Capitulo 1

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Escuché la alarma sonar, ya eran las seis de la mañana y las ganas de quejarme no me faltaron, pero solo tomé el celular de mala gana y desactivé la alarma.

Era imposible abrir mis ojos, solo quería estar tirada en mi cama mientras sueño que estoy en disney o algo así pero todo menos ir al puto instituto.

— ¡Elsa, tu alarma sonó, más vale que estés preparada o te tiro agua fría! — Si hay algo en la vida que no puede hacerme sentir la alarma, es eso.

El verdadero terror.

La regañada de una madre.

Así que como buena estudiante que soy (y no por qué posiblemente me regañen) salí de mi cama en un santiamén y me fuí al baño para arreglarme.

Mi vestimenta para ir al instituto es muy simple, jeans azules con una remera blanca y un buzo, ya que hacía frío. Nunca se me dió por darme el lujo de arreglarme tanto.

No voy hablar de que si fuera una fiesta estaría dispuesta a pasar seis horas con tal de estar perfecta para la ocasión, pero, ¿qué puedo decir?, divido mis prioridades.

Tomé mi mochila que tenía todo preparado (podré ser irresponsable y vaga pero jamás desordenada, al menos no tanto)

Bajé con mis cosas a la cocina y me encontré a mi mamá desayunando con mi hermana.

— Buenos días... — Bostezé.

— Buenos días — Dijeron al mismo tiempo.

— ¿Dormiste bien? — Dijo mi madre para luego dar un sorbo a su café, y yo casi me atraganto con la rica tostada, ayer me había quedado jugando un videojuego de terror con Jack hasta tarde y que mamá hiciera esa pregunta solo podría significar que se dió cuenta.

En mi defensa fué inevitable no jugar hasta las tres de la madrugada con todos los gritos histéricos de Jack cada vez que nos seguía la nenita diabólica, lo voy a recordar hasta que tenga noventa años y me seguiré riendo como desquiciada.

Y realmente quedé como una desquiciada frente a mi madre porqué empecé a reírme sin darme cuenta la mirada rara que me dedicaba ella y mi hermana.

— Ay.... perdón es que recordé algo ¡sí ma, dormí bien! — Dije alegre sentándome al lado de Anna.

— Seguro y no te quedaste jugando ese jueguito riéndote las estupideces de jacko. — Dijo sarcástica Anna, mi hermana menor.

— ¡Ya nos expusiste!

— Chicas...

— Es justicia, tú me expusiste cuando me fuí a la fiesta de James.

— Chicas...

— Eso te pasó por robar mi vestido favorito. — Era un poco normal tener esta conversaciones barra peleas con mi hermana, pero aunque el cincuenta por ciento es en broma el otro cincuenta por ciento es la probabilidad de que la pelea sea seria, ya qué nos decimos 'verdades'. — Un minuto... ¿por qué lo llamaste jacko? — Reí por ese apodo raro.

— Ah, le digo así para molestarlo.

— No por nada eres mi hermana.

— ¡Pueden dejar parlotear como cotorras y comer el desayuno! — Dijo mamá, y me senté correctamente para seguir comiendo mi dulce desayuno.

.....

Mamá nos dejaba cerca de la escuela, así que no llegamos tarde, aunque eso solo sería por hoy, después tendré que sufrir nuevamente la agonía de venir en autobús toda apretada por la gran cantidad de gente que habría.

¿Quien eres tú? | En edición Where stories live. Discover now