•Capitulo 35•

757 96 15
                                    

Narrado por TN

Mientras encontraba mi camino devuelta a casa, mi alrededor empezó a dar vueltas; estaba mareada. No sabia cual de las dos razones podría ser, una de ellas es porque no he comido nada decente en...algún tiempo. La segunda es por la cantidad de sangre que perdí, que en realidad, tampoco fue tanta. Nathan me había prestado un suéter, para que nadie notara las heridas frescas en mis brazos. 

Había llegado a la puerta de mi departamento, en realidad es la de Ashley y Mike, solamente sigo quedándome aquí, debería considerar pronto encontrarme mi propio lugar, debo de estarlos enfadando a este punto. Abrí la puerta, justo en la sala viendo la televisión estaban ellos, Ashley tenía a Natalia dormida en brazos con Mike a un lado suyo, sus miradas me invadieron al entrar. Ashley parecía aliviada de verme, con cuidado paso a Natalia a Mike, después se acercó a mi.

Ashley:¡_________! Alfonso solo dijo que te habías ido, ¿Todo bien? ¿Acaso te dijo algo que no te pareció o...- 

Yo:Ashley –me reí débilmente ante su preocupación– No paso nada. Me sirvió mucho que Alfonso haya venido, me había dicho que sería buena idea si salia y eso fue lo que hice.

Ashley:Entonces...¿ya esta todo bien?

Yo:Todo mejorará, te lo aseguro. Um, voy a descansar, estoy algo cansada –en realidad, los mareos me estaban dando mas fuerte, la habitación daba más vueltas que antes. Ashley solo asintió en respuesta

Me di la vuelta, sólo había dado unos cuantos pasos, había avanzado menos de un metro cuando de repente escucho la voz de Mike.

Mike:_________, espera –dice inquieto. Me detengo en cuanto dice eso

Yo:¿Que pasa Mike? –no tenía idea porque quería que me detuviera

Mike:–mira a Ashley– Ash, mira. 

Centra sus ojos en la parte de abajo de mi cuerpo, Ashley al ver esto hace lo mismo. Claro, yo también tenía que hacerlo. No se como no había sentido antes, creo que el mareo me dio una pista, gotas de sangre caían desde mis brazos, incluso dejaron un camino desde que entre. Mike de inmediato se llevó a Natalia de la habitación, esto no era algo para que ella viera, aunque fuera un bebé y probablemente no recuerde nada después, no está bien que ella estuviera aquí.

Ni decir como estaba Ashley.

Se sentó un momento, no sé si para sostenerse o para pensar bien lo que iba a decir; tal vez los dos.

Ashley: No estoy...–comenzó a decir– molesta ni enojada, solo estoy...decepcionada; de las dos. –su voz quebró un poco después de eso– Esperaba más de tu parte, y yo en no confiar demasiado en lo que me decías, decías que estabas bien, está claro que no.

Yo:Ashley por favor no me digas eso, yo...-

Ashley: Por favor no digas que lo sientes, esta vez no va a funcionar. Supongo que entonces Alfonso no te ayudó mucho. ¿A donde fuiste que tuviste el tiempo de hacer eso? –baje la cabeza, con miedo de responder. Ella juntó las piezas al instante– Estabas con el, ¿Cierto? ¿Con Nathan? –sacudió la cabeza– Pensé que era mejor que eso. 

Quedamos en un momento incomodo por unos minutos, ninguna de las dos sabíamos que decir. 

Ashley:Lo siento _________ –le costó un poco pronunciar las siguientes palabras– No creo que sea buena idea que sigas quedándote aquí

Yo:¿Q...que? –no comprendía lo que me quería decir, o tal vez si, pero no lo quería aceptar– Es por lo que me hice hoy ¿Verdad? Si es por eso; lo siento, mira, solo me tomo desprevenida, fui débil, lo admito. Pero no puedes estar diciendo esto enserio. –me estremecí, sabía que iba en serio– Somos mejores amigas, deberíamos de estar ahí para las dos.  

Ashley:________, me importas mucho. Me importó tanto que me quede contigo durante todo, he aguantado todo lo malo, tratando de ayudarte. ¿Quien te defiende, cuando nadie mas lo hacia? Mucho antes de que conocieras a German. Tienes razon, yo. Pero ya es suficiente, seras mi mejor amiga, te quiero, pero hay un límite y lo acabas de cruzar. 

