El mas traidor se lo lleva todo

Capitulo 3: Segundo fracaso

Capítulo 3: Segundo fracaso.

Rico llegó hasta Kowalski antes que Skipper y Cabo, solo vio que alguien escapaba mientras que su hermano se encontraba tirado en el suelo, en uno de sus arranques, Rico decidió ir tras el villano.

Skipper solo alcanzó a ver como corría Rico, luego sus ojos se clavaron en Kowalski.

— ¡Esta inconsciente! —exclamó Cabo tratando de despertar a su amigo —. ¡Oh, Kowalski! vamos, despierta. — La preocupación en la voz del pequeño era audible.

— ¡Quédate aquí! Voy por Rico—ordenó Skipper firmemente, aunque su interior dudaba. Cabo transmitía tanta preocupación que le partía el corazón.

Por otro lado Rico identificó al villano que no era nada más ni nada menos que…

— ¡Parker! —llamó Skipper para detener la pelea que había entre el Ornitorrinco y Rico.

Rico cayó desmayado cuando el ornitorrinco alcanzó a tocarlo con sus espolones venenosos que están en sus patas posteriores.

—Nos encontramos de nuevo, Skipper— dijo Parker.

— ¿Acaso Espiráculo al fin ha logrado llegarte al precio?

—No necesito a ese delfín para tener mis propias ganancias—dicho esto, se abalanzó contra el pingüino quien exitosamente logró esquivarlo.

Parker dio vueltas hacia atrás mientras que el pingüino lo seguía, en un movimiento, Parker alcanzó a Skipper con su cola lanzándolo lejos, para ese entonces Cabo había llegado al rescate.

Cabo se deslizó hacia el mamífero, este pensaba que el pequeño llegaría por delante para golpearlo, cuando en realidad el pingüino se deslizó hacia un jarrón antiguo que se encontraba a su lado. El objeto cayó sobre el ornitorrinco.

Cabo fue hacia el mamífero para intentar darle un golpe en la nuca y esto lo hiciera dormir, para ese entonces el villano ya había logrado quitarse de encima el jarrón atrapando al pequeño.

Skipper reaccionó rápidamente dándole un fuerte aletazo al mamífero quien se desestabilizó para caer inconsciente hasta atrás, como cualquier líder, debía corroborar el estado del enemigo, cuando llego lo suficiente cerca para verificar el estado del animal, el ornitorrinco lo hizo dormir con el veneno de sus piernas.

— ¿Hay alguien ahí? —preguntaba Cabo quien aún seguía atrapado dentro del jarrón que se encontraba boca abajo, cuyo objeto no se rompió al caer.

— ¿Mucho mejor? — dijo Parker al ayudar a Cabo.

— ¡Oh si, muchas gracias! — Contestó inocentemente, luego se desmayó con el veneno del ornitorrinco.

Ninguno supo cuánto tiempo había transcurrido, el primero en despertar fue Skipper, quien fue hasta donde Cabo para verlo despertar.

— ¿Estas bien? — Le preguntó automáticamente.

Rico llego a ayudar para levantar a su joven hermano. Los tres pingüinos fueron en fila hasta donde estaba Kowalski. Se detuvieron de golpe al escuchar que el ornitorrinco aún seguía allí.

Sigilosamente siguieron la voz que escuchaban, y grande fue su sorpresa cuando notaron que el mamífero estaba sentado a un lado de su hermano, el genio, hablando con alguien más desde un mini teléfono celular.