No me rendiré.

634 30 6
                                    

Como se habrán imaginado, Alvaro no se llevó del todo bien saber que Lucas me envió ese ramo.

Salimos por la mañana al parque y recorrimos un poco los boulevards más cercanos a las playas.

–Te quiero –Dice Alvaro mientras observaba a Mateo jugando junto a Oreo– Nunca me imagine tener una hermosa historia de amor como esta.

Olvidando sus celos, amarguras, todo, dijo eso. Fue tan tierno pues convertirnos en padres nos quitó el tiempo como para darnos el mismo cariño de antes.

Mateo cayó en la tierra y se rasguñó su rodilla. Trataba de no llorar, veía a su padre como ejemplo y no pensaba llorar por algo tan diminuto, decia Morata Jr.

Almorzamos tranquilos y después fuimos a casa de James, quien nos invitó a un compartir.

Alvaro no saludó a Lucas, y este tampoco hacia él.

Sería un momento muy incomodo.

Mientras reían contando anécdotas de cada uno de sus viajes al exterior, Alvaro atendió una llamada.

Al volver, no me comentó y no pensé en preguntarle que pasaba en aquel entonces.

Me dirigí a las habitaciones, pensaba dormir, pues no me sentía del todo bien.

La puerta se abrió y un cuerpo se recostó junto a mi.

Supuse que era Alvaro, pero me equivoque de una manera tan baja.

–Largate de aquí –Digo y él solo se sentó en la cama– Olvidate de mi ¿quieres? Tengo una familia, y estoy feliz con eso, no quiero que entres a mi vida, ya no.

–Te quiero a ti, y solo a ti. ¿Hasta cuando aceptarás el hecho de que me casé con Jessica por su enfermedad? Sus padres no podían pagar el tratamiento y noté que amabas a Alvaro y cuando supe que te casarías con él, todo se derrumbó. Nunca perdí las esperanzas de seguir contigo. Me equivoque. Alejandome de ti, alejandome de todo lo que siempre fue mejor para mi. Cometí el error más grave, Lucia. Cometí el error más fatal de este mundo. Te amo a ti y si nunca estaremos juntos, moriré solo esperando que vuelvas.

Me tomó de las caderas –Eres el amor más grande que tuve.

Alvaro entró en la habitación y solo golpeó a Lucas dejándolo en el suelo.

Salí de la casa, me llevé a Mateo y fuimos hacia nuestro hogar.

¿Seria cierto todo esto? ¿Seria que... Al final, Lucas y yo nunca podríamos estar juntos?

Cayó la noche y Mateo dormía placidamente. Alvaro no llegaba y me pareció tan extraño.

Al escuchar los ladridos de Oreo, supuse que Alvaro había llegado.

–Hola –Saludo Lucas–

–Vete de aquí.

–Vengo a pedirme disculpas, fue muy mal lo que hice hoy, prometo no volver a fastidiarte ni a molestarte, Lucia. Debo olvidarte, Alvaro y tu están felices juntos. No puedo apagar esa llama que hay entre ustedes.

–Bueno... –Suspire– ¿No sabes donde está Alvaro?

–No, para nada. Cuando me desperté no estaban en casa de James –Suspire– Es mejor que me vaya, no quiero recibir otro puño más.

Reí y me despedí de él.

Lucas se habia convertido en lo más apuesto posible. Pasaron los años y nunca perdió su esencia.

Alvaro entró en la habitación y solo me resigne a besarle su cuello.

–No quiero volver a vivir esta experiencia –Musito en seco– Fue tan terrible ver que todos me veían como el malo de la película, Lucia. No fue nada agradable.

–No volverá a pasar. Nunca más.

(...)

Transcurrieron los días y mi relación con Alvaro se convirtió en cada una de las momentos llenos de celos y amargura. Hablabamos muy poco, ya no era lo mismo.

Un día, comencé a lavar la ropa sucia de la casa y me conseguí con una camiseta en la cual un beso se marcaba muy cerca de la etiqueta.

No pensé y mucho menos analice a esto como una situación de celos.

No me entraba en mente saber que Alvaro me estaba engañando con otra persona.

Me enojé tanto. Pero no quise demostrarlo.

Hoy estaríamos cumpliendo nuestro aniversario #05. Mientras arreglaba la cena. Mateo se quedaría en casa de su abuela.

Hasta que marcó la hora. Y Alvaro no llegaba a casa.

No llegó. El reloj marcaba las ocho de la noche y no llegó.

Cené sola. Mientras inundaba mis ojos con lagrimas recordando cada momento.

No sería lo mismo.

Pasaba algo y quería saber de una buena vez que sucedía.

Mi celular comenzó a sonar.

Lucas Vazquez.

–¿Podrias venir? –Solo dije y solo escuche un inundable si

Amor sin Limites|Lucas Vazquez❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora