Wonderful Storm ➳ M.Y.G;BTS

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Seolhyun abrió los ojos con pesadez al sentir la luz del sol entrar por su ventana. Primero un ojo y luego el otro.

Se sentó y se estiró dando un bostezo.

De pronto un Hoseok apurado llamó su puerta.

-Enana corre, ya vas muy tarde al instituto.- dijo tocando su puerta repetidas veces.

Seolhyun miró su reloj y saltó disparada de la cama. Eran las 9 y ella entraba al instituto a las 8.

-¡No me jodas!- gritó tomando sus cosas para ducharse.

Se dio la ducha más rápida de su vida y fue directo a cambiarse. Terminó de ponerse todo su uniforme, cepilló su cabello rápidamente y tomó su mochila para después colocársela en la espalda.

Bajo corriendo las escaleras, fue directamente a la cocina y tomo un puño de cereal. Salió de esta con el cereal en la mano y se encontró a sus dos hermanos muriendo de la risa en el sofá de la sala.

-¿Qué es tan gracioso cabezas de chorlito? ¡Rápido o tomaré el bus!- dijo Seolhyun desesperada.

-¡Tú, pero que estás ya de vacaciones!- dijo Namjoon recargándose en el hombro del hermano para reír.

-Debiste haber visto tu cara de mono asustado- dijo Hoseok dando sonoras carcajadas.

Seolhyun comenzó a reír y de pronto terminó esa risa terminó, cambiando drásticamente su rostro a uno enfurecido.

Lanzó el cereal que tenía en la mano a sus hermanos y comenzó a atacarles. Ahora los de la cara de mono asustado eran ellos.

-Par de idiotas.- comezó a decir Seolhyun.- ¡Cómo es posible que seamos familia!- dijo la chica golpeando a sus hermanos ahora con una sonrisa en su rostro.

Los golpes pararon y los tres solo tenían una sonrisa. Namjoon recogió el cereal que su hermana había tirado.

-Oigan, basuras, ya que no tengo instituto, saldré y... bueno solo quería avisar.- dijo Seol subiendo a su habitación.

-¿A dónde y con quién?- preguntó Hoseok

-Vamos, ya no tengo 5 años.- dijo Seolhyun, sabía que si decía que iría a ver a Yoongi sus hermanos preguntarían.

Hoseok suspiró.-Está bien, solo no llegues muy tarde enana.- dijo.-  Nosotros iremos a la empresa por unas horas, por si llegas y no estamos.

-Lo sé, lo sé. Está bien- dijo Seolhyun escondiendo una sonrisilla mientras entraba a su habitación y dejaba su mochila.

Sus hermanos trabajaban en una compañía de música. Solo eran unas cuantas horas.

Músicos y corredores. Definitivamente Seolhyun amaba a sus hermanos.

Ella marcó un número sentada en su cama y espero una respuesta del otro lado.

-¿Hola?- preguntó una voz.

-Hola anciano.- dijo Seolhyun sonriendo

-Dios, ¿por qué ya no existe el respeto?- respondió Jin también riendo.- ¿Qué pasa pequeña?

-Bueno, quería saber si podías darme una dirección, pero, Jin, que esto quede entre tú y yo, prometo después explicarte.-

Hablaron y Jin le dio lo que pedía además de prometerle que guardaría el secreto.

Aproximadamente a las 3 de la tarde Seolhyun se alistó para irse.

Había comido, y se había cambiado. Iría a ver al rubio.

Bajó y se despidió de sus hermanos, le dijeron que no llegara muy tarde y cualquier cosa llamara. Ella asintió sonriendo.

Salió en busca de la casa de aquel chico, recordó la esquina donde lo perdió de vista la primera vez que le habló y siguió esa dirección junto con las instrucciones que le había dado Jin.

Después de unos minutos de camino, llegó a un edificio de apartamentos en un barrio que le daba un poquito de mala espina. Tal vez porque ya estaba oscureciendo.

Subió al tercer piso y fue en busca del apartamento de Yoongi.

Cuando llegó se dio cuenta de que la puerta estaba entre abierta, le dio un leve empujoncito para poder ver hacia adentro.

-¿Min?- preguntó en un susurro, asomando su cabeza.

Estaba dispuesta a entrar pero lo pensó bien y tal vez el chico se molestaba si entraba sin permiso.

Cuando se echó hacia atrás chocó con un torso y entonces un aroma que conocía bien llegó a ella.

-¿Qué haces aquí?-

La chica se sorprendió al ver al chico con un nuevo color de cabello, ya no era rubio, pero no podía mentir, le encantaba como le lucía el color negro.

-Me gusta tu cabello.- dijo ella con una ligera sonrisa.

Él no respondió, solo la pasó de largo y entro a su apartamento.

La chica volteó a verlo cuando no escuchó la puerta cerrarse. El chico había dejado la puerta abierta y ella se lo tomó como un "Adelante, pasa."

Entró, cerró la puerta, se quitó sus vans y admiró su pequeño hogar, en la diminuta cocina había solo un par de trastes limpios. Un baño y en el cuarto donde dormía solo había un colchón sobre una pequeña base de cama, una lámpara, un pequeño armario, unos cuantos libros, una mesita, un televisor y algo que llamó la atención de Seolhyun al instante. Había un piano.

Era un piano vertical de madera ya algo gastada.

Seolhyun no quiso preguntar.

Miró por la ventana del cuarto. Se podía apreciar un gran letrero neón y unos cuantos junto con otros edificios de aquel lugar.

-¿Qué haces aquí?- Seol sintió como su piel se erizó al sentir la voz de Él tan cerca de su oído.