Cap 14

966 31 0
                                    

La actuación de Lord Spinel hizo que Sakura tuviera la impresión que él había estado impaciente esperando que ella apareciera, pues apenas y ella había puesto un pie en la cocina, cuando el hombre desde el fondo de la sala había dado un salto poniéndose de pie y se acercaba caminado directo a ella. Sakura no se permitió intimidarse por la actitud del sujeto, serena se dirigió a la mesa dispuesta a desayunar, se sentó en un taburete cerca de la ventana y empezó a comer.

Sentada, Sakura escuchó apenas fragmentos de conversación entre Meiling y varias mujeres que yacían a su alrededor, y que eran invitadas del Sajón. Salvo por ese detalle, podría afirmarse que la situación en la sala había retornado a la normalidad. La escena de criados trabajando en silencio, así como de los hombres de Syaoran apostados en lugares precisos, no era más que lo habitual. La tranquilidad en la casa, comprendió Sakura, que se debía a una cacería que practicaban el Rey y sus nobles, es decir, todos lo nobles menos Lord Spinel que la observaba diabólicamente desde un extremo de la gran mesa de trabajo.

- Estás en esta casa para dormir, Mujer? Llegas tarde a tu trabajo. –

Con un poco más de un metro de mesa Sakura y el hombre se encontraban sentados a los extremos de ésta. No estaban solos, dos mujeres trabajaban en la misma mesa, pero la vikinga sabía que el noble se dirigía a ella. Las mujeres no se atrevieron a mirar, mientras que Sakura se limitó a seguir comiendo con los ojos fijos en su plato y sin contestarle al hombre. Luego de unos segundos resolvió que debía responder.

- Así es, llego tarde. –

La respuesta llegó indiferente. Siguieron varios minutos de silencio, y después él dijo: - Veo que ya no te encadenan como un animal, será por esa razón tu actitud? –

- No me sujetaron para castigarme – Sakura replicó con voz neutra, mientras continuaba comiendo.

- Sí, recuerdo algo de eso. Dijiste que era porque te creen peligrosa. – Había burla en su tono. – Incluso podría creerlo después de lo que sucedió ayer... pero pensándolo bien, si eso fuera cierto ahora no te habrían dejado en libertad, o si? –

Sakura se encogió de hombros.

- Quizá lord Syaoran crea que yo no soy el peligro principal. –

- ¿A no?... entonces cuál sería ése? –

Sakura se encogió de hombros desidiosamente y siguió comiendo.

– Maldita seas¡mírame cuando te hablo! –

Sakura levantó lentamente los ojos, y finalmente clavó la mirada en el rostro irritado de Spinel. Tenía la cara enrojecida, la boca estaba feamente torcida. No era tan apuesto cuando se enojaba.

Los ojos de Sakura abandonaron el rostro de Spinel con un dejo de fastidio. El hombre sintió su sangre bullir al punto de hacerlo enfurecer. Sakura regresó a su comida antes de contestar.

- Milord, tú eres el peligro. Recuperé mi libertad para poder protegerme. Lord Syaoran sabe que lo hago muy bien. –

Esa mujer lo había sentir como un vagabundo que no merecía atención alguna. Luego de su respuesta, ella se desentendió de nuevo de él! Spinel no recordaba haber sido tratado jamás así y mucho menos por una mujer. Que el diablo la llevase! Las mujeres lo halagaban, lo amaban, peleaban unas con otras por su favor. Esa mujer lo trataba como si él fuese un ser inferior¡Y no era nada más que una esclava! Estaba dispuesto a matarla. Si hubiesen estado solos, la habría derribado al suelo... y la habría obligado a pagar caro su desprecio.

- Syaoran te encadenó... – se burló Spinel. - como encadena a los salvajes del patio que están construyendo el muro. Y a ti mujer¿también te encadena a su cama? –

corazon salvajeWhere stories live. Discover now