Capitulo 36. De Vuelta a dónde Nuestra Historia Comenzó

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En el capítulo anterior Ash regresó a Goodra a su hogar en el pantano y por petición de Puni-chan también tuvo que liberar a Greninja, después de eso Ash y Serena se despidieron de sus amigos e iniciaron su nuevo viaje, con una escala en Pueblo Paleta.

Después de que Ash abriera la puerta y anunciará su llegada una mujer de cabello castaño y ojos color almendra salió de la cocina para recibirlo, pero se quedó estática en la puerta con una expresión de sorpresa al notar la presencia de la chica de cabellera color miel que tímidamente se ocultaba detrás del chico.

—Ash ¿Ella es tu amiga Serena, verdad? —preguntó Delia al recuperarse del shock de su repentina aparición.

—Sí mamá, pero ella no sólo es mi a mí... —intento contestar el joven pero fue interrumpido por su madre.

— ¿Dónde están tus modales, Ash? ¿Cómo puedes dejar a esta linda señorita en la puerta? Pasa linda, estás en tu casa —comentó la mujer con una sonrisa mientras apartaba a Ash para que Serena pasará.

—Bueno me gustaría poder platicar con ustedes, pero ya es muy tarde y deben de estar agotados por el vuelo. Así que preferiría que fueran a la cama para hablar mañana pero... hay un ligero problema.

— ¿Que sucede mamá?

—Bueno estos días Mime ha estado un poco enfermo y está durmiendo en la habitación de invitados y la única habitación disponible es la Ash, pero sólo hay una cama.

—No hay problema mamá, Serena puede dormir en mi cama y yo dormiré en el sofá —contestó Ash con seguridad.

Delia estaba bastante sorprendida por la repentina e inusual caballerosidad de su hijo, pero decidió no hacer ningún comentario por el momento, ella ya tenía una ligera sospecha de lo que estaba pasando, pero conociendo a su hijo preferiría no ilusionarse demasiado.

—Está bien, descansen y hablaremos en la mañana —se despidió la mujer para volver a su habitación, después de que Delia se retiró Ash tomó a Serena de la mano mientras la conducía hacia su habitación

—Bueno, aquí vas a quedarte cariño.

En la habitación había una cama en una base ligeramente alta frente a ella había un estante con varios estuches y lo que parecía ser un trofeo, además de una pequeño escritorio y en las paredes habían algunos póster de la Liga Pokémon.

— ¿Estás seguro de que está bien que duermas en el sillón? —preguntó la chica apenada.

—Por supuesto, amor. No quiero que tú estés incómoda —esa respuesta provocó un sonrojo en la chica quien se acercó a sus labios para besarlo.

—Amor, gracias por cuidarme tanto.

—De nada, mi cielo. Pero es cierto que debemos descansar, buenas noches mi Serena —dijo el chico antes de darle su beso de buenas noches.

—Buenas noches, mi Ash —la chica repitió el gesto de su novio, tras lo cual él se dirigió de nuevo a la sala, y ella se ponía su pijama para entrar en la cama.

Unas cuantas horas después la luz del amanecer inundaba el pintoresco paisaje de Pueblo Paleta y los Dodrios cantaban para darle la bienvenida al nuevo día.

Delia se levantó temprano como ya era su costumbre, cuando salió a la sala pudo ver a Ash graciosamente dormido en el sofá, para ella era bastante tierno ver a su único hijo dormir, desde que cumplió los 10 años Ash comenzó su viaje para convertirse en un Maestro Pokémon y por esa razón sólo permanecía en casa el tiempo suficiente para prepararse para su siguiente viaje.

El ver que su ya no tan pequeño hijo dormía en la sala le recordó la presencia de su inesperada invitada, quién dormía tranquilamente en la habitación de arriba, la mujer sólo sonrió y se dispuso a hacer el desayuno para ambos jóvenes.

Algo Verdaderamente DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora