Capítulo 7

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Severus apareció en las afueras de la Mansión Malfoy, hizo un movimiento de varita y las rejas principales se abrieron dándole paso.
Se adentró más hasta llegar a la entrada; cruzó el umbral de la puerta y caminó hasta las escaleras, donde Lucius Malfoy se encontraba allí, parado y tocándose las manos nerviosamente.

- Te está esperando. Está un poco molesto - le dijo Lucius en susurros -. Ten cuidado.

Severus solo asintió y los dos comenzaron a subir por las escaleras que daban a la planta alta, donde, en una habitación fría y lúgubre, todos los Mortífagos se encontraban sentados delante de una larga mesa. Todos se veían impacientes y con mirada curiosa, a lo que Severus no pudo evitar levantar una de sus cejas.

- Severus, que bueno que llegas - dijo una voz siseante y fría. Lord Voldemort yacía sentado en su lugar respectivo y, acariciando a su serpiente Nagini, sonrió a Severus malvadamente.

Lucius Malfoy se dirigió a su asiento junto a su esposa Narcissa, y se sentó bajando la mirada y guardando completo silencio.
Severus hizo amago de sentarse, pero la siseante voz de Voldemort lo hizo detenerse.

- No te sientes Severus, tengo que pedirte algunas explicaciones primero.

Severus tragó en seco.

- ¿ Cuáles son esas explicaciones, mi señor ? - preguntó el pocionista colocando sus dos manos detrás de él, jugando con ellas nerviosamente.

- Me he enterado, que has tenido contacto con esa muchacha, la amiga de Potter - dijo levantándose de su lugar y rodeando a Severus -. ¿Eso es cierto ?

- Si, mi señor.

- Y, me he enterado, de que pasas mucho tiempo con ella, ¿ eso también es cierto ?

- Si ... Mi señor.

- ¿ Con que motivo ?

Severus se tensó al instante, no se esperaba esa pregunta. Intentó formular alguna buena excusa que lo sacara de ese embrollo, pero no tuvo tiempo, pues la siseante voz de Voldemort lo sacó de sus pensamientos.

- ¿ Entonces ? ... - miró a Severus con un brillo malvado en sus ojos y frunció el entrecejo molesto -. ! Crucio !

De repente, Severus sintió un dolor insoportable por todo su cuerpo y su mente. Cayó de rodillas al suelo apretando fuertemente sus dientes. Él no gritó, jamás gritó por el dolor que le provocaba el hechizo, no quería mostrar debilidad, ni darle a Voldemort la satisfacción de oírlo gritar por su influencia.

- ! Habla ! - gritó Voldemort sin dejar de apuntarlo con su varita -. ¿ Porqué compartes tiempo con esa Sangre sucia ?

- Hay ... Una buena ... Razón - jadeó el hombre, resbalándole frías gotas de sudor por su cetrino rostro -. Confianza.

- ¿ Confianza ?, ¿ a qué te refieres ?

- La chica ... Sin ella, Potter no estaría vivo ... Es la cabeza de los tres ...

- ¿ Ah si ?

- Así es, si le doy confianza ... Y ella convive con Potter y el otro ...

- Así habrá la confianza suficiente para que la chica no dude en ti y así puedas sacarle información - dijo Voldemort entendiendo el plan del pocionista y pasando la yema de sus dedos por la punta de su varita -. Ingenioso, ingenioso.

Severus no respondió a eso, sólo jadeaba haciendo el intento de recuperarse y reponer la compostura. Voldemort volteó a verlo y se acercó un poco más al hombre.

- Debí imaginarlo, no creía posible que tú tuvieras una relación de amistad con esa Sangre Sucia - siseó -. Aún así, el castigo será inminente. Debiste decirme sobre tu plan antes de ejecutarlo por tu cuenta.

Insufrible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora