5

8.7K 999 156
                                    

CAPÍTULO CINCO

          EL SILBIDO DEL VIENTO ERA LO ÚNICO que podían capturar mis oídos. Frente a mí, estaba Sasuke. Pero yo no estaba sola. No solo Sakura y Kakashi me acompañaban, también mi hermano mellizo.

Ésta vez, Sasuke no se ocultó. La razón no era otra más que la cercanía de ese día. Ya no le importaba demasiado ser localizado, cuando su venganza estaba a poco tiempo de consumarse.

Justo en ese momento, mi estómago estaba revuelto. Yo y mi pésima respuesta ante los nervios. Él lo sabía. Sabía que yo estaba nerviosa. Más que nerviosa, aterrada. Aun así, parecía como si no le importara en absoluto. Observaba en nuestra dirección, lanzándonos una de sus miradas más gélidas, tan aterradora como indiferente.

Posó momentáneamente su mirada escarlata sobre mí y después, miró a Sakura. Entrecerró los ojos y soltó un «¡Hmp!», lo suficientemente alto como para que todos pudiéramos escucharlo.

— Sasuke-kun —la kunoichi a mi lado corrió en dirección a Sasuke y ésta vez no hice nada para detenerla. 

A decir verdad, no hice nada más desde que le rompí los huesos a causa de su comentario. Me avergonzó mi propia actitud, por lo que cuando me sentí preparada le, pedí disculpas. Ella lo entendió. O bueno, al menos eso me pareció. Dijo que se sentía terrible por lo que me había dicho y que, entendía que yo quisiera proteger a mi hermano menor. Claro que quería protegerlo, pero tú y yo sabemos en donde estaba mi norte.

Sasuke no se inmutó ante la cercanía de la ninja médico. Ella le abrazaba y lloraba. Quizás ella sí lo amaba después de todo.

— Vuelve a casa con nosotros —escuché por parte de la Haruno.

No pude soportarlo más.

Apreté mis puños y bajé la mirada a mis pies. Estaba casi segura de que en cualquier momento me lanzaría a llorar por miedo y frustración de lo que podría suceder. Porque yo lo sabía, sabía que Sasuke era capaz de asesinar a cualquiera que se entrometiera en su camino, incluyendo a mi hermano menor.

De pronto, el sonido del viento dejó de escucharse y una fuerte corriente de aire se lanzó contra mí. Di traspiés y al levantar la mirada, encontré a Sasuke a pocos centímetros de distancia.

— ¡S-sasuke...! —balbuceé por la impresión, pero él no me dejó siquiera reaccionar. Posando su mirada sangrienta sobre mis ojos, lo escuché desenfundar su katana.

Entonces, habló:

— Naruto, una vez me dijiste que harías lo que fuera por hacerme entrar en razón, ¿lo recuerdas? —dijo, sin apartar su mirada de mí.

— ¡¿Qué es lo que harás, Sasuke?! —el grito de mi hermano hizo eco en mi cabeza.

— Voy a matar a tu hermana, para que puedas entender lo que yo he sentido durante todos estos años —acercó el filo de su arma blanca a mi cuello y lo sentí cortar mi piel—. Solo así podrás entenderme. Solo así tú entrarás en razón.

— ¡Suelta esa katana, Sasuke! —ésta vez se trató de Kakashi—. No cometas una locura. Si asesinas a la hija del Hokage, tu condena será la muerte. Esto es...

A pesar de que no podía moverme, mis sentidos continuaban despiertos. Un llanto ajeno a la escena hizo clic en mi fuero interno.

Genjutsu.

Caí al suelo en cuanto me liberé de la técnica. Todos exceptuando a Sasuke, estaban de pie y con la mirada perdida. Él lloraba, arrodillado frente a mí.

Nunca trató de matarme. Solo buscó la mejor forma de hacer entender a todos el por qué no regresaría. Y, mientras les torturaba con su técnica ilusoria, en la realidad... él se mostraba completamente roto ante mí.

Lo dejé llorar, hasta que una poderosa corriente de chakra proveniente de Naruto, me abofeteó.

— ¡Es el Kyūbi! —grité corriendo hacia mi hermano—. ¿P-por qué...? —lo sujeté por los hombros y le sacudí, notando las gruesas lágrimas que  brotaban de sus ojos, los cuales ya no eran azules.

— Ya estás muerta en la Técnica Ilusoria —bastaron esas pocas palabras de Sasuke para hacerme entender que mi hermano me amaba y que, mi perspectiva hacia ese idiota estaba completamente errada.

Mi atolondrado hermano mellizo albergaba en su interior a una poderosa bestia. Esa bestia que destruyó la aldea el día de nuestro nacimiento. Y que, solo salía a la luz cuando él perdía el control de sus sentidos.

— ¡Liberalo ya, Sasuke! —vociferé, apresando entre mis brazos a Naruto, quien no dejaba de sacudirse—. ¡Lo va a destruir todo!

Mi hermano menor destruiría todo debido a mi muerte, mientras que yo le traicionaba como solo podrías traicionar a tus enemigos.

Sasuke se marchó y no supe cuando. Con sinceridad, no me importó. Mi hermano estaba apunto de perder control de su ser y yo no quería correr detrás de Sasuke. No por esa vez.

Nunca imaginé que tal acción traería tan grandes consecuencias.

[...]

— Hablemos con tus padres —murmuró Sasuke, quien esa noche se encontraba más distante de lo habitual.

Habían pasado un par semanas desde aquel encuentro y francamente, mi ansiedad había hecho de esas dos semanas, un siglo. Por desgracia, ese siglo no fue demasiado tiempo para Sasuke.

— ¿Estás bromeando? —repliqué, suponiendo que había entendido mal. Lo cual era imposible, ya que estábamos a pocos centímetros de distancia, pero albergaba la esperanza de que él solo intentaba jugar conmigo y ya. Eso hubiera sido mejor.

— No quiero que traiciones a tu familia por mí —se puso de pie, dándome la espalda.

— No... —con mi mente totalmente en blanco, caminé hacia él y me detuve a su espalda. El emblema de su clan me fulminó.

— No quiero que pierdas a tu familia... como lo hice yo.

Entonces, me pregunté si yo sería capaz de alejarme de él, solo para prevenir esa locura. Una locura que significaría lágrimas y sangre derramada.

En ese punto de mi vida, ya no sabía cuánto podría soportar.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
blühen 𖦹 sasuke uchihaWhere stories live. Discover now