72. Hailey

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-Estuvo todo bien, ¿trajiste algo ahora? -escuché a Justin.

-Genial, no, vine a decirte que no te venderé más, lo siento -dijo una chica.

Estaba muriendo de la intriga en el baño.

-¿POR QUÉ? -preguntó Justin

-nene, mi auspiciador está en la cárcel, pero conseguí otro, un poco más caro, ¿quieres?

El silencio inundó la sala, intenté ser sigilosa pero la puerta sonó al apoyarme nuevamente.

-¿Tienes a una puta en el baño? -preguntó la chica.

-No, Hailey, te llamaré luego, vete.- escuché decir a Justin.

-Adiós nene.

Me quedé quieta esperando a Justin, luego de unos segundos él apareció abriendo la puerta del baño.

-¿quién era? -pregunté

-¿escuchaste todo? -preguntó evadiendo mi pregunta.

-sí.

Él comenzó a sollozar.
-Lo siento tanto- sollozaba mientras me abrazaba, luego se agachó y besó mi estómago -te amo hijo- comenzó a llorar más fuerte.

-No hay nada ahí Justin, ahora por favor dime qué fue todo esto, ¿quién es Hailey y qué te vendía? -esto me estaba hartando.

Justin solo lloraba y besaba mi estómago.

Estuvo así unos minutos.

-Basta, aléjate -dije intentando zafarme de su abrazo.

-No me dejes -dijo levantándose y volviendo a su altura normal, sus ojos estaban llorosos.

-Dime qué fue todo esto, dime por qué me mentiste y me quedaré.

-Es difícil -miró el suelo- ven -dijo tomando mi mano y guiándome al sofá, los dos nos sentamos y no separamos nuestras manos. -primero que nada, prométeme que pase lo que pase siempre me querrás.

-Justin, te prometo que siempre te querré.

-De acuerdo -suspiró -cuando estábamos juntos, todo estaba perfecto, no tiene nada que ver con nuestra relación, lo juro. Bueno, en el estudio los productores me pedían nuevas canciones y ritmos, lo intenté de todo para poder inspirarme, pero no podía, entonces un día estaba en el estudio y apareció esta chica, Hailey, me dijo que estaba enterada de mi problema de falta de inspiración y dijo que ella tenía la situación, que había logrado ayudar a muchos músicos y artistas, yo acepté -pausó- y comencé a drogarme, no era primera vez que fumaba un porro, pero luego no fue sólo eso, luego me trajo cocaina y éxtasis, perdón.

En mi mente fue difícil procesar todo eso.
Justin había estado mal y yo no estuve ahí para ayudarlo.

-¿por qué no me dijiste? -fue lo único que pude preguntar.

-no me querrías cerca, me sentía un monstruo -me abrazó.

-¿la última vez que usaste una?

-la cocaina y el éxtasis ya los dejé, pero la marihuana es difícil.

-Lo que más me duele no es que lo hagas, es que hayas pensado en que porque cometiste un error dejaría de amarte y me alejaría de ti, sabes que te amo -sollocé.

-perdón, yo también te amo, por eso tenía miedo de cómo reaccionarías.

-¿crees que deba irme a Nueva York? -pregunté algo asustada.

-no, quiero que estés aquí, conmigo, donde debes estar, podemos intentar tener otro hijo y formar una familia.

-Creo que no, vendré en unos días o te llamaré, te amo, adiós -lo besé y me fui, tenía mucho en qué pensar.

Es horrible como lo amo, lo pondría a él mil veces antes que a mí, verlo triste rompió mi corazón, sí quería estar con él, pero me daba miedo.

Scooter's daughterWhere stories live. Discover now