12. Un final y un nuevo principio

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  'I don't want you to leave, will you hold my hand?'
Stay with me - Sam Smith

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Paso el dorso de la mano por mi frente, retirando la fina capa de sudor que la cubre antes de agacharme a por otra caja, cargándola con una mueca. Los libros pesan mas de lo que pensaba. Y luego dirán que el saber no ocupa lugar... 

Siento una mano en mi espalda cuando dejo la caja apoyada en el maletero del coche y sonrío, girándome y sentándome al borde. -¿Esa es la última caja? - Asiento, estirándome para agarrar una botella de agua, llevándomela a los labios y dándole un trago largo que me ayuda a refrescarme. Apenas abro los ojos un segundo al terminar de beber cuando siento sus labios posándose sobre los míos. Correspondo sin dudarlo, aunque sigue pareciéndome extraño sentir que alguien se preocupa por mi y que me quiere. Por suerte él no tiene problema en recordarme continuamente que es real.

Hemos pasado tres días de mudanza, recogiendo mis cosas, limpiando el piso y ahora solo queda el último viaje con las pocas cosas que quedaban en el salón. - He pedido comida china para esta noche... así cuando lleguemos nos tiramos en el sofá y no hay que pensar en nada después de tanto cargar cajas, ¿eh? - Sonrío, asintiendo. La verdad es que me apetece bastante, no exactamente comida china pero si todo lo demás. Lo que me lleve después a la boca me es indiferente. Pero un sofá, Alec y sus mimos siempre son una buena opción, sea la hora que sea.

No ha sido fácil llegar a este punto. El casero no ha querido devolverme la fianza, pese a que el piso esta incluso en mejores condiciones que cuando lo alquilé. Pero era algo que ya esperaba, nunca ha sido un hombre agradable y siempre intenta sacar tajada de todo. Ni siquiera tiene un seguro para el piso y si algo se rompe no se preocupa de arreglarlo pese a ser su deber. Pero los clientes... Acepté la petición de Alec de dejar el trabajo que andaba ejerciendo. No era una buena idea y lo supe desde el principio, pero una vez empecé ya pensé cada vez menos en ello y eso me había llevado a mi actual situación. Si, quizás jamás habría conocido a Alec de no ser por ese trabajo. He pasado por cosas malas pero Alec... creo que él podría ser suficiente recompensa. Solo él es capaz de alejar las pesadillas, los recuerdos de todas esas noches.

Llegamos a su casa -nuestra casa, Magnus.- debo acostumbrarme a que ahora yo también vivo aquí. Hay espacio de sobras para ambos, pero aun así los tres días que llevo aquí con él he dormido en su cama, con él. Dormir y lo que no es dormir... pero es que por Gaga, no soy capaz de dejar de amarle. Es como una droga, contra mas lo pruebas mas deseas. Y Alec es droga de la mejor calidad. Amor puro.

 Adoro oírlo murmurar en sueños. Supongo que habría gente a la que le molestaría tener a alguien que hable mientras duerme, pero yo disfruto de Alec, pues se que sueña conmigo. La otra noche le oí en sueños mientras me pedía que no le abandonara jamás. Y oh, por Gaga... me siento como si todos los príncipes azules se hubiesen unido para formar a uno solo y yo soy tan afortunado de haberlo encontrado y, sin saber como, haberlo enamorado. Porque ¿qué puede estar viendo Alec en mi? Él es esa persona perfecta con la que todos soñamos, no yo.

Un beso en el cuello me saca de mis cavilaciones, haciendo que me gire hacia él. Le sonrío en respuesta y no tardo en unir mis labios con los suyos en un beso tierno, acariciando su sien y enredando mis dedos en sus mechones rebeldes unos segundos. -¿Vienes al sofá o tengo que llevarte a rastras? 

Sonríe de esa forma tan encantadora y opto por interpretar que tengo que llevarlo a rastras, así que agarro su camisa y tiro de él con una sonrisa pícara, caminando de espaldas hasta que ambos caemos sobre el sofá, él sobre mi. Aunque poca importancia tiene quien va donde cuando lo mas importante es que nos estamos comiendo a besos. 

Bajo mis manos a su cadera, tirando de su camisa hasta sacarla del borde de su pantalón, arrastrándola por su espalda para acariciar su pálida piel. Adoro su piel. Es cálida y suave, tan genial al tacto... y sus respuestas cuando le toco la hacen todavía mas atractiva.  - Amo tu piel, Alexander... es increíblemente suave. - Tiro aún mas de su camisa hasta que dos de mis neuronas conectan y me percato de que tengo que desabrochar los botones para lograr deshacerme de la maldita prenda.

La camisa cae al suelo al tiempo que mi boca atrapa uno de sus pezones con pericia. Le oigo gemir en mi oído y sonrío satisfecho. Al menos mi trabajo me ha dado una gran experiencia y soy capaz de volverlo loco con los mínimos toques necesarios. Y oh, joder, me encanta oírlo jadear y suspirar, sobretodo cuando mi nombre esta incluído en el pack. Mi camiseta tarda pocos minutos en hacer compañía a su camisa y siento sus labios en mi pecho repitiendo mis acciones. Sonrío cada segundo un poquito mas, acariciando su espalda con una mano y enredando la otra entre sus revoltosos cabellos, arqueando mi espalda cuando sus dientes rozan mi pezón. - Oh Alec... - Suena el timbre. - ¡Oh, mierda!

Su cabeza se separa automáticamente de mi cuerpo, alertado por el sonido del timbre. Suspiro dejando caer la cabeza de nuevo contra el sofá. - Maldito el momento en el que decidiste pedir comida china...- Ruedo los ojos suspirando con fuerza por la cortada, aunque al segundo siguiente me deleito ante el torso desnudo de mi ¿novio? abriendo la puerta y dándole un par de billetes al chino a cambio de la comida, que por cierto huele deliciosamente bien.

Me levanto del sofá en cuanto cierra la puerta, caminando hacia él mientras lo veo sacar los paquetes y dejarlos sobre la mesa, rodeando su cintura con mis brazos, besando sus hombros y su nuca, acariciando su abdomen ligeramente marcado con las yemas de mis dedos. -Alexander...¿puedo considerarte mi novio? - Oigo la leve risa al otro lado de su cuerpo y gira la cabeza hacia atrás, observándome de reojo. - Yo les he dicho a mis padres que tengo un novio magnífico que es increíblemente guapo. Así que creo que si yo puedo llamarte novio tu también puedes hacerlo. -Sonrío al recibir su beso, estrechándolo un poco mas entre mis brazos. - Por cierto, mi madre esta deseando conocerte. - Oh, mierda. Tengo suegra.

The power of loveNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