Cap 34 "Tenerte cerca"

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Salte de la ventana y caí de pie en el pasto. Mire hacia mi casa para estar segura de que nadie se había dado cuenta y al ver que todo seguía en su lugar comencé a correr rápidamente.  Tenía que llegar a mi antigua casa, en el centro de Londres.

         Hacia meses que no visitaba aquel lugar, pero al llegar note que estaba igual que antes. Mis padres aun no modificaban mi habitación, seguramente les doliera hacerlo y seguramente algunas personas los traten de locos o algo de eso por no haber podido hacerlo. Yo no los veía de esa forma. Los veía fuertes, tratando se seguir adelante por ellos y mi hermana.

         Entre cuidadosamente por la ventana de mi antigua habitación y la recorrí con la mirada. Sí, todo en su lugar.  Camine hasta la repisa y vi notas mías de hacia años, en el lugar en el cual yo las había dejado. Luego  me dirigí al armario y lo abrí, dejando ver toda la ropa que usaba cuando tenía 17 años, tenía un estilo bastante complejo y audaz, totalmente contrario al de ahora: simple y poco llamativo.

         Salí de la habitación y recorrí la casa con total tranquilidad. Habían cambiado algunos muebles de lugar y otros eran nuevos. Había algunas nuevas fotos en las repisas, especialmente de mi hermana. Cada foto demostraba lo grande que estaba, la hermosa niña en la que se estaba convirtiendo y seguramente en la hermosa adolescente que seria. 

         Decidí ir a verla en persona. Quería verla dormir, respirar, seguir siendo esa niña hermosa que había visto meses atrás y que veía en las fotos.

         Y allí estaba. Profundamente dormida, tan inocente, tan vulnerable. No me gustaba que se viera vulnerable, eso quería decir que podían hacerle cualquier cosa y pensar aquello me daba asco y odio. No podía dejar  que a mi hermana le pasara algo: por ella y por mis padres. No soportarían perder a su otra hija, estaba segura de eso.

         Me senté a un lado de su cama y me quede viéndola dormir. En su mente logre ver su sueño. Muchos colores, algunos de sus amigos: todo parecía una fiesta de cumpleaños, feliz, divertida. Y allí estaba yo. Ella no me veía pero yo si me veía. Parada en el fondo, cruzada de brazos y con una media sonrisa en mi rostro.      De repente, mi hermana voltea y  me ve para luego decirle a su amiga “¡mira! Mi hermana está ahí. Ella es un ángel que me cuida”. Dicho esto, me sonrojo y desaparezco del lugar mientras que mi hermana  y su amiga miran como me voy.

         Sacudo la cabeza y la veo dormir un momento más, me levanto y me dirijo a la habitación de mis padres pero antes de entrar escucho un ruido en mi antigua habitación. Fue mínimo pero sé que alguien entro. Me dirigí hacia la habitación sin hacer ningún ruido que pudiera despertar a alguien o advertirle a la persona que entro que alguien está alerta.

         Llegue a la puerta de la habitación y agudice mi oído para escuchar que hacia la otra persona. Estaba casi segura de que no había salido de esa habitación. Tome el pestillo y coloque mi oreja contra la puerta.

         Escuche como la persona se encontraba allí, dando pasos bastante silenciosos y tranquilos y tocando un par de cosas. Me mordí el labio y gire el pestillo, para empujar la puerta lentamente y entrar.

-Harry, ¿Qué estás haciendo acá?-susurre y Harry volteo para mirarme.

-te seguí. –contesto él.

-¿Por qué?

-Quería verte. Y también me pareció raro que salieras sola a esa hora.

-me estabas vigilando.-le dije cruzándome de brazos y alzando una ceja. –te dije que no me gusta que lo hagas.

-lo sé, -dijo y se acerco un poco  a mi- tengo la necesidad de hacerlo, _______.

-ya veo.

