A L C O H O L .

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Volteé y vi a mi prima tras de mi, junto a Justin.
¿Cómo habían llegado aquí tan rápido?

-llámalo como quieras -sonreí cínica.

-nunca te agradé -dijo haciéndose la ofendida- pensé que éramos como hermanas -comenzó a chillar.

-tranquila -dijo Justin acariciando su hombro.
¿Desde cuando tanta confianza?

-¿Justin puedes llevarme a un hotel? -dijo lloriqueando.

-Claro -trató de sonar preocupado, luego me observó detenidamente- ¿no te apetece quedarte en mi casa? -le preguntó a Becka con una sonrisa en en rostro.

-Claro -sonrió, luego nos miró a todos y su cínica sonrisa volvió a aparecer.

-Adiós chicos -dijo Justin y luego se fue con Becka.

-los odio -dije después de el gran silencio producido.

-Me parece que será noche de cervezas y muchos tragos! -dijo alegremente Michelle.

-yo acepto -dijo Ryan
-me sumo -sonrió Chaz

-De acuerdo -suspiré- chicos vayan por las cervezas y los vodkas, no olviden el ron, tequilas, pisco y el whisky; Michelle, encárgate de los vasos, limones y sal.- ellos asintieron- nos encontraremos en mi habitación -dije como si todo fuera un plan súper secreto.
-Yo distraeré a los viejos -saqué la lengua y todos fuimos a nuestras labores.

Caminé hacia los sofás en donde se encontraban Pattie y la feliz pareja, les dije que los chicos se quedarían a dormir y que veríamos películas en mi habitación, ellos solo asintieron sonriendo.

-¿Justin no vendrá? -preguntó papá.
-Se ha ido con Becka a su casa -sonreí cínicamente.

Caminé hacia mi habitación, ahí se encontraban los chicos con muchas cosas.
-¿De dónde sacaron tanto alcohol?- pregunté sorprendida por la rapidez.

-tu padre tiene mucho -rió Ryan.

Ryan me tendió un vaso, no tenía idea de que era ya que soy muy mala con los tragos, la verdad es que sabía muy mal pero la sensación que experimentaba mi garganta era única y amaba sentir eso.

Luego de unas horas no tenía consciencia de lo que estaba haciendo.

Cerré los ojos y no supe nada más.

Desperté por el molesto ruido de un teléfono.

No tenía idea de donde estaba, sólo sonaba y no se callaba, era bastante desagradable, hasta que lo encontré.
No leí la pantalla, solo deslicé el dedo y comencé a escuchar gritos.

-PENSÉ QUE ÉRAMOS AMIGOS.
SABIAS LO QUE SENTÍA POR ELLA. ¿CÓMO PUDISTE? TODOS ESTOS AÑOS DE AMISTAD TIRADOS A LA BASURA.

-Cállate coño! -grité y colgué el teléfono.

Fregué mis ojos intentando mejorar mi visión de las cosas.

Ryan estaba conmigo en la cama, gracias a Dios vestido.
Chaz estaba tirado en el suelo junto a Michelle; en posición de observar estrellas.

Mi habitación era un desastre, el olor era pésimo.
Corrí a mi baño y vomité.

A los segundos sentí como alguien tomaba mi cabello para no ensuciarlo.

Cuando acabé volteé y vi a Ryan, el tenía un horrible olor.

Amarré mi cabello con una liga, limpié mis dientes y del botiquín saqué unas aspirinas, tomé una yo y Ryan también.

-ven -dijo tomándome de la cintura y llevándome a la cama.

-¿qué quieres? -pregunté algo asustada pero riendo.

-durmamos -dijo, me recostó y me abrazó la cintura.

Estaba tan cansada que sólo cerré los ojos y me dejé ser abrazada por mi amigo.

Scooter's daughterWhere stories live. Discover now