capitulo 24

2.3K 202 49
                                    

-Entonces, ¿Aceptas ir esta vez?-

-Vaya que eres persistente. Si acepto ir, ¿Dejarás de preguntarlo cada cinco segundos?- Sebastian asintió rápidamente, una risa discreta salió de las labios del menor y suspiró.-De acuerdo, iré. Mañana, a las ¿8?- 

-Me parece perfecto, pasaré por ti entonces. Nos vemos mañana, Ciel.- Se agachó a la altura del menor y beso tiernamente su mejilla, para después irse. Un suspiro salió de sus labios y una sonrisa estúpida delataba lo mucho que estaba enamorado. Eran raras las ocaciones en las que ciel aceptaba salir de la mansión, pero cuando lo hacían, las cosas siempre avanzaban más rápido. En ocasiones sólo tomaban sus manos, pero en otras tantas, se permitían uno que otro beso en la mejilla. Algo inocente, con mucho significado. 

Pero a diferencia de Sebastian, Ciel se encontraba temeroso. El sentimiento tan conocido crecía en su pecho cada vez más, quería volver a confiar en él, pero algo se lo impedía. No quería volver a salir lastimado. Caer cegado en el juego del amor no era algo fácil de sobrellevar. El amor era tan hermoso como complicado, si uno de los dos entregaba de más, las cosas se saldrían de control, justo como el la última vez. Pero a pesar de todo, los nervios por la cita del siguiente día lo carcomían, y las sonrisas sonrojadas aparecían en su rostro cada momento al recordar el beso de hace unas horas. 

Ambos estaban conectados, aunque en diferentes hogares y en diferentes camas, pero se sentían. Estaban cayendo lentamente en las garras del amor, uno más rápido y profundo que el otro, pero los dos estaban dentro del juego esta vez. 

///~~~~///


El reloj en la pared marcaba las siente en punto, Sebastian terminaba de darle los últimos detalles a su ropa, quedando perfectamente en orden, se miró al espejo y arregló los poco cabellos fuera de lugar, se puso un poco de colonia, suspiró y se dirigió a la puerta del apartamento, apagó las luces y salió de casa. 

Mientras tanto el ex-conde caminaba ansioso en su habitación, no faltaban menos de quince minutos para verse, su corazón latía muy rápido, sus manos estaban sudando y se miraba cada momento en el espejo, aún inseguro sobre la elección de su ropa. La puerta de su habitación fue golpeada suavemente, dio un vuelco el corazón y permitió el paso a la figura que se encontraba detrás de ésta. 

-Joven amo.- Dijo el mayor aclarándose la garganta.- Sebastian, le está esperando en la puerta principal.-

-Gracias, Tanaka. Enseguida bajo.- Tanaka hizo una reverencia y salió de la habitación. 
Ciel se miró en el espejo por última vez, tomó un profundo respiro y salió de su habitación. 

Sebastian se mantenía de espaldas mientras movía su pie un tanto nervioso, y una sonrisa apareció en el rostro de ciel quien bajaba el último escalón. Se aclaró la garganta y murmuró un "hola" avergonzado, Sebastian se giró. 

-Hola, te ves...-soltó  el aire que sus pulmones estaban reteniendo.- Perfecto.

-Tonto, me veo como usualmente lo hago.- rodó los ojos, pero sus coloradas mejillas y boba sonrisa demostraban que realmente esperaba ese cumplido. 

-Mentiroso.-Soltó Sebastian y le ofreció un gran ramo de rosas.-Son para ti.-Ciel levantó la mirada para encontrarse con esos ojos escarlata.

-G-gracias, no tenías por que...-

-Losé, pero quise hacerlo. ¿Nos vamos?- dijo ofreciendo su mano mientras que con un movimiento de cabeza apuntó a la puerta.

-Vamos.- dijo tomando su mano y partiendo rumbo al lugar donde ambas tendrían un nuevo comienzo. 

El camino fue normal, con silencios momentáneos debido a los nervios presentes en ambos, sus manos aún continuaban entrelazadas, el ritmo cardiaco de ambos se escucha cada dos por tres en esos momentos de silencio. Se complementaban, ambos lo sabían. 

~Una Última Vez~ <Finalizada>Where stories live. Discover now