-¿Sabes? Siempre quise entrar a tu habitación. A esta habitación- dijo enfatizando la palabra “esta”.

         Di un paso hacia atrás, y sin darme cuenta patio un mueble lleno de libros que había allí. ¿Cómo era posible que no recordara que estaba allí?

         Vi como los libros caían del mueble haciendo mucho ruido y me petrifique. No podían verme allí pero tampoco podían ver ese desastre. Harry rápidamente comenzó a juntarlos y a ponerlos en su lugar y unos segundos después lo comencé a ayudar. Escuche como alguien se levantaba, además de algunas voces: mis padres.

         Me apure mas en ordenar los libros pero decidí dejar algunos en el suelo, para que se dieran cuenta de que eso fue lo que causo el ruido. Tome a Harry de la mano y entre en el armario, cerrándolo detrás de mi espalda. Avance un poco y nos oculte detrás de un montón de ropa tirada. Siempre me metía allí cuando no quería que mis padres me encontraran cuando era niña y de adolescente en aquellos momentos en que había hecho algo mal y no quería que pensaran que fui yo.

         Era un lugar reducido pero estábamos a salvo, porque ese lugar nunca lo encontraron. Escuche como mis padres entraban a la habitación.

-Deben haber sido estos libros- dijo mi padre luego de haber soltado un suspiro.

         Cerré mis ojos con fuerza y agache mi cabeza. Escuchar sus voces después de tanto tiempo no me hacía nada bien, pero no quería llorar porque podría hacer ruido. Sentí como Harry me apretaba contra su cuerpo y apoyaba su mentón sobre mi cabeza. Una de sus manos me froto la espalda lentamente para confortarme.

-juro que escuche un ruido más grande- contesto mi madre. –no solo un par de libros.

-¿puedes tranquilizarte? Solo fue esto. Este todo bien. Si quieres revisamos la habitación.

         Escuchaba como ambos comenzaban a mover cosas en la habitación buscando algo o alguien pero era claro que no encontrarían nada. Pero hubo un ruido que me desconcertó. Alguien abrió la puerta de la habitación.

-¿Mami? ¿Papi? ¿Qué hacen?- dijo la pequeña voz aguda y somnolienta de mi hermana.

         Eso fue demasiado para mí. Hundí mi rostro en de pecho de Harry  y este me abrazo aun más fuerte.  Sentí como las lágrimas comenzaban a correr por mi rostro, mojando la camiseta de Harry.

-Cariño, no pasa nada. Ve a dormir.-contesto mi madre y sentí como le daba un beso. –solo estamos buscando algo.

-está bien.

-vamos, no hay nada.

         Sentí como los tres si iban de la habitación, apagando la luz, pero no podía moverme. Sentía la necesidad de seguir abrazada a Harry, llorando en silencio y no soltarlo nunca. Pero fue él  el que me soltó. Lo mire confundida y rápidamente el respondió besándome.

         Tomo mi rostro entre sus grandes manos para que yo no pudiera escapar, aunque no quería hacerlo, no quería escapar.  Mis manos se posaron en su cadera y acerque mi cuerpo más hacia el de él. Sus labios junto con los míos. Sentí una electricidad recorrer todo mi cuerpo, un calor extraño. Sentía como mis lagrimas se mezclaban entre nuestros labios en el momento en el que Harry comenzó a con ellos.

         No podía liberarme, no quería liberarme. El beso era muy intenso pero tierno a la vez. No entendía cómo era posible pero lo que Harry me hacía sentir era algo inmenso, gratificante y hermoso.

         Su lengua se abrió paso para jugar con la mía y yo no se lo impedí. Quería sentirlo, quería saber que el solo me quería a mí mediante aquel beso y que lo hacía porque me quería no para que dejara de llorar.

         Cuando se separo de mi vi como se mordía el labio inferior y me miraba a los ojos. Éramos pareja determinada, de eso no había dudas. Sin pensarlo dos veces lo volví a besar.

Red Light [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora