CAPÍTULO 8: Entrometido y Bocón.

113 33 4
                                    






ETHAN POV


Conservaba la mirada fija en el artesonado pálido de mi habitación, mis brazos estaban cruzados por detrás de mí cabeza para brindar soporte a la misma, mientras mi cerebro hacia un recuento de los sucesos del día, los cuales habían sido poco convencionales. Una inmensa tranquilidad inundaba la habitación, pero luego fue invadida por un golpe de almohada en la cara.

— ¿Qué crees que haces Niall?— pregunté con un sutil enojo.

— Estaba contándote lo que hice en mis vacaciones en las Bahamas y me ignorabas— contestó fingiendo estar ofendido.

— ¿Y eso te da derecho a interrumpir mis pensamientos?.

— Suenas como mujer—bufó— Ya olvídalo— dijo sentándose en el borde de su cama— Y dígame Señor Pensamientos, ¿Qué pensabas?.

— Nada— me senté de golpe y estire mi espalda haciéndola tronar.

— Ajamm... ¿con qué es una chica?— su tono era burlón.

— Claro que no— dije poniéndome de pie y procurar salir pero Niall obstruyó mi paso.

— No saldrás de aquí sin antes contarme quien es la chica— advirtió. Lo mire por unos segundos dudando en dar una respuesta.

Bueno Niall y yo somos amigos desde la infancia. Nuestros padres son socios, ambos invirtieron parte de sus acciones para formar una sola compañía pero sin dejar de lado la empresa que cada familia posee. Nuestras familias se llevan de lo mejor, siempre hay invitaciones por parte de alguno de los jefes de hogar hacia el otro para celebrar cualquier tipo de acontecimiento, aunque nosotros sabemos bien que lo único que quieren es beber hasta perderse, aún recuerdo cuando lo conocí.




Analepsis
Era el cumpleaños número seis de su hermana, una pequeña caprichosa muy irritante; Yo a mis siete años de edad estaba muy enojado con mi padre por haberme llevado a esa fiesta, por más que quise resistirme y puse uno que otro pretexto, él gano y yo termine asistiendo; ya se imaginarán como era el lugar, la decoración tenia toda las escalas del color rosa que jamás había visto con abundantes pegatinas de princesitas por doquier, con solo recordar una sensación desagradable que proviene de mi estomago hace un intento por salir de mi boca.

Creo que vomitare.

Estaba muy aburrido, cada minuto que pasaba me frustrada más, no tuve otra opción y decidí arruinar la bella celebración. -- nótese en sarcasmo.
Aproveché la distracción de los demás cuando golpeaban la piñata e intente tomar el pastel, este tenía un decorado extremadamente llamativo, creo que si alguien lo hubiese comido podría haber muerto intoxicado por tanto colorante. Aunque estaba pesado lo hale y cuando lo tuve en mis manos intente sacarlo y desaparecerlo.
Todo marchaba a la perfección, al estar cerca del enorme tacho de metal que servía de basurero, escuché los gritos eufóricos de los invitados que recogían los dulces cuando la piñata había sido destruida, eso me motivo a ir más rápido, sin embargo cuando aceleré el paso tropecé con las agujetas de mis zapatos cayendo así al césped, por suerte mi cara no cayó sobre el dulce. El golpe dolió, ni siquiera podía pararme, solo imagínense era un mocoso debilucho; es ahí donde entra un pequeño pelinegro y me levanta, no sin antes reír al ver lo que había hecho, tampoco le importó sólo me ayudó a tapar la "escena del crimen" con lo que teníamos a la mano, las partes casi intactas de pastel las desechamos y el resto lo cubrimos con un cúmulo de hojas secas que estaban dentro de bolsas negras destinadas a la elaboración de abono de la hacienda de familiar.
Salimos de allí corriendo hasta la casa del árbol que había a unos metros de la residencia y nos escondimos hasta que todo se calme.
Fue un buen momento para conocer más sobre el otro.

ANAYA                     Where stories live. Discover now