~Una Última Vez~ <Finalizada>

capitulo 15

¿Como era posible que su sonrisa sea así de brillante? ¿una persona que no ha sonreído verdaderamente en tanto tiempo, como podría hacerlo así tan rápido y sorprendente?
Ambos demonios se preguntaban eso, al ver el brillo en los ojos y la sonrisa en el rostro de ese niño ¿Cómo se habría visto esa sonrisa en el cuerpo real de Ciel Phantomhive?
-¡¡Abuelo!!- gritó el niño al ver a Tanaka y corrió hacia él, este último, sin reconocer al pequeño, sólo atinó a revolver un poco su cabello y sonreír cortésmente
-Sebastian, espero que tengas una buena explicación para esto...- le dijo mirándolo seriamente, Sebastian asintió y aclarándose la garganta, llamó al pequeño.
-Ciel.- dijo y todos los presentes se sorprendieron
-¿Le has llamado ciel?- preguntó Tanaka.
-Así es, Ciel...- dijo en cuanto el pequeño se acercó a él de nuevo -Puedo explicar todo, es una historia larga, asÍ que, es mejor si nos sentamos y lo hablamos como la gente civilizada.- Todos pasaron al salón y tomaron asiento.
-Sebastian... tengo que hablar contigo un momento.- le llamó Luke -A solas.- dijo dirigiéndose a ciel, quién no se separaba de Sebastian.
-Luke... no pasara nada si escucha un poco, después de esto- suspira- yo desapareceré de su vida ¿recuerdas?-

-No me importa tu sentimentalismo ahora, Alec. Vienes o me largo y no te ayudo con la corte imperial- dijo saliendo rumbo a la entrada principal, Sebastian sin más remedio y separándose de Ciel, le siguió.

-¿Y bien? ¿Qué es tan importante?-
-¿Estás seguro de hacerlo?-
-¿Qué?-
-Confesar todo; comenzando por su contrato, la razón de éste. Su suicidio y las razones para cometer tal cosa; El hecho de que tenga un nuevo cuerpo y que ni siquiera actúe como el verdadero Ciel.- Sebastian asintió.
-Tengo que hacerlo, si quiero que su vida sea mejor... Debo hacerlo.- sentenció serio.
-Y como siempre yo me veo envuelto en tus estúpidas ideas- levantó un poco su vista, notándose un poco agotado- a veces quisiera no amarte...-
-Oh vamos, después de esto... yo dejaré de verlo y tú podrás reemplazarlo, supongo.-
-Escúchame Sebastian, si no logró convencer al rey...-
-Es tu padre Luke...-
-Es el rey... no tendré más remedio que aceptar tu sentencia, no puedo luchar contra el en esta situación.-
-Lose... y lo entiendo- se acercó lento hacia él- Gracias por ayudarme -besó su mejilla y regresó al salón*
-Me voy a arrepentir de esto- aceptó sin más remedio negando levemente con la cabeza, pero aún así una sonrisa intrusa se coló entre sus labios.
Una vez estando todos de nuevo en el salón, Sebastian dio inicio a la larga explicación, aclarando todas las dudas y sorprendiendo a tres de los cuatro sirvientes presentes.
-Entonces...- Dijo Finny- ¿Eres un demonio, sebastian-san?- este asintió
-Así es, por eso lograba hacer todo a la perfección.- se hizo un silencio y después de unos minutos, Tanaka fue quien tomó la palabra.
-Nunca pensé que lo aceