Tenías que ser delicuente.

388 20 3
                                    

Al lograr tener una respiración normal, abrí los ojos y me encontraba en una granja.

–Maldito idiota.

–Deberías respetar mucho más.

Matias era quien me tenía secuestrada y quien había planeado todo esto.

La carta, la caida, el secuestro.

Y no podía creer que no me acordaba de él.

–¿Ya te olvidaste de mi?

–Dejame ir, ambos ya somos adultos y yo estoy embarazada. ¿Matarás a esta embarazada?

–No, no tengo tanta maldad. Pero si, ambos ya tenemos un adultez pero yo nunca te superé.

–Lo hiciste con esa chica de la universidad.

–¡MALDITA SEA, OLVIDATE DE ESA!

Gritó como nunca antes lo había hecho y me asusté más.

Me tomó del brazo con rabia y me llevó a una habitación cerca de la granja.

–Estarás aquí hasta que tu adorado Lucas te logré encontrar.

Cerró la puerta con seguro.
Busqué mi celular pero no tenía nada de señal.

–Estaremos bien...

¿Cómo no pensé en que fuese él?

No podía imaginar esto: mi ex-novio secuestrandome como un loco enamorado.

Era tonto realmente.

Suspire, estaba más que nerviosa con esto. Me encontraba inquieta pues debía salir de aquí.

Las náuseas volvían y tuve que salir al campo a vomitar.

Me senté una vez más en el porche.
No conocía esto, pasaban autos y autos pero duraría caminando unos diez minutos hasta llegar a la autopista.

Una señora se acercó y observó mi abultado vientre.

–¿Que hace aquí? Tiene una palidez extrema señorita. Quitese esa chaqueta, aquí hay mucho calor y le afectará a su embarazo.

Tenía una cesta de ropa la cual hizo a un lado. Se sentó a mi lado y me ayudó a recostarme en la paja que había cerca.

–Esta angustiada ¿no?

–Estoy secuestrada...

Ella abrió los ojos y miró a su alrededor.

–¿Es el señor rubio?

–Si, él...

–Ese chico está metido en graves problemas, sus padres han estado vendiendo drogas en el pueblo y está es su granja, él ha logrado hacer un club de strippers en donde distribuye las drogas y vende a chicas.

¿En tanto tiempo a quien le decía cachorrito se había vuelto el ser humano más despreciable del mundo?

Asentí y ella se quedó conmigo hasta que observó como el auto de ellos llegaba. Esta vez venía con sus padres pero ellos se bajaron minutos más tarde.

–¡Saca a esa chica de aquí, Matias! Ustedes terminaron porque tu mismo la engañaste ¿cómo puedes recobrar tu rabia ahora que está bien y que está por tener una familia?

–¡Callate desgraciada, no puedes criticarme; le vendes drogas al pueblo y con eso logras tener mucho más dinero! ¡No tienes moral cómo para recriminarme cada acto!

–¡Matias Rodriguez! No te permito que le hables así a tu madre.

Siguieron discutiendo pero no los escuché más.

–Aquí tienes tu comida –Tiro hacía el pasto la bolsa en donde se encontraba el envase de arroz chino que contenía–

No podía correr y mucho menos golpear a Matias pues se defendería mejor y terminaría con acabarle la vida a la criatura.

Lucas, sacame de aquí...

Amor sin Limites|Lucas Vazquez❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora