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Becca.

¿A dónde has ido a partir? Eras solo tú la única esperanza que tenía para salir de mi hoguera, del dolor que me carcomía el alma, ahora ya no estás.

Oír decir al doctor que su pequeño corazón ya no latía conmigo fue cómo si de repente, mi vida ya no tenía algún soporte para seguir.

Mi niñez había sido una carga muy dura, mi adolescencia pensando en que hacer para poder salir de aquél hueco en que me encontraba metida, apenas pude encontrar mi paz durante seis meses al salir de aquello y de nuevo volví a caer, pero esta caída fue la más dura que la vida pudo darme, ¿Tal vez lo perdí sabiendo que le esperaba lo mismo que yo? ¿Es por eso que se fue?

Quisiera saber porque te fuiste de mí, me dejaste muy enamorada y con aquél cariño que esperaba que pudieras disfrutar, espero que los últimos segundos que te quedaste conmigo hayan sido lo suficientes para irte muy feliz.

—¿Qué fue lo que paso? –oí decir a mi madre quién se acercó al doctor en el umbral de la puerta al igual que todos lo que estaban ahí, mientras me traían de vuelta a la habitación.

Lo demás fue simplemente ver sus expresiones, ya que lo único que podía hacer bien en ese instante fue derramar aquellas gotas saladas de mis ojos, ni siquiera obtenía esa fuerza para sollozar, sencillamente las gotas caían y caían, mamá con sus manos tibias llegó a mí, limpiando esas gotas que no dejaban de presenciar.

Cada uno fue saliendo de la habitación, Ben, Estefan, Dylan, Shannon y Alexa.

Quedando mamá, Ivy y Jared, que no había ninguna palabra de por medio y lo único que pude aludir fue negar con la cabeza, mamá entendió y hizo que Ivy y Jared, salieran con ella.

Este último, al volverme a mirar con aquellos ojos hizo darme cuenta que lo único que podía unirnos acaba de irse para siempre, así cómo también sabía que pronto me iría de aquí y jamás lo volvería a ver, mientras estaría pensado en aquél futuro que pude tener si mi pequeño ángel nunca se hubiera marchado, tal vez su padre jamás debió cruzarse conmigo, tanto así que se fue, solo por mi paz, pienso yo.

Jared.

Verla desmoronarse al notar que nuestro bebé ya no se encontraba con nosotros, fue otro tropiezo para mí, el sentimiento de culpa empezó a dominar toda mi mente, de pies a cabeza.

Han transcurrido por los menos siete horas desde lo sucedido, cada minuto pasaba viéndola desde el cristal de la habitación de hospital, recostada sin si siquiera mover un pelo.

Los médicos venían a revisar su condición, ella tan solo movía la cabeza ante cualquier pregunta que se le presentaba, lucía muerta en vida, sus mejillas color melocotón que tanto extrañaba admirar ya no estaban en ella, ni tampoco ese aire de paz y libertad que era capaz de transmitirme cada vez que la veía a aquellos ojos.

~∆~

Narrador O.

Llegó la hora de salir, salir de aquella cueva, para Becca enfrentarse a los medios a sido siempre una lucha constante desde que su vida se mezcló con la de aquél chicos de ojos azules. 

Hasta la paredes tienen oídos y eso lo termino por confirma Becca, al saber que todo el mundo ya se encontraba enterado de la perdida del bebé de la famosa expareja del momento, Becca y Jared.

Toda la prensa llegó a las puertas del hospital, sin importar las inquietudes de los otros pacientes instalados en aquél lugar.

Becca explotaría en cualquier momento y Jared lo sabia a ciencia cierta, ver todo el peso que la chica que aún ama lleva consigo, hizo que él también tuviera una carga mucho más pesada que el de ella, pero él no presto atención a aquello.

Becca estuvo custodiada por su madre y otros hombres más, pero eso no basto para que la dañaran de una manera tan semejante, no la habrán tocado ni un pelo pero las palabras fueron como sal en su herida.

"¿Es cierto que perdiste a tu bebé?" "¿Quién fue el padre de tu bebé?" "¿Jared engaño a Trina Campbell, contigo?" "¿Aún tienes algo con Jared?"

La cabeza de Jared se llenaban de recuerdos, aún más cuando aquellas preguntas resonaban en sus oídos, y entonces fue cuándo todo cayó a sus pies.

Sus puños golpearon a uno de los tantos periodistas, que si no fuera por Anthony quién estaba acompañándolo quién sabe que tan lejos hubiera llegado, los flashes se hicieron más intensos.

Becca no prestó atención y fue a la camioneta junto a su madre, mientras que Jared tan solo esperaba a que ella se fuera, así estaría seguro de que por fin se alejo de esos lobos.

Y antes de lo previsto, Dylan llegó a Becca, y así fue como se marcharon, los ojos de él impregnados en aquella escena de la mujer que tanto amaba en los brazos del quién siempre temió que lograría llevar a su entonces, libertad.

Había perdido a lo que más añoro alguna vez en su vida, estuvo apunto de obtener una familia, esa que deseó siempre, sin embargo ni siquiera tuvo tiempo para asimilarlo, todo llego a suceder tan rápido que él trataba de convencerse que solo era una pesadilla.

Pero la pesadilla recién está por comenzar.

No Way » Jared LetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora