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CAPÍTULO CUATRO

          UN GRITO AHOGADO EN FRUSTRACIÓN se escapó de los labios de Sakura, al mismo tiempo que el suelo debajo de ella se agrietaba a causa de mi potente ataque, el cual le hizo volar unos cuantos metros. Sin ánimos de acabar el enfrentamiento, con mucha energía me lancé contra ella e inmovilizándola, tuve la intención de lanzar otro ataque, pero la voz de nuestro antiguo maestro me detuvo.

Era un enfrentamiento supervisado.

— ¡Detente, Uzumaki!

Solo para aclarar, nunca odié a Sakura Haruno. No hasta que comprobé mis sospechas. Ella era una de esas. Ella formaba parte de la larga, demasiado larga lista de fanáticas de Sasuke.

Sakura Haruno. Excelente ninja médico y un gran dolor de culo. Al menos para mí. Estuvo obsesionada con Sasuke desde la academia y años después, seguía insistiendo. Literalmente Sasuke la humilló de mil maneras y ella, como si no tuviera amor propio, continuaba suplicando. Era algo patético.

— Estoy enamorada de Sasuke-kun —me dijo mi compañera en el pasado—. Ayudaré a Naruto. Lo traeremos de vuelta.

Sí, ella lo amaba. Lo amaba tanto que no era consciente de que él no quería regresar. Lo amaba tanto que no entendía en lo más mínimo, lo que él podía sentir. Ella lo amaba tanto, que no le importaba poner sus propios sentimientos, sobre los de él. Y sí, es sarcasmo.

Sakura Haruno era la persona más egoísta, inmadura, malcriada y descortés que jamás había conocido. No bastaba con que tratara como algo insignificante a mi hermano mellizo, debía enamorarse de Sasuke. No, ella no estaba enamorada. Ella no sabía lo que era amar a alguien más que a sí misma. No debía preocuparme por lo que ella sintiera. Aun así, me molestaba que creyera que conocía a Sasuke y lo que él sentía.

No sabes nada, Sakura. Nunca lo has sabido y lo sabrás.

— Fuiste muy cruel con Sakura-chan, 'ttebayo —lloriqueo mi hermano, quien como siempre defendía a la Haruno. Él también podía ser un dolor de culo.

— Nunca hay demasiada crueldad contra un oponente —respondí yo, sacudiendo mis guantes—. En el campo de batalla, no te detienes a pensar en el sufrimiento de tu enemigo.

— Pero... ¡No es justo! —replicó Naruto, cruzándose de brazos y haciendo un mohín—. Ella es tan linda, tan tierna, tan dulce. ¡No merece sufrir por un ogro como tú!

¿Por qué nadie permitía que ella se defendiera sola?

— No seas ridículo, Naruto —intervino Sakura—. La pelea nunca fue justa —dijo, mientras acomodaba su cabello rosa y exageradamente cuidada—. Ella es una ANBU —soltó despectivamente.

— Sigo siendo parte de este equipo, Sakura. Mi hermano y yo quedamos empatados en el enfrentamiento y él no es un ANBU.

En definitiva, ella me ponía de mal humor. ¿Cómo se atrevía a tildar de ridículo a Naruto cuando él solo deseaba protegerle? De acuerdo, yo sabía que él era un ridículo de primera, pero... ¡Maldita sea esa mujer! Absolutamente nadie más que yo podía decírselo.

Quería romperle el cráneo.

— Lo hicieron muy bien —Kakashi Hatake, quien fue alumno de mi padre y también nuestro maestro, se aproximó a nosotros—. Felicidades —me dijo, colocando una mano en mi hombro—. Tú has avanzado un montón desde la última vez. Estoy orgulloso —entrecerró los ojos, lo cual indicaba una sonrisa debajo de su característica máscara.

blühen 𖦹 sasuke uchihaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon