capitulo 9

4.5K 501 68
                                    

Karlheinz.. — Murmuré. Una sensación cálida invadió mi pecho.  

Estaba realmente impresionada por sobre como era su aspecto ahora, sus largos y albinos cabellos ondulados caían con elegancia por sus hombros y espalda, su vestimenta digna del  mismo rey de los vampiros que hacia resaltar mas su elegancia, y sus ojos.. Esos ojos en carmín que me habian hipnotizado desde la primera vez en que lo vi..

— ¡¡Alejate!! — el grito de advertencia que tomoe lanzo hizo que despertara de aquel transe — ¡¡Retirate este es un templo sagrado!!

— Tomoe.. — Lo llame firmemente. El albino se giro hacia mi con el ceño ligeramente fruncido — No pasa nada, Es solamente.. Un viejo conocido.. — tomoe simplemente suspiro.

— No me agrada mucho.. — murmuro antes de irse.

— Lo siento es un poco protector a su corta edad — Karlheinz sonrió en respuesta. — Han pasado años...

— Así es.. — afirmó. — Es un gran placer verte de nuevo kido..

— Supongo que pienso lo mismo.. — El albino tomó asiento junto a mi lado — ¡Ah P-Pero que torpe soy!.. Perdona mis modales.. ¿Deseas un poco de té?

— Siempre tan servicial ¿no? — Solto una gran carcajada lo cual hizo que me sonrojara levemente y desviara mi mirada hacia un lado. — Vaya que has cambiado un montón Kido..

— Tu no te quedas atrás Karlheinz — Sonreí e inconscientemente acaricie levemente su cabeza pero al percatarme de lo que estaba haciendo retire mi mano. — Lo siento..

— Me agrada.. — murmuro.

— T-traje t-té — Dijo tomoe detrás de nosotros. En sus manos Tenia una bandeja con la tetera y tazas en ella y con torpeza lo colocó a un lado de nosotros en el engawa.

— ¡Ah! Cariño no tenias  porque

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Ah! Cariño no tenias  porque...

— lamento haber reaccionado bruscamente kido.. E-estare dentro.. Con su p-permiso...—

— Tomoe..

— Kido.. ¿Quien es el niño? — Tome la tetera entre mis manos y con cuidado serví el te..

— Se llama Tomoe — respondí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Se llama Tomoe — respondí.

— E-El.. ¿Es t-tu hijo..? — me gire para verlo, tenia un ligero sonrojo en sus palidas mejillas y su mirada permanecía clavada en el suelo..

— Lo quiero como a uno.. Es lo mejor que me pudo haber pasado — conteste firme — Desde que lo encontré en aquella noche.. Lo que le hicieron.. Me fue imposible abandonarlo de esa manera y sobre todo en ese estado..

— ¿A-a que te refieres con "Lo que le hicieron"? —

— fue siglos atrás... El era solo un pequeño Cachorro moribundo de tan solo unas semanas de nacido... Que buscaba Calor y protección en el frío cuerpo de su madre.. Fallecida.. Unos cazadores encontraron la madriguera de la zorra.. Esta era buscada debido a que había asesinado algunas de las gallinas de la granja del pueblo..   Fue hallada mientras amamantaba sus cachorros.. Esos hombres Asesinaron primero a todos los cachorros de la camada y a ella.. La degollaron vida.. Todo fue a sangre fría.. Solo el mas pequeño de la camada, el que tenia bajas posibilidades de vivir... logro sobrevivir... Como te imaginarás, el pequeño murió de hambre; pero afortunada mente el alma de este se separó de su cuerpo terrestre y "reencarnó" como un Zenko..

— lo siento mucho kido.. ¿Pero que ocurrió con los hombres?— Sonreí.

— Fue maravilloso escuchar sus suplicas.. Rogando y pidiendo piedad por que los dejara con vida.. Lastima que no fue así.. Tuve que dar mis condolencias a los familiares de estos..

— ¿Los.. Asesinaste? — No respondí.

— ¿Que hay de tu matrimonio con la señorita Cordelia? — Pregunte cambiando rápidamente del tema. Karlheinz tomo un trago al té y sonrió.

— Tengo tres esposas.. — ese dolor.. Esa sensación.. No de nuevo.. — Quiero que los conoscas..

¿Conozcas?  Espera.. Ah no puede ser...

— ¡Marry! —  Al gritar el nombre una joven de cabellos rubio y orbes marrones vestida con un traje de mucama oscuro apareció.. Y al parecer no venia sola..

— Ellos son mis hijos.. Shu y Reiji.. Sakamaki..

Hijos..

Hijos...

Hijos...

“Algo que jamas conseguiste ni conseguirás con el..”

No puede ser.. — dije cubrindo me la boca debido a la impresión — ¡Adorables! ¡Que tiernos Karlheinz! — Exclame emocionada al verlos.

No mentiré era demasiado adorables, un pequeño con cabellera rubia y hermosos y expresivos orbes azules.. Y el otro de cabellera Oscura y hermosos ojitos magneta casi rojizos como a los de su padre que miraban con curiosidad todo a su al rededor.

— Estos son mis apreciados bebés.. Mis hijos.. Mis primogénitos.. Mi sangre — Hablo con orgullo mientras tomaba a ambos y los acunaba en brazos.. Les sonreía con cariño y ternura.

— Reiji..

— Así es.. Tu misma me hablaste sobre nombres e incluso me hiciste jurarte que..

— "A tu segundo hijo le pondrías Reiji" — respondí viendo con atención al ojimagneta — Reiji: Niño educado...

— ¿Quieres tomarlo?

— ¡N-no podría! Es decir hace mucho tiempo que no tengo a una criatura a si de pequeña en mis brazos!

— Dramática — en albino tomo mis brazos y depósito con cuidado al pequeño Shu

— Hola pequeño shu! — dije con una voz muy aguda — Soy kido! Tu Tía kido! Je~ eres tan tierno.. Y tan pequeño.. Pareces un adorable osito dormilón... Mi pequeño Shu-Shu~ — el pequeño rubio soltó una risita mientras intentaba alcanzar mis orejas .

Sonreí tontamente.


『La Guardiana』 Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora