Capítulo 13

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Quién iba a imaginar alguna vez, que dos personas tan distintas como las que ahora gozaban de su compañía mutua se juntarían y enamorarían como Severus Snape y Hermione Granger lo hicieron.

Al parecer la gente tiene dichos que muchas veces se cumplen y nos hacen ver que el amor puede sucederle a cualquiera y a las personas menos esperadas.

" Los polos opuestos se atraen ".

Cuanta razón tenía esa frase, bueno, al menos en ese momento.

En el despacho del profesor de pociones, éste y Hermione Granger compartían su felicidad recostados en un sofá, charlando y conociéndose un poco más.

- Por cierto Severus, ¿ cómo van las cosas con la orden ? - preguntó la muchacha recostándose en el sofá y colocando su cabeza en el regazo del hombre.

- Se supone que no debería revelar a nadie la información que hemos discutido, y mucho menos a una estudiante - le respondió Severus mientras acariciaba los rizos de la joven.

Entonces, Hermione levantó la cabeza y se puso boca abajo, recargando su mentón en sus dos manos.

- Oh, vamos, no creo que discutan algo que no sepamos ya.

- Bueno, hay algo en eso... Es demasiado curiosa Granger - dijo Snape levantando una ceja.

Las mejillas de la muchacha se tiñeron levemente sonriendo con inocencia.

- ¿ Entonces no hay que revelar información ?, lo respetaré - Severus sonrió de lado -. En realidad, yo tengo que decirte algo.

Severus asintió y Hermione comenzó a relatar.

- He notado a Harry un poco raro, algo más irritado y frustrado. Agregando que descubrí que después de su castigo con Umbridge, tenía una cicatriz en la mano formando una frase, " No debo decir mentiras ".

El pocionista meditó aquella información, tendría que tomar medidas contra esa mujer, y eso tenía que discutirlo con Albus.

- Ya veo, se lo haré saber a Dumbledore para que tome medidas con esa mujer. Será algo perfecto, la detesto y me irrita demasiado.

Hermione río entre dientes y se sentó adecuadamente.
Luego echó un vistazo a su reloj de muñeca, y suspiró con algo de tristeza.

- Bueno, es hora de mi siguiente clase y no quiero llegar tarde o que levanten sospechas - dijo la castaña tomando su morral y colgándoselo de un hombro.

Severus se levantó igual y acomodó su túnica.

- Te acompaño, yo tengo que dar clases a mis queridos estudiantes - dijo rodando los ojos con una mueca molesta.

Comenzaron a caminar hacía el salón del pocionista y se encaminaron hacía la salida.
Hermione volteó a ver a su profesor y le sonrió.

- Bien, entonces nos vemos.

- Sólo una cosa más. Mañana será la primera clase de Oclumancia con Potter, así que por favor no les menciones sobre nuestra relación hasta otro día, no quiero tener que soportar la actitud sobre protectora y su sermón de padre y sus reglas, sería una molestia.

Hermione asintió muestras soltaba una risita entre dientes. Abrió la puerta del salón, estaba por irse, cuando una mano la tomó firme del brazo y la hizo voltearse. Cuando menos lo pensó los cálidos labios de Snape estaban posados en los suyos, fue un beso fugaz, pero lo suficiente como para sonrojar hasta las orejas a la castaña.

- Nos vemos entonces pequeña - le dijo por último sonriendole de lado.

- A- adiós - atinó a despedirse.

Insufrible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora