Capítulo 10: El verdadero traidor

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Capítulo 10: El verdadero traidor.

Kowalski podía sentir las miradas de todos los animales del zoológico. Julien lo había señalado como el auténtico traidor. Los gestos sorpresivos no tardaron en sacarlo del trance emocional en el cual ahora se encontraba.

Skipper muy al principio, quedo perplejo ante tal aclaración, más sin embargo una sonrisa victoriosa se dibujó en él demostrando que una vez más, tenía razón.

Sorpresivamente, el más inexpresivo fue Cabo. Como si lo revelado no fuese fácil de digerir. Rico por su parte, fue el primero en actuar yendo contra el genio.

— ¡Eras tú! —exclamaba Rico dando de aletazos a su "amigo", Kowalski solo se cubría el rostro mientras que daba pasos hacia atrás conforme Rico avanzaba con él hacia adelante.

— ¡Basta! — empujó Kowalski al explosivo, en respuesta, Rico vomitó una dinamita pero antes de que sucediera algún evento, Skipper lo detuvo.

—Aguarda soldado— escuchar la voz de Skipper fue gratificante para el listo—, tengo el castigo ejemplar para este vil traidor.

El genio muy ofendido contradijo: — ¡Objeción!, exijo resolver esto como lo solíamos hacer, ¡exijo un juicio! — fue el único plan que su mente pudo idear—. ¿Creerás en un abrir y cerrar de ojos lo que Julien diga? ¿De cuándo aquí Skipper hace eso?

— ¿Me estas llamando mentiroso, pingüino latoso? — Julien se acercó al genio para tomarlo de las mejillas y apretarlos con fuerza—. ¡Acepto el juicio para narrar lo que mis ojitos hermosos vieron!

— ¿Qué? ¡No! —Skipper sacudió la cabeza— No es necesario un juicio. Todos creemos que tú eres el traidor— acuso el líder directamente.

—Yo no lo creo— abogó el pequeño pingüino—. Pido que el problema se lleve a juicio.

— ¿Y darle oportunidad a este lunático de que monte su propia defensa? — Skipper estaba colérico con tan solo pensarlo—. Es darle oportunidad que engañe nuestras mentes una vez más.

Kowalski se rio de forma burlona—. Claro — siguió dando sus carcajadas—, no quieres que yo diga lo que he visto —ambos pingüinos de clase mayor se fulminaban intensamente con la mirada.

—Calma, calma— Marlene, la nutria, dividió con sus brazos a ambos pingüinos—. Esto puede aclararse de forma muy civilizada— miro a todos—, de hecho creo que los animales del zoológico pueden ser grandes espectadores y decidir de manera imparcial ante los hechos.

—Eso no me basta —Skipper remiro a la nutria—. Yo exijo un castigo ejemplar para quien resulte ser traidor.

—El traidor se ira del zoológico —resolvió Kowalski.

— ¡No! — Rico llamó la atención vomitando dinamitas sin activar y un lazo.

—No Rico, tampoco queremos hacer estallar al traidor. Yo sugiero una descarga eléctrica. Lo suficiente para lastimarse pero poco fuerte para matar.

— ¡Acepto! — dijo Kowalski sin pensarlo—. De hecho pueden usar mi casco neurológico, da descargas eléctricas muy fuertes— sonrió—, yo no soy el traidor por lo que no me preocupan las descargas eléctricas.

—Muy bien —Marlene viro hacia el público—. Que comience el juicio.

Los animales del zoológico se apresuraron a encontrar objetos para ser usado en el juicio, como pequeñas sillas para los pequeños animales, un escritorio y un mazo.

—Muy bien Julien —Marlene había conseguido unas pequeñas gafas negras, el juicio se estaba llevando a cabo en el hábitat de los lémures.

— ¡Rey Julien! — Interrumpió—. Soy el Rey Julien —aclaró.

El mas traidor se lo lleva todoWhere stories live. Discover now