Capítulo II

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An I for an I

By lorddmarvoloriddle

Traducción por Alyssa S.

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Capítulo II


Ver al mismo hombre emerger de un caldero ardiente por segunda vez en su vida era una experiencia extraña. Frotó distraídamente el corte ahora sano en su palma izquierda mientras los pies descalzos de Ryddle tocaban la gruesa capa de nieve que cubría el suelo. O mejor dicho, Tom Ryddle lo hizo, viéndose como en la proyección de la Piedra, su fantasma o lo que sea que haya sido hace unos momentos. Sólo que ahora estaba desnudo.

Harry trató de no mirar demasiado a sus partes inferiores prefiriendo clavar su mirada en el atractivo rostro.

El cabello negro de Ryddle estaba desordenado, una hebra o dos caían sobre sus ojos grises y arruinaba su aspecto generalmente impecable. Como si el hombre pudiera leer su mente, Ryddle los peinó con un elegante movimiento de su mano. Sin embargo, Harry estaba seguro que sus pensamientos estaban a salvo, ocultos de todos, incluyendo al antiguo Señor Oscuro de pie a unos pasos que parecía no estar afectado por el frío.

El mismo Harry se apoyó en la tumba de Tom Ryddle Sr., con los brazos cruzados sobre su pecho, mirando al hijo de aquel en la tumba. El mayor de los dos permaneció en su mismo sitio; sin embargo, Harry podía sentir las olas de magia, el poder puro que irradiaba del hombre con solo respirar. Era intoxicante.

Finalmente, después de lo que parecieron horas, Ryddle ocultó su magia mientras un largo traje negro se materializaba de la nada sobre sus anchos hombros. Harry estaba agradecido, ya que hacía que su futura conversación fuera un poco menos incómoda. También lo hacía el no poder sentir la magia del hombre por todo el lugar.

—Funcionó —comentó el de ojos verdes, rompiendo el incómodo silencio.

—Por supuesto que sí —dijo Ryddle arrastrando las palabras y apretando sus dedos algunas veces, como si se estuviera acostumbrando a su propio cuerpo—, después de todo, has realizado el ritual bajo mi guía.

Harry rodó los ojos ante la arrogancia en las palabras del otro, pero era la verdad. Y ambos lo sabían muy bien.

—Tu modestia es realmente asombrosa. Y, por cierto, tu varita está allá —Harry hizo un gesto detrás del alto hombre hacia el objeto situado en una caja gris flotante.

Esta voló directo hacia la palma abierta de Ryddle antes de que Harry termine de hablar y el soporte desapareció en el aire. Unas chispas plateadas salieron de la punta de la varita ante el contacto con su amo.

El anterior señor de la oscuridad volvió a poner su atención a Harry, recorriéndolo con la mirada, su postura relajada contra la tumba de su padre. Parecía intrigado por la vista. Dio un paso más y más cerca, la nieve crujiendo bajo sus pies. Harry no se movió o dio un paso lejos de donde se encontraba. Ni siquiera cuando sintió el cálido aliento del otro contra su mejilla.

—No me tienes miedo —reflexionó Ryddle, y los dedos sólidos se aferraron con fuerza de uno de los brazos de Harry para alejarlo de su cuerpo. No era lo suficientemente apretado para lastimarlo, pero tampoco era agradable. Harry se encogió de hombros, todavía con su brazo aprisionado.

—Bueno, hasta ahora sé lo que quieres y cuáles son tus objetivos. Más o menos. Por no decir que los entiendo. No puedes temerle a alguien que entiendes.

Ryddle bajó su mirada hacia el ojiverde, en silencio absorbiendo las palabras de Harry.

—Tienes un interesante punto de vista—argumentó Ryddle—. Pero estás equivocado. El saber de lo que alguien es capaz sólo sirve para hacerte sentir más atemorizado de esa persona. El privilegio de la ignorancia desaparece. Así que dime, Niño-que-vivió, mi elegido, Harry Potter. ¿Por qué no tienes miedo de lo que podría hacerte?

An I for an I (Tomarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora