¿Que tramas? [TERMINADA]

cap 17: Sangre palpitante

Londres.

- ¿¡Qué!?-penso lo peor.

- el señor Bruder leynd ha sido atacado repito-señalo la voz de la otra línea.

- ¿Sabes con quien hablas verdad?-murmuro con voz ronca.

- Alan Gado-se oyó la voz del chico inseguro.

- Gracias por informar, mis colegas irán por ustedes-susurro mientras el tótem del león rugia en su mente- has lo que puedas por mientras -.
Cortó la llamada creyendo que era lo mejor.Con fustracion se echó para atrás en el respaldo de la silla de oficinista, las cosas se habían adelantado más pronto de lo previsto.
Y estaba lo otro, Jenny estaba en una sesión de modelaje en la ciudad ,no podía dejarla a merced de las hormonas ajenas,a aumentando su fustracion interiormente.
Pensó en su hija adoptiva, estaba muy lejos,en Yugo, más la distancia era la que afectaba ...
Si tan sólo alguien se teletransportará e hiciera magia.Suspiró era bastante en pensar en estupideces mientras dió un golpe en la mesa,Buzusima se encargaba de hacerle los planes nulos.
Hasta que un nombre le iluminó,Kenji.
Aquel muchacho con expresiones indescifrables ,dudaba si sentía o no, aunque había notado cierta atracción con el y la hija de Bruder , tenía la habilidad de teletransportarse ,pero dudaba si a largas distancias.
El no podía abandonar el cargo de Londres, la empresa no funcionaba sin él,además que era muy desconfiado, rara vez hacia alguna alianza con una empresa, pero la W.O.C era excepción.
Contactó unos números de agentes de su confianza,esperanzado de salvar el padre de Uriko, el señor aquel era la causa principal de muchos problemas inconscientemente ,tanto para su familia y zoantropes, e ignoraba en que situación se encontraba, apenas habian encontrado su ubicación,pese a las tecnologías avanzadas, lo cual lo dejaba sumido en la meditación de los sucesos.
Sólo tenía la certeza que pese a todo saldría bien,pese a los percances.
Dígito el número en el cual tenía la esperanza,Kenji.

Japón

Kenji

Alice me hizo probar los trajes e uniformes del instituto,ropa,zapatos.
Increíblemente me dolían las plantas de los pies,mientras nos hacía cargar bolsas de las compras a mi y a Yugo.
Habíamos llegado a casa,menuda salvación,después de recorrer el centro comercial.
No era la primera vez que terminabamos así gracias a ella.
Nos entregó a cada uno nuestras nuevas pertenencias y acomodaba las compras que habíamos hecho.

- Ahora a ordenar queridos míos-nos decía con voz burlesca como a la vez divertida,mientras Yugo refunfuñaba,y yo, soltaba un bufido.
Tome la caja en la cual había dejado mis nuevas pertenencias, mientras subía la escalera llegando a mi cuarto a través del pasillo.
Ordené un poco,no me agradaba la idea del desorden pese a todo.
Abrí el armario, sentí lástima por el al cargar toda la ropa que Alice había comprado.
Una vez listo, guarde las bolsas junto a las cajas en el sótano,más tarde aquellas cosas serían llevada al reciclaje.
Decidí darme una ducha,soltando suspiros retenidos, viendo las gotas caer sobre mi piel bronceada.
Abrí el armario una vez que salí de la ducha con una toalla alderedor de mi cintura mientras me revolvía el cabello.Sonreí algo divertido levantando una ceja, parecía chica adinerada viendo que ponerme entre toda la ropa comprada,sin ofender.
Al final decidí por una musculosa negra que se apegaba al torso, un buzo gris con líneas negras con unas zapatillas de suela baja.
Me revolví el cabello una vez más dejándolo así, aún goteando mientras secaba la nuca en un proceso lento, sentándome en la cama.
Vi de reojo mi reflejo en un cristal,deteniendo mi acción.Había un espejo que ignoraba que hacía allí o cuando lo habían colocado.
Mis orbes color miel entre dorado veían su propio reflejo frente al chico de pelo azabache desordenado,piel bronceada, músculos que sobresalían sobre la ropa sin querer, no muy corpulento ni maceteado.
Guiñe un ojo, mis rasgos, formandose una sonrisa divertida para luego caer en una mueca, debía de tener cuidado con eso y la coquetería.
Baje a la sala con toalla en mano, encontrandome con Alice cocinando junto a Yugo entre risas.
Colocando mis manos en los bolsillos dejando la toalla sobre el hombro, sentí por primera vez el deseo de tener a alguien a mi lado,para protegerla y quererla ,e inconsciente pensé en ella.
Evadí la mirada, cuando en eso sonó el teléfono, dirigiéndome a contestar.