CAPÍTULO 10: ¡¿Me está coqueteando?!

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Voten, eso me pone happy.❤😂💚






Siete meses atras.

- Anaya, cariño ven a almorzar.

Bajo los peldaños de dos en dos para aminorar el trayecto. Al entrar a la pintoresca cocina, veo a mi madre quitándose el delantal cuadriculado que protege su uniforme, hay dos platos con ensalada sobre la mesa, mi madre se sienta y sirve un vaso con jugo de naranja.

- Lo siento, no tengo hambre, saldré, vuelvo luego.

- Por lo menos come una fruta cariño- La preocupación es palpable en su voz.

- Es que no me place. Volveré temprano, no te preocupes. Le doy un corto beso, tomo mis llaves y procuro salir, antes que me ponga objeciones.


Cerca de las vías del tren, me detengo y saludo a los chicos.
Necesito un momento agradable que libere mi cansancio.¿No les a pasado que al compartir tiempo con personas nuevas, llegan a esa fase de desahogo, que no son capaces de obtener con ningún ser cercano, algo así como un familiar?, este es mi caso.

- Mi madre me va a castigar- reprocho, y claro que lo hará. No creo tener escapatoria esta vez.

- Sólo serán un par de horas más, vamos, quédate.

- ¿Sólo un par de horas?.

- Lo juro- me ve seria con una mano en el pecho y la otra elevada , su voz firme, muy creíble me llevan a meditarlo poco y acepto.

Pasamos una noche increíble con los chicos, siento que una parte de mi esta despejada.

El auto se detiene fuera de mi edificio, me despido de todos y salgo.

- Nos vemos mañana- grita la castaña y sonrío como respuesta.

Busco las las llaves en el bolsillo de mi chaqueta, luego de un intento fallido, me resigno a tocar el timbre.


¡Upss!, esto no será bueno.


Mi madre se muestra ante mi con su rostro trasnochado y completamente furioso. Me había pasado la hora que tengo permitida llegar, no sólo hoy, creo que es la tercera vez en la semana.
Antes que emita una palabra entro evitando ser atrapada por las manos castigadoras de mamá, corro a mi habitación, pongo seguro a la puerta y con la silla del escritorio la atranco para que no pueda ser abierta y así poder dormir con tranquilidad.
Los gritos de mi mama van aumentando tal cual ella sube los escalones. Comienza a golpear la puerta con frenesí, preguntas sobre ¿Dónde estaba? y ¿Con quién? son las que más repite.
Se que esta no es la actitud que debería tener con ella, pero no puedo evitarlo.
Dejo que siga gritando y golpeando. Tomo mis audífonos que habían resbalado por la cama y aterrizado en la alfombra, los desenredo y conecto a mi celular con el reproductor aleatorio, los ajusto a mis oídos y coloco el volumen a tope.



A la mañana siguiente salgo de mi habitación luego de darme una ducha fría que calme mi jaqueca, en el pasillo miro el cuarto de mamá que esta cerrado, de seguro ya salió al trabajo. No me confío y bajo sigilosamente, me adentro a la cocina con seguridad y bebo un vaso con agua. Busco en las alacenas el respaldo de las llaves que tengo y lo guardo en el bolsillo de mi vaquero.
Me aproximo a la puerta principal y tomo la manija para girarla.

ANAYA                     Where stories live. Discover now