C15. Un amor irrompible.

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Sora siempre se había preguntado porqué estaba tan sola. Veía como los demás niños reían y jugaban con aquellas personas que llamaban padres... ¿Por qué ella no tenía ninguno?
Solía ser una niña que trataba de encajar con las personas que le rodeaban sólo por puro miedo a volver a la soledad. Siempre entrenaba duro para ser fuerte y despertar interés en los demás sobre ella.
Llegó a odiar a más de uno por el rechazo que le proporcionaban. Nadie quería convivir con ella, y cada vez sentía que era una niña desdichada que no tenía ningún propósito o razón de vivir.

Hasta que apareció él.

—¡Los odio a todos! S-son... ¡Son unos malditos!

Los pequeños nudillos de la niña sangraban por estar golpeando un tronco repetidas veces.
Ese día también le habían excluido y hecho sentir como el más insignificante ser. Todos. Los niños la alejaban con palabras hirientes. Era demasiado sorprendente el nivel de destrucción psicológica con el que contaban los infantes.

¿Por qué?

—Yo... algún día los... l-los mataré a todos —susurró triste.

[...]

El tercer Hokage le había mandado a llamar aquella mañana.

—¿Para qué me ha solicitado? —preguntó ella indiferente.

—Sora, tu profesor de academia, varios ninjas de élite y yo, hemos estado observando el gran progreso que hay en ti. Tienes tan sólo 6 años y superas por mucho a algunos genin de aquí —aquello que dijo Hiruzen llamó la atención de la niña. ¿Tanto había mejorado?—. Eres maravillosa, y hay alguien en especial que quiere convertirse en tu mentor.

¿Alguien que quiere convivir conmigo? ¿Existe alguien así?

—Debes de tener mucha suerte como para llamar la atención de uno de los tres ninjas sannin legendarios —dijo el que era su actual profesor en la academia.

—No digas tonterías. Ella no tiene suerte, ella tiene la fuerza —le replicó el tercero.

Quiso llorar, pero la felicidad no la dejaba. A veces, los adultos solían olvidar que Sora era solamente una niña, por más fuerte o más inteligente que se mostrara; ella tenía un corazón puro, que únicamente solicitaba cariño fraternal.

Alguien que se interesa en mí... ¡Alguien que me nota!

—Pasa, Orochimaru.

La puerta de la oficina se abrió, y tras de ella pasó un hombre muy raro —a la vista de la pequeña azulada—. Él la miró sin ninguna expresión, y después dirigió su vista al Hokage.

—Sora, él será tu nuevo maestro.

Y quién diría que de ese día en adelante crecería un vínculo entre ambos que pareciese irrompible.

[...]

—¡Orochimaru-sensei! —le gritó la niña tratando de alcanzarlo.

El susodicho giró su vista a ella y paró de caminar.

—Hey, ¿qué pasa?

La peliazul se apoyó en sus rodillas respirando con dificultad. Vaya que sí había corrido mucho intentando seguir el paso de su mentor.

—Y-yo quería... —suspiró cansada— invitarle a c-comer algo, yo pagaré con lo que he ganado en mi primer misión como chunin.

El hombre la miró un segundo, y después sonrió.

—Pues habrá que ver...

[...]

Los lazos que se habían formado con el paso de los años iban más allá que aquellos de alumno-maestro. Orochimaru se había convertido en esa persona que amas por sobre cualquier cosa en el universo, por la cual darías tu vida por verla sonreír siempre. Sora no se imaginaba vida alguna sin el hombre, se había vuelto dependiente a él.
El sannin le mostró algo que nunca nadie le había dado: amor. Le enseñó lo que era ser querido por primera vez. La niña nunca sintió que alguien la necesitara, hasta que Orochimaru apareció.
El cariño que le tenía era exagerado, tan fuerte e infinito... parecía tan perfecto.

Otō-san. Pensó ella al ver que el hombre accedía a llevarla al parque donde solían ir todos los niños con sus padres. Ya existían varias veces en las que por un pelo se le sale aquella palabra tan singular.

—Sensei... —le llamó Sora.

Éste la miró esperando que siguiera con lo que profería.

—Yo... daría mi vida p-por usted, es un buen hombre y mi mejor amigo —se sonrojó bajando la mirada avergonzada. 

Orochimaru soltó una risa sin gracia alguna.

—No digas tonterías, Sora.

—¡No son tonterías! Usted... usted es la mejor persona en el mundo, lo quiero más que a mi vida. ¡Siempre lo protegeré aunque ésto me mate!

Tenemos que volver, ya está atardeciendo —dijo sin ninguna emoción Orochimaru. Lo que le había mencionado la niña no le había agradado para nada, él no aceptaría ningún lazo con nadie de esa aldea; odiaba solo pensar en él sintiendo compasión por un sentimiento tan banal como el amor.

La historia desde ese día cambiaría demasiado, para ambos.

ESCRIBÍ ESTE FUCKING CAPÍTULO MÁS DE 4 VECES PORQUE EL ESTÚPIDO DE WATTPAD SIEMPRE ME LO BORRABA ASH.

Equis, este cap está rellenito de feels y sé que la historia es de amor con Kakashi y la wea, pero quise hacer las cosas algo diferentes xd
No se me preocupen, que pronto vendrá más salseo con nuestro precioso enmascarado 7u7

¡Nos leemos luego! ♡

N/A edición: La neta lo único q me mama de mi historia es este amor fraternal q hice de Sora y Ortochimaru, it's so kawaii 

AZUL CIELO || kakashi hatakeWhere stories live. Discover now