CAPÍTULO 1: Falsa pelirroja.

289 54 19
                                    









Un molestoso ruido retumba en mis oídos junto con reiterados golpes en la puerta.

— ¡Anaya Woods!, es la quinta vez que te llamo, apúrate tenemos un largo viaje. ¡Y si!, esa es la tediosa voz de mi padre.

Asentí con un fuerte grito y pude escuchar como se alejaba.

Y así empieza mi mañana, con un genio asqueroso y sin ganas de nada, camino con desgano y me dirijo a la ducha donde tomo un largo y relajante baño.
Con todo listo, salgo de la regadera envuelta en una toalla, cepillo mis dientes, me visto con mis ajustados vaqueros, una blusa suelta muy simple de color gris y mis vans negros. Me miro al espejo, humecto mi rostro, aplico un poco de rime, brillo labial, seco mi cabello para hacerme una coleta y bajo.

— ¡Feliz! Ya me tienes aquí—digo de forma arrogante entrando a la cocina, él solo me observaba sin expresión.
Trae ropa formal, pantalón de tela, camisa manga larga de un color azul cielo y zapatos de cuero oscuro. Vestía elegante y supongo que adecuado para su edad.

— Has cambiado tanto— susurro Will casi inaudible.

— ¡¿Qué has dicho?!— cuestioné a la defensiva.
— ¡Ni si quiera me conoces, jamás te he importado, no te hagas el héroe porque ahora estás conmigo!, Querido padre— resoplé siendo sarcástica.

Aunque no me crean, siempre e tenido un carácter de a mierda, o eso creo yo. Los demás no se hacen a la idea de mi cambio.

— Anaya... tu no sabes nada, no me juzgues por favor y no uses tu sarcasmo conmigo— me advierte y lo miro fijamente.

—Toma tu desayuno— volvió a hablar de manera fría.





🔽🔼🔽

Íbamos rumbo al aeropuerto, se sentía un silencio incómodo en el auto, giro la cabeza pero no demasiado y lo miro de reojo sin que el se percate, la concentración que tiene es impresionante sus manos son firmes al volante y su mirada esta totalmente alerta a la carretera; lo analizo meticulosamente y me doy cuenta que para ser mi padre es muy joven, tal vez tenga treinta y cinco años, sus líneas de expresión no se marcan para tanto, un par de canas resaltaban de su castaño cabello; poseemos rasgos similares como el color de cabello o la manera en que usábamos la concentración y fruncíamos el ceño al no ver conclusiones, pero algo que destaca en en mi son mi extraña tonalidad de ojos, ¿Si los de Will son azules y los de mamá verdes, por que los míos son miel con pigmentaciones raras?.

Debo ser producto de una inseminación ovni.






Después de dos largas horas llegamos, a pesar de tanto tráfico, seguíamos a tiempo para abordar.

Aunque había un gran alboroto, debido a la excesiva cantidad de turistas que habían llegado por las festividades de la ciudad, fue mínimo lo que esperamos y cuando nuestro vuelo fue llamado nos acercamos, entregamos nuestras identificaciones, pasaportes y demás documentos solicitados.

La tipa que los recogía miraba coquetamente a Will. Podía ver que lo devoraba con la mirada.

Mi padre, con los años que lleva encima es un hombre muy apuesto, con talla y cuerpo de ex-deportista, mirada azulada y sonrisa cautivante. Tiene una actitud caballerosa, digna de ser apreciada por una dama. 

ANAYA                     Where stories live. Discover now