Capítulo 4: Somnoliento

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—¿Lim Changkyun?

Él asintió débilmente con la cabeza, provocando que la sonrisa del contrario se ensanchara; sin pedir permiso, el extraño tomó asiento enfrente de Changkyun y entrelazó sus finos dedos encima de la mesa.

El pequeño se empezó a poner nervioso por la intensidad con la que estaba siendo observado.

—Perd...perdona, pero no sé qu...

El tartamudeo del menor fue interrumpido por la suave risa del contrario.

—Qué mono eres —comentó con naturalidad, apoyando el codo en la mesa y descansando la cabeza en la palma de su mano. Changkyun se quedó mudo ante aquello: no se esperaba que un completo desconocido le dijese tal cosa—. Perdón, ni siquiera me he presentado. Me llamo Chae Hyungwon y estoy en cuarto curso —explicó pausadamente, sin perder la sonrisa en sus carnosos labios.

A pesar de que Changkyun nunca había hablado con él antes, desprendía un aura de tranquilidad muy agradable que hacía que no se sintiese tan incómodo entablando una conversación.

—Soy amigo de Wonho, por cierto. Él me ha contado un par de cosas de ti... estás en el club de música, ¿no?

La mera mención del castaño bastó para que sus mejillas se sonrojasen. ¿Por qué Hoseok le había hablado de él a un amigo suyo?

Changkyun asintió en silencio y escondió la barbilla dentro de su jersey de cuello vuelto gris.

—Ah, también dijo que tocas muy bien el piano... aunque no sé si fiarme de su criterio. Ese chico tiende a exagerar las cosas.

El menor dejó entrever una leve sonrisa en sus labios: tan solo imaginarse a Wonho hablando maravillas de sus habilidades como pianista le causaba cierta gracia. Ni siquiera era tan bueno...

—¿Sabías que él también está en un club?

Aquello despertó la curiosidad del pequeño chico: ¿en qué club estaría Wonho? Seguramente en uno guay como el de fútbol... ese le pegaba mucho. Aunque si ese fuese el caso, Hyunwoo ya se lo habría dicho.

—¿De verdad? —inquirió Changkyun, tratando de disimular su interés.

Hyungwon asintió antes de pegar un gran bostezo.

—Dice que es el mejor club del campus... ¿te lo puedes creer? —respondió perezosamente—. En mi opinión, el club de yoga y relajación en el mejor que hay.

Changkyun pensó que ese club iba muy bien con el somnoliento muchacho; entonces, una vibración en su bolsillo hizo que metiese la mano en su chaqueta vaquera para sacar su móvil. Comprobó que se trataba de un mensaje de Wonho y su corazón se estremeció.

"Changkyun... ¿podemos hablar un momento después de clases?"

—Bueno... ya no te molesto más —dijo Hyungwon dando un suspiro—, solo tenía curiosidad por conocerte. 

—N...no fue ninguna molestia —respondió el menor levemente alterado, bloqueando su teléfono y volviendo a guardarlo en su bolsillo. Tenía los nervios a flor de piel por el mensaje que acababa de recibir.

El alto chico le sonrió y se levantó de su asiento. Hizo el amago de marcharse, pero se quedó en el sitio, agarrando el respaldo de su silla.

—Sabes... Wonho es muy sensible. Es una buena persona, pero se deja lastimar con facilidad por los demás.

La seriedad en la expresión de Hyungwon le asustó un poco; de repente, se acordó de la frialdad con la que había tratado al castaño y se sintió terriblemente mal consigo mismo: ¿le habría hecho daño sin querer?

Changkyun bajó la mirada con culpabilidad y se encogió en su silla; Hyungwon se dio cuenta de que su extrema seriedad había provocado ese efecto en el pequeño chico y volvió a sonreír para aligerar el ambiente.

—Perdón, no me hagas caso... no sé por qué estoy diciéndote todas estas cosas...

—¿Dónde está Wonho?

El esbelto muchacho le miró sorprendido por la cuestión.

—Creo que está en el aula de su club, pero...

—¿Y dónde está eso?

Changkyun se había armado de valor para plantear las dos preguntas; apretaba sus dedos contra sus rodillas con fuerza y sus mejillas estaban acaloradas. En los labios de Hyungwon se empezó a formar una amplia sonrisa de pura satisfacción: había conseguido que el chico tímido en el que su amigo estaba interesado fuese a verle.

Sí señor... definitivamente se merecía una medalla.

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Tras subir el último escalón que le llevaría a la tercera planta de la facultad, Changkyun apretó su carpeta contra su pecho y tomó aire.

"Final del pasillo del tercer piso, después a la izquierda y luego a la derecha..."

Recordó las instrucciones que le había dado Hyungwon para llegar al aula del club de Wonho y prosiguió su camino. Avanzó a través de los blancos corredores con el corazón golpeando su pecho por los nervios; ni siquiera la más mínima idea de lo que le iba a decir. 

No sabía por qué, sentía la necesidad de hacerle saber que su compañía no le desagradaba.

A medida que se acercaba a la puerta de madera con una estrella de papel pegada en su superficie, empezó a plantearse el darse media vuelta y marcharse por donde había venido.

Pero sus piernas no se detenían. La verdad es que Changkyun sentía una enorme curiosidad por saber en qué club estaba Wonho...

Empezó a aminorar el paso hasta detenerse frente a la puerta: estaba entreabierta y se oía una voz al otro lado. Parecía ser la de Hoseok, pero no estaba del todo seguro.

Changkyun se mordió el labio y finalmente, decidió asomarse a la estancia. Y lo que vio... se esperaba cualquier cosa menos eso.

Wonho estaba ataviado con un delantal verde fosforito y sostenía un muñeco con forma de bebé entre sus brazos; había un corro de chicas a su alrededor que escuchaba atentamente su animado discurso.

En el encerado del aula estaba escrito con letras gigantescas 'Club de salud y maternidad'.

A dos notas de tu corazón [WonKyun]Where stories live. Discover now