— Y bueno que dicen, ¿juego?.
— A delante—dijo a regañadientes.
— ¡Pero!...—bufaron todas— ¡Nos hará perder!.
Con esta reacción, era obvio que a nadie le agradaba la peliteñida.
— Si me tienen algo de aprecio, háganlo...—su tono fue bajo y casi suplicante. Accedimos sin ánimos, pero lo hicimos, queremos mucho a nuestra entrenadora estrella como para negarnos a alguna petición suya.
Armamos grupos, las chicas, tres compañeras más y yo íbamos en uno; mientras que la descerebrada hizo el intento de elegir el suyo aunque estaba claro que nadie quería ir con ella.
Seleccionaba a las demás como si fuesen un objeto cualquiera que va a comprar por catálogo.Al cabo de treinta minutos de juego, nuestro equipo llevaba la delantera con ocho puntos. La cara de frustración de la rubia era irreemplazable. Apuesto a que si le tomo una foto y la subo a la red, los momos no tardan en hacerse esperar.
Al final el sonido del silbato nos dio a entender que logramos ganar. Nuestras compañeras que estuvieron en el grupo contrario le dieron poca importancia, igual no había sido su culpa.
Dakota me miraba como intentando encontrar o descifrar algo en mí.
¡¿Acaso le gusto o qué?!
Blanqueo los ojos ante el fastidio que me provoca la tipa y me alejo a las gradas donde las chicas se están refrescando.
—Buen juego chicas— añade Niall detrás de nosotras. Nos sorprende, tanto así que las chicas y yo pegamos un pequeño brinco en nuestro lugar.
— ¡Niall!— Gritamos y lo abrazamos. Literalmente nos lanzamos sobre él, haciendo que este tambalee en su propio lugar.
—No me abracen, están sudadas—hizo cara de asco reincorporándose del breve mareo que le habíamos provocado.
— ¡Uy!... Pero que diva—Camil y jane se apegaron más solo para molestarlo, frotaban su cuerpo como si se tratase de un baile moderno.— Me aparté y reí.
—No chicas en serio...— ¡iuu!.
—¡Llorón!— vuelven a gritar y sacan sus lenguas como niñas pequeñas.
—Aceptaría que se acerquen a mí, en ese estado, pero... sin ropa. — giña un ojo.
— ¡Qué!—recriminan ambas.
Niall se echa a reír como desquiciado. Las chicas se le acercan y le dan un golpe sincronizado en el pecho; este se recupera al instante del impacto, lo toman del gancho y salen los tres.
¡Genial!, me ignoran.
—Eres buena jugando—Posa su brazo sobre mis hombros, haciéndome sentir un nomo de jardín.
— Eso creo rubio sexi—Me giro y enrollo mis brazos alrededor de su tórax. Por que tengo que ser tan distraída, ¿Cuánto tiempo lleva aquí y no me eh dado cuenta?.
—Olvidé mi cell...— gritó Dakota entrando.
Hora de enfurecerla, vamos bésalo.
¡¿Que?!.
Vamos solo es un... juego.
No se porque, pero hago caso a mi subconsciente y alzo mi rostro en dirección a Ethan y lo beso. Junto torpemente nuestros labios impidiendo que siga con lo que me esta diciendo.
Un beso lento, casto y dulce nos envuelve, sus labios saborean los míos por primera vez, disfruto el momento y libero mis manos para enredarlas en su cuello. Él me acerca tomándome por la cintura, siento su cuerpo con una cercanía perfecta al mío.
Consciente de que mi contrincante observa todo, me gozo para mis adentros.
Todo se torna profundo, ambos olvidamos la timidez y permitimos que nuestras lenguas jugueteen, sus manos presionan mi cuerpo a tal grado que causa dolor, un dolor placentero, capaz de resistirlo si es él quien lo da. El oxígeno traidor nos falla y nos separamos por falta de aire.
DU LIEST GERADE
ANAYA
RomantikNunca traiciones la confianza de nadie. Quién sabe, las consecuencias pueden ser costosas. Ese fue el inicio de todo... Aquel recuerdo la persigue... Tal vez, es la culpable... Anaya Woods, es una bella chica de diecisiete años...
Capítulo 16: Me gustas...
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