Scooter's daughter

8.

Papá rió, debe ser porque he puesto una cara de asustada.

Entramos a la casa.

-sólo dijo que estabas perdida en la calle -miró su reloj- y es bastante tarde.

-lo siento, estaba aburrida ya que no había nada que hacer - me lamenté.

-no te preocupes pero ahora ve a dormir. -dijo tierno

-sí papi -dije abrazándolo

-te extrañé mucho, no es lo mismo verte por cámara a estar acá contigo -pausó- soy el padre más feliz.

-te amo papi -dije y besé su mejilla

-yo también, ahora ve a dormir -dijo

-de acuerdo -hice una pausa - ¿dónde dormiré? -pregunté viendo el sofá, mis cosas ya no estaban.

-oh, sígueme -dijo para luego subir las escaleras, yo obedecí.

Habían tres puertas antes de llegar a la última, papá se detuvo.

-Esta es tu habitación -dijo y seguido abrió la puerta. El cuarto era bastante amplio, pintado de un rosa pálido bastante lindo, la cama en el centro, un escritorio junto a ella, cuadros colgados en las paredes y dos puertas de un lado de la habitación. Mis maletas se encontraban detrás de la cama.

-es hermosa -pausé - ¿por qué hay dos puertas?

-oh, la de la derecha es tu baño- pausó- descubre qué es la otra.

Lo miré sonriendo, con curiosidad me acerqué a la puerta, luego la abrí para encontrarme con el armario más grande y lindo que había visto. Era del mismo color de la habitación, contenía mucha ropa y muchos zapatos, carteras, bufandas, y en un sector era de exclusivo maquillaje, era increíble, además tenía una sección de accesorios.

-papá, esto es increíble -grité y luego lo abracé -gracias

-de nada bebé, supuse que te gustaría

-¿supuse? -pregunté

-está bien, una amiga me ayudó, luego te la presentaré.

-de acuerdo, ahora dormiré- dije empujando lo para que salga de mi nueva habitación.

-adiós, duerme bien -gritó cuando cerré la puerta.

-abrí una de mis maletas para sacar uno de mis pijamas, era un camisón rojo, largo con mangas cortas que tenía una estampa de mickey mouse y unos shorts un poco cortos de color negro.

Me acosté en mi nueva cama para pensar en el día de hoy y reflexionar, Justin no salía de mi cabeza.

Aunque él tiene novia y de seguro piensa que soy una tonta inmadura.

No me conoce, aún.