Capítulo 10

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- Kido..- Esa voz.. - Eres un peligro para nosotros.. Y por el bien de los habitantes de Heiwa, Quedas oficialmente Exiliada de Heiwa hasta el fin de los tiempos.. Eres libre..

- Inari-sama...- eso es lo único que recuerdo... Jamas lograré olvidar aquella mirada de decepción...

 Jamas lograré olvidar aquella mirada de decepción

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-¿Kido estas bien? - esto es muy relajante.. abri lentamente mis ojos esperando a que estos se ajustaran a la luz del interior, me sentía realmente bien al sentir una suave caricia en mi cabeza, nuevamente cerré ambos ojos e intente acomodarme mejor y re- acurrucarme entre las piernas que sostenía mi cabeza.. Esperen un momento.. ¿Eh?.. ¿¡Eh?!

- ¿¡Karlheinz?! - grite al mismo tiempo que me reincorporaba de golpe al darme cuenta de la situación en la que estaba: Yo recostada sobre las piernas de karl mientras que este acariciaba mis cabellos con suavidad.

No te sonrojes idiota..

- ¿Estas mejor Cariño? - pregunto mirándome a los ojos junto a una sonrisa llena de amabilidad.. - ¿Kido?

- Lo siento.. - Balbuce sin apartar la mirada - ¿Que ocurrió?

- Regrese de la reunión con el Clan Serpiente y cuando regrese, te encontre en recostada en el suelo.. Supuse que estabas dormida pero al intentar recostarte sobre el futon note que estabas ardiendo en fiebre..- Explico el sin dejar de acariciar mis cabellos. - Kido.. ¿Quien es Inari..?

-... Y-Yo.. - cerré mis ojos por un momento, tan sólo hablar de Inari-Sama.. Me repugna.. - Es alguien que con el tiempo falleció entre los recuerdos... Por favor Karl no lo nombres mas..

- Como tu quieras.. - murmuro dejando caer su brazo derecho cerca de mi rostro dejando al descubierto una herida aparentemente profunda y sangrando, envuelta en una venda mal puesta. Alarmada me levante de donde estaba anteriormente, girandome hasta finalmente quedar frente a el.

Pude notar algunos rasguños en su rostro y parte de su cuello y brazos.. Señal que tubo una pelea recientemente, eran leves y casi no visibles ala vista. Con cuidado tome su rostro entre mis manos y seguí examinando con mas detalle.

- ¿Que ocurre kido? - decidí ignorar la pregunta de karl y continúe investigando.

-Karl.. Quitate la camisa.. - el mencionado me miro algo sorprendido y por un momento logre distinguir un ligero tono rosado entre su blanquecina piel y con vergüenza retiro una parte de su camisa blanca. Pude notar un par de colmillos cerca de hombro.. Claramente no era ninguna marca de vampiro sino una marca de picadura de serpiente, de esta brotaba un poco de sangre mezclada con un liquido amarillo. Acerque mi rostro para poder olfatear la herida.. - Veneno..

- ¿Eh? -

- Karl.. ¿Que sucedió? - el susodicho desvío un poco su mirada hacia el jardín, era mas que evidente que estaba evadiendo mi pregunta. Tome nuevamente su rostro entre mis manos y lo hice voltear a verme a los ojos. - Quiero una respuesta.

- Je.. Tuvimos un "ligero" desacuerdo.. - contesto sonriendo despreocupada mente. Como odiaba y amaba eso.

- ¿De tal manera que el propio rey del clan Serpiente inyecto en ti este veneno? - karlheinz se sorprendió ligeramente - Quedate quieto. - asintió.

Con mucha delicadeza retire la venta que cubría la herida. Esta estaba ligeramente inflamada y algo morada gracias el que veneno estaba haciendo su trabajo. «Aquí vamos.. » pensé. Abrí mi boca y con suma suavidad Lamí la herida.. Al ser un ser "Sagrado" mi propia saliva tenía propiedades curativas, podía sanar cualquier herida de cualquier gravedad haciendo que estas dañaran de inmediato y en el caso de karlheinz además de que la herida se cerraría también se eliminaría las toxinas del veneno y los tejidos que hallan sido afectados y/o dañados se regenerarian inmediatamente.

- K-Kido.. Ugh..- karl había dicho mi nombre seguido de un profundo gruñido. Era normal. Es decir mi saliva - Por mas desagradable que suene - soltaba algunas toxinas que lo que hacían era que perdiera la sensibilidad del área afectada y dar una sensación de alivio mientras esta se regeneraba. Y lo del placer funcionaba como una fuerte distracción aunque curiosamente eso solo funcionaba con los dioses y seres de Heiwa y otras "criaturas de la noche" como los vampiros. ¿Gracioso no?

Dejé de lamer la herida al ya no oler mas rastros de veneno en la sangre de karlheinz. - Ya esta mejor..- dije mientras me acomodaba nuevamente a su lado sin poder dirigirle la mirada - el veneno en tu sangre ha sido eliminado por completo por lo tanto ya no presentara un peligro y sobre la herida en tu hombro, descuida esta cerrará en unos minutos. - karlheinz asintió.

Me gire un poco para poder observarlo.. El estaba sonrojado ¡Sonrojado! El suave tono carmín apenas y teñian sus pálidas mejillas, karlheinz tenia una rara expresión que jamas había visto en el.. - ¿Pasa algo? - no contesto.

«Seguramente esta enojado por ni gran imprudencia...» baje la mirada con desilusión pero de improvisto karlheinz tomo con firmeza mi brazo y jalo de el, atrayendome hacia el.. Su suave respiración me relajaba, de alguna u otra forma me hacia sentir protegida y segura.. Como si estuviera en casa.

Que ridiculez..

- Kido yo.. - Karlheinz iba a decir algo pero una aguda voz lo interrumpió. Era aquella misma chica rubia y ojos castaños de la otra vez, esta corría hacia nosotros con temor y desesperación - ¿Merry?

- K-Karlheinz-sama.. - hablo con la respiración entre cortadamente - Karlheinz-sama.. C-cazadores.. ¡Han invadido la mansión!

- ¿Eh? - murmuró sorprendido - ¡Maldicion!.. Llama a...

- Dejamelo a mi - exclame lo suficiente mente alto como para que ambos me escucharan. Karlheinz parecía meditarlo hasta que finalmente asintió. - ¡Valkie, Dalkie, Malkie! -

Esta vez.. Los cazadores pagarán por lo que han hecho...

『La Guardiana』 Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora