7. El compositor

1.3K 172 25
                                    

  'Because with your hand in my hand and a pocket full of soul
 I can tell you there's no place we couldn't go'  
Mirrors - Justin Timberlake 

◄ ◄◄◄◄ ►►►►►   

'¿Puede considerarse esto una amistad? - A'

-'Definitivamente. - M'

-'Me ha gustado pasar esta tarde contigo - A'

-'¿Quieres repetir mañana? - M'

-'Mañana y siempre - A'

Lanzo el teléfono a la mesilla, acomodándome contento sobre la cama, cerrando los ojos con una sonrisa. Pensaba que tardaría en acercarme a Magnus... o que nunca lo conseguiría. Pero apenas han hecho falta quince días para llevarnos bien. No era mi intención volver... no era mi intención verlo mas que una vez... pero joder, después de verlo en persona me fue imposible no hacerlo. Y poco a poco los días fueron avanzando, los servicios diarios los esperaba cada vez con mas ansias... y joder, solo quería tiempo con Magnus. Me daba igual cuanto, me daba igual cuando y me daba igual para qué. Solo quería tiempo. Y sigo queriendo tiempo a su lado, solo que ahora por fin he logrado acercarme a él.

Desvío mi mirada hacia la mesilla donde he dejado el teléfono, sonriendo al recordar los mensajes. Lo del videoclub fue algo mas bien improvisado, pero parece que hay que seguir el instinto. Quizá realmente sea compatible conmigo, pese a dedicarse a lo que se dedica.

Supongo que tengo que llegar al fondo del asunto para ver si realmente puede surgir algo. Porque esta claro que empiezo a sentir algo por el castaño y no pienso negarme a eso. Es la primera vez que me siento interesado por una persona mas allá de lo físico, en mis veinticuatro años de vida. Ya iba siendo hora.

Decido acostarme antes de que se me haga mas tarde o mañana se me pegarán las sábanas. Aun asi, logrando dormirme, Magnus es quien aparece constantemente en mi sueño.

- '¿Las cinco esta bien? -A'

Le envío un mensaje en uno de mis descansos entre clases durante la mañana siguiente. No contesta y cuando vuelvo a mirar en el siguiente descanso una hora mas tarde todavía no he recibido respuesta alguna. Me pone extrañamente cabreado la idea de que esté con un cliente en estos precisos momentos. Que alguien esté aprovechándose de él. De su trabajo. Son pasadas las tres de la tarde cuando recibo su contestación. Solo el hecho de que se tome un segundo para responderme hace que mi humor vuelva a dar un giro de ciento ochenta grados.

- 'Las cinco sería perfecto - M'

- 'Allí estaré -A'

Guardo el móvil en mi bolsillo y vuelvo a casa con una sonrisa en la cara, preparando unas galletas caseras de las que siempre me he sentido orgulloso y de las cuales presumo sin parecer presuntuoso, porque cualquiera que las pruebe corrobora mis palabras. Espero que a Magnus le gusten también.

Con las galletas en una cajita y mi mejor colección de CD's en mi bandolera, a las cinco en punto estoy llamando a su puerta. Como es habitual, apenas tarda unos segundos en abrir, deslumbrandome con esa sonrisa tan suya. -Te he traído galletas... me gusta hornear cuando estoy contento. - Le tiendo la cajita, apenas habrá una docena, pero siempre he dicho que lo bueno si breve dos veces bueno.

Entro en su casa, quitándome la cazadora y desentumeciendo un poco mis hombros. Noto sus manos en ellos dándome un suave masaje y sonrío, girándome hacia él. -Parece que se te dan bien los masajes...¿estudias para fisioterapeuta? - Pruebo, aunque no creo que sea la opción correcta. Nadie viene a prostituirse a Nueva York para ser fisioterapeuta. 

Lo veo negar con la cabeza y sonrío. -¿Estudias algo? - Saco los discos de mi cartera, dejándolos sobre la mesa al tiempo que ojeo las estanterías hasta dar con el reproductor. Tengo la costumbre de trabajar con música, me siento mucho mas inspirado. -  Magia y espectáculos - Sonrío devolviéndole la mirada con ilusión. - Así que ...¿eres un mago? - Le tiendo la mano de la forma mas caballerosa que puedo tras poner uno de los CD's en el reproductor y darle a reproducir a una de mis baladas favoritas.

 Me tiende su mano de vuelta y lo acerco a mi, rodeando su cintura con un brazo, notando como se apoya en mi pecho y sigue mis movimientos. - ¿De dónde sacas la música? Siempre he presumido de tener una buena base musical, pero no ubico ninguna de las piezas que pones. - Se me escapa una pequeña risita, apoyando mi mentón contra su sien mientras seguimos bailando al ritmo de mi última pieza. - Es de un compositor nuevo... un estudiante. - Le doy una vuelta sobre si mismo, volviendo a dejar que se acomode en mi pecho. - Es muy bueno... - Sonrío, no queriendo que se me suba a la cabeza, pero agradecido. - ¿En serio lo crees? - Se separa de mi un poco, asintiendo. - ¿Crees que podrías pasarme algunas piezas? Estarían bien para alguna de mis interpretaciones...- ¿Usarlas él?¿Mis piezas? - Pues... no lo se. Quizá deberías llamarle y preguntarle directamente. 

Cojo su teléfono de la mesa, marchando mi número y dándole a llamar, llevándolo a su oído riendo interiormente al ver su cara de sorpresa al mismo tiempo que mi móvil suena en mi bolsillo. Lo saco con mi mejor imitación de una cara de sorpresa y cojo la llamada, riendo al ver su cara. - ¿Si? - Me sonríe y me muerdo el interior del labio, aguantándome la risa cuando cuelga y me lanza el teléfono riendo. - ¿Es tu música?¿Tus composiciones?¡Alexander, eres un genio! - Río negando con la cabeza, dejando su teléfono sobre la mesa de nuevo y guardando el mio. - Solo pongo pasión en lo que hago...al igual que tu. Y ya sabemos que tu pasión y la mía juntas resultan una muy buena combinación así que... 

Saco un pendrive de mi cartera, entregándoselo. - No están todas, pero hay unas cuantas si quieres probar a hacer algo con ellas. - Cuando va a cogerlo hago amago de retirarlo, riendo antes de volver a tendérselo para que esta vez si pueda quedárselo. - Solo procura no perderlo... no están registradas y no me gustaría que nadie me las robara. Te estoy confiando ocho años de mi vida. Cuídalo, es importante.

The power of loveWhere stories live. Discover now