C8. Cierra los ojos.

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—¿Y ahora? —Sora se movía intranquila.

Ambos se encontraban arriba de un árbol, sentados en una rama de éste mismo que se veía realmente resistente. O al menos lo suficiente para sostener al par de adultos.

El peligris se encontraba leyendo uno de sus libros pervertidos, ignorando a Sora. Cosa que le molestaba demasiado. Odiaba ser ignorada.

Bien, procederemos al plan "Molestar a Kakashi-senpai" prepararse todos. Habló mentalmente con muchas "Sora" pequeñitas formando una hilera que habitaba en su mente.

No, no estaba loca.

—Kakashi-senpai —llamó arrastrando las palabras.

Al darse cuenta que era totalmente omitida por su compañero, dio unos cuantos saltitos acercándose a él. Cada una de sus piernas estaba a un costado de la rama, así que cada vez que daba un saltito, se raspaba la entrepierna gracias a sus shorts. Poco le importaba, descuidada siempre había sido. 

Las rodillas de ambos chocaron, eso quería decir que estaba lo suficientemente cerca.

Con este hombre nunca es suficiente.

¿Qué procedía? Mirarlo fijamente.
Esperaba no ponerse demasiado colorada, o no desmayarse por la vergüenza.

Así pues, lo miró con intensidad, tratando de llamar su atención.

Dios, ¿cómo demonios este hombre, teniendo sólo una oreja y un ojo descubiertos, pueda ser tan terriblemente hermoso?... Espera, ¿qué digo? O sea, Kakashi-senpai es en extremo guapo, pero hasta ahí. Eso no quiere decir que me guste.
¿Pero en qué maldito momento me pregunté si me gustaba? No, supongo que a mí me gusta Ryosuke. Él es precioso. Y es muy bueno conmigo... pero no, no acaba de convencerme. No. Ryosuke no me gusta, lo acabo de conocer, babosa. Es muy pronto para hablar pero... no.
En cambio, Kakashi-senpai...

Se calló a sí misma al ver que el hombre quitaba la vista de su lectura, para mirarla a ella.

No apartes la mirada. No apartes la mirada. Se repetía a sí misma. Ambos se sostenían la vista, uno más nervioso que otro. Los orbes negros se combinaron con los azules.

Un hermoso azul cielo.

—Sora, cierra los ojos —ordenó Kakashi.

—¿Por qué? —Parecía que la chica estaba hipnotizada; no podía apartar sus ojos de los de él.

—Ciérralos o no te daré el regalo que tengo en mi bolsillo.

La conocía como la palma de su mano, y sabía que era de lo más ingenua.

—¡B-bueno! —asintió y cerró sus ojos fuertemente.

El silencio se hizo presente. Sora tenía miedo. ¿Qué tal si me tira del árbol D:? Pensaba asustada.

Poco a poco sintió una respiración cerca de su nariz.

¿Qué rayos...? Le daban ganas de rascarse la punta de la nariz, pero se contuvo.

De un segundo a otro, sintió algo en sus labios.

¡Eran otros labios!

¿QUÉEEEE? ALGUIEN ME ESTÁ BESANDO, ALO POLICÍA.

Los labios contrarios abrazaban los suyos, mientras que ella torpemente correspondía.

¿Era su primer beso? Sí.

No sabía cómo explicar lo que sentía, era una sentimiento en el pecho que le obligaba a sentirse bien. Nunca había experimentado sensación parecida, su estómago dolía de una manera linda y peculiar. Sólo conocía este tipo de situaciones por los libros de romance que leía una que otra vez. 

De pronto sintió frío en su rostro. Habían dejado de besarla, quiso chillar, pero de lo emocionada que se encontraba, no pudo.

—No abras aún los ojos —le ordenó aquella voz que hacía que los "pum, pum" de su corazón aumentaran la velocidad.

Seguro estaba tan roja como la sangre, lo sabía; pues sentía el rostro caliente cual día en pleno verano. 

Unas manos la tomaron de la cintura, y la arrastraron al cuerpo del peliplata. Quedando así pegada, literal, al abdomen del hombre.

No dijo nada.

Aún tenía los ojos cerrados, y no quería abrirlos. Le daba un toque misterioso.

Entonces volvió a sentir el calor de otros labios ajenos a los suyos, pegados contra los de ella. Moviéndose, casi a un ritmo ridículamente hermoso, lento, pero satisfactorio. O así lo sintió ella.





N/A: k cochinos y con niños cerca 

AZUL CIELO || kakashi hatakeWhere stories live. Discover now