extra 2, final.

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-No lo entiendo, Ciel. ¿Es porque ahora eres demonio o algo así?-
-No... no, no es eso. Sé que he cambiado, sé que te sientes mal si volteó el rostro cuando intentas besarme, o al alejarme cuando tu te acercas.- admitió tranquilo.
-¿Entonces qué pasa?-
-Estoy pensando en mi antiguo yo... en el Ciel real.- levantó la vista y le vio sin expresión alguna.
-¿Qué..?
-Si hubiese sido distinto, ¿aún estarías conmigo?- murmuró- Sin haberte sentido culpable o por haber intentado escapar de los sentimientos que Luke profesaba por ti...-
-Si, hubiese sido distinto.-
-Lo sabía...- río sin ganas.
- Sería diferente porque, asi tu no habrias tenido que pasar todo esto y yo no hubiera pasado toda esa agonía. Estariamos juntos, eso no cambiaría. Fui un idiota y estoy consciente del daño que te hice, mas creí que esto ya estaba perdonado...-
-pero no olvidado.-
-Aún así... esto no responde mi pregunta. La incomodidad te rodea siempre que estoy muy cerca de ti, incluso durante el baile y aunque preferí no decir nada, es algo que simplemente puedo sentir.-
-No soy yo. No soy quien solia ser. Te enamoraste de mí siendo un adolescente, y ahora ni siquiera sé si puedo considerarme un adulto.-
-¿Qué tiene que ver esto con lo otro?- frunció el seño confundido.
-No se como actuar ahora, Sebastián. No se si debo correr a tus brazos como solia hacerlo cuando era humano, o si debo besarte cada 2 por 3...- bajó la mirada avergonzado. Una especie de risa salió de los labios del mayor y tomó su mentón.
-¿Solo eso? ¿Me estas diciendo que todo esto fue solo por que no sabes como actuar cerca de mi?- la mirada avergonzada del menor se mantenía en movimiento, evitando encarar al mayor. -Mirame, maldita sea.- pidió y al cruzar sus miradas sonrió como nunca habia sonreído, tan cálido y agradable que ciel se preguntó si era posible que un demonio fuera poseedor de tremenda sonrisa de ángel.
-Sólo se tu mismo, si quieres ir corriendo hacía mí, no tengo problema. Si quieres besarme cada minuto, hazlo, moriria probando tus labios. Te amo a ti ciel, por eso aunque tu cuerpo es diferente, tú escencia sigue siendo la misma. Sigues siendo Ciel Phantomhive, mi Ciel Phantomhive.- tomó su mano y lo jaló hacía su cuerpo. -Y nada va a cambiar esto que siento por ti.- acarició su rostro admirando como el contrario cerraba los ojos al contacto- Te amo, para siempre.-Murmuró acercándose a los belfos del menor, besándose al fin como solo ellos sabían. 
Con esa química y ese amor que desprendian con cada contacto.
-Te amo, por siempre.- prometió Ciel.

Subieron entre besos a la habitación del menor, riendo y jugando.
Al cerrar la puerta tras ellos, se miraron en silencio, el mayor permanecía apoyando la espalda contra la puerta y el menor le observaba con una sonrisa radiante sentado en la cama. -ven aquí.- pidió el peliazul.
-te voy a comer...- un gruñido salio de los labios contrarios.
-Entonces devorame como solo tu sabes hacerlo.- Sin esperar más, sebastian se acercó y comenzó a besarlo. Hambriento y ansioso, lo recosto en la cama y solto sus labios para besar su cuello, mordiendo y succionando a su vez.
-espera, tenia algo planeado para esta noche.- cuando se vio libre del peso del mayor, le pidió sentarse y colocandose frente a él, comenzó a contonear sus caderas, bailando al ritmo de una canción imaginaria.
Los guantes de seda fueron los primeros en abandonar su cuerpo, lanzandolos al rostro del pelinegro.
Giró sobre sus talones le dio la espalda mientras seguía sus movimientos. El saco negro que poseía,  terminó en el piso, seguido de su camisa y acercandose un poco al mayor sus movimientos se hicieron mas eróticos,  terminó sentandose sobre las piernas del mayor sin dejar de mover sus caderas.
-Me vas a volver loco- murmuró entre respiraciones agitadas el mayor.
-Tal vez ese es el punto, cariño.- luego de unos cuantos besos se alejo de nuevo y terminó de desvestirse. Sin esperar más,  Sebastián le imitó y una vez ambos estuvieron desnudos, desataron su pasión.
Para Sebastián era la gloria lo mucho que disfrutaba la estrecha entrada del menor, y éste se sentía tan lleno y pleno cada vez que el mayor salia de él para entrar de una estocada, dando directo a su punto más sensible.
Se amaban, nadie podria decir lo contrario.
Se amaban como solo dos almas destinadas. Eran el amor de su vida, e incluso si hubiese terminado diferente, se habrian equivocado de vida, pero nunca de amor.

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Lamento si el final quedó muy flojo. Con esto, definitivamente se cierra esta historia.

Y les quiero agradecer por permanecer aquí, todo esto es gracias a ustedes, queridos lectores.

Les invito a leer mis proximos proyectos:
-Entre violines y rosas (historia completamente mia, es decir, todos los personajes son sacados de mi cabeza y la trama igual.)
-7 almas: Yoonseok. Que tal y como su nombre lo dice, es la pelicula 7 almas que protagoniza will smith adaptada a uno de mis ships favoritos de Bts.

De nuevo, muchísimas gracias.  Nos leemos, Victoria se despide.

~Una Última Vez~ <Finalizada>Où les histoires vivent. Découvrez maintenant