, aunque no pareciera ambos eran los más aplicados y querían seguir así.

Una hora después de clases, ambos se dirigían al auto del castaño, primero iría a dejar a su rubio amigo a su casa y después iría a con su padre que aunque la idea le parecía algo loca no negaría que le gustaría ir al sitio.

— Espero que tengas suerte en esas clases de boxeo, a ver si encuentras a algún sexy alfa por ahí-. Louis le dio un golpe amistoso a su amigo.

— No negaré que quiero ir a ver a los alfas del lugar, pero primero tendré que dejar en claro mi lugar allí, no soy un omega fácil y lo sabes.

— Tus puños de acero me lo han dejado en claro, Lou, no te preocupes-. Despidiéndose, Louis empezó a conducir directo al local de boxeo, debía darse prisa si quería que su padre no le regañara por ser impuntual.

— Buenas tardes, Cloe-. Louis saludo a la beta de la recepción con una sonrisa y ella simplemente asintió.

— Buenas tardes joven Tomlinson, su padre le espera adentro-. Asintió y fue por donde la beta le había dicho. Suspirando, Louis se encontró con el fuerte aroma a alfas. Era cierto que podía controlar su omega pero las feromonas tan fuertes y mezcladas con adrenalina era lo peor para él y principalmente para su omega.

Llegó con su padre y se lo encontró platicando con el entrenador del lugar. El hombre era el más responsable y era un tío para Louis ya que él fue el que le enseñó casi todo lo que sabía sobre defenderse de alfas o betas, incluso de omegas que intentabas pasarse con él.

- ¡Pero mira quien está aquí! Mi bello muchacho que llega tarde, da gracias aque eres hijo de Mark-. Con un abrazo de oso los tres hombres se pusieron a platicar aunque Louis en realidad no prestaba mucha atención a sus palabras mucho menos en el momento en que lo vio.

Ese alfa de espalda ancha, piernas perfectamente alineadas, sus puños golpeando ese saco que estaba colgado en frente suyo y ese fuerte aroma a alfa, protección y seguridad era lo que tenían a Louis concentrado viendo al joven chico y a su omega chillando de la emoción por querer acercarse y que lo tomara entre sus brazos, lo cargara y lo empotrara contra la pared... tarde se dio cuenta que sus pensamientos se estaban saliendo de su cuerpo al distinguir su aroma a excitación y a su padre con una ceja alzada jugando con él.

- ¿Acaso Styles te atrajo la atención, Lou?-. Por más que el entrenador fuera como su familiar, el hecho de que se burlara de él así lo hacía sentirse como un omega adolescente incapaz de controlarse.

- E-ese no es su asunto-. A lo lejos pudo distinguir el aroma del alfa al acercarse hasta ellos y con un olfateo disimulado pudo saber que el chico estaba justo a su lado.

- He terminado entrenador-. El hombre nombrado asintió y le dijo que podría retirarse pero en lugar de hacer eso, Harry vio al pequeño omega a su lado y su alfa gruñó al distinguir su pequeño toque de excitación que le recorría el cuerpo; no era su celo pero podía distinguirlo de todas formas.

- ¿Cómo te llamas?-. Directo y fácil Harry le preguntó al castaño el cual lo veía sonrojado.

- L-Louis-. Carraspeo. Bien, eso era ridículo-. ¿Y tú?

- Harry, gusto conocerte-. Y sonrió, matando al omega interno de Louis al ver sus marcados pero perfectos hoyuelos en sus mejillas.

- Es bueno ver que se lleven de maravilla, Styles, te toca entrenar con él-. Dejándoles sorprendidos a los dos muchachos Louis no desaprovechó la oportunidad para darle un merecido golpe al rizado. Después de todo, débil y frágil, no eran palabras que describieran a ese joven muchacho de ojos azules.

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Sé que tardé más de lo normal pero regresé e intentaré hacer más capítulos. Si las cosas se les llegan a hacer confusas, pueden preguntarme lo que quieran xd

¡Disfruten!

30 Reglas De Boxeo | Larry StylinsonKde žijí příběhy. Začni objevovat