Yo:¿Crees que tirandome a la calle va a hacerme sentir mejor? –gruñi 

Ashley:–sacude los hombros– Lo siento. Pero tengo a una hija, tengo que pensar en ella ante todo. De nuevo, lo siento.  

¿Todavía hay posibilidades de que todo esto sea un sueño? Porque si es asi, me gustaria despertar ahora por favor. Corrí a mi ahora antigua habitación, empezando a recoger mis cosas. ¿A donde voy ahora? Literalmente acabo de perder la última persona de confianza que tengo en este mundo. 

¿Nathan? No. Mala idea, ni hablar. ¿Mi mamá, Luis? Parecía la peor idea del mundo, pero es mi último recurso, no puede que caiga más bajo que ellos. Terminando de recoger las ultimas de mis cosas, me fui, asi sin mas, ni siquiera una despedida, no creo que lo hubiera soportado. Hablando de soportando, no creo que pueda seguir de pie más tiempo, he perdido más sangre de lo que tenía planeado. 

Para mi sorpresa ellos siguen aquí, no se exactamente porqué, pero al parecer empezaron a rentar una casa no muy lejos. Aun así tuve que tomar un taxi para llegar ahí, al llegar, dude un poco en tocar la puerta. ¿De verdad esta era mi ultima opcion? Tal vez me falto alguien, algún lugar a donde ir...  

Antes de que tuviera tiempo de arrepentirme, Luis abrió la puerta.

Luis:¿________? –sonrió sorprendido– __________, estas aqui –se acerco a mi y me abrazo, al separarse, vio que tenía mi mochila con mis cosas– ¿Y eso?

Yo:Umm...venía a...no se si puedo, umm, no se... 

Luis:¿Quedarte aquí un tiempo? _________, no tienes que preguntar, claro que si, seguimos siendo tu familia. Entra.

Me dejo pasar primero, no le tome mucha importancia a la casa en si, total, me daba igual. Convenientemente, sentados en la sala de estar viendo la televisión, estaban mi madre y su esposo. 

Silvia:_________ –igual de sorprendida de verme– ¿Qué haces aquí?

Yo:Bueno...mamá, queria saber si podria quedarme aqui, con ustedes algun tiempo. Necesito...necesito un lugar donde quedarme

Silvia:¿Que paso? La vida fuera del alcance de tu familia no está funcionando? –me lo decía como si le diera gusto– No importa lo que paso hija. Claro que te puedes quedar, somos tu familia después de todo.

Sangre significa que estamos relacionados genéticamente, no significa que seamos una familia, dejamos de serlo hace mucho tiempo.      

Silvia:Cariño –dirigiéndose a su esposo– ¿Puedes enseñarle a _________ donde se va a estar quedando? –el aceptó 

(N/A:Bueno...como soy idiota y al parecer se me olvidan los nombres de mis propios personajes, no me acuerdo si le puse un nombre al esposo de la mamá de Rayis, asi que solo le pondre el primero que se me ocurra, si ustedes se acuerdan, diganmelo y después lo corregire)

Cesar me llevó a la cual sería mi nueva habitación, el argo mis cosas hasta ahí y los dejó sobre la cama. Estaba dando unas vueltas por la habitación, cuando de repente siento unas manos en mi cintura jalandome. Era César, pegándose hacia mi, mucho.    

Cesar:Tranquila, no pasara nada, solo quiero...-

Ahora se acercó mi cara, tratando de besarme ¡Besarme! Por suerte, lo esquive, no puedo decir lo mismo por el resto de mi cuerpo. Pateaba, golpeaba, rasguñaba, todo lo que pude pero nada servía. Si no hacía algo rápido terminare sobre la cama. 

Plante mis pies tan firmemente en el piso como pude, logre ponerlo frente mío, después levante la rodilla con todas mis fuerzas que tenía en ese momento incrustando en sus partes privadas. El quedo en el piso en extremo dolor, no desperdicie ni un momento, salí corriendo de la casa a la calle, me fui de ahí tan rápido que no me habia dado cuenta que la mitad de mi blusa estaba rota y mi rostro estaba en lágrimas.   



Detrás de una máscara (Germán Garmendia y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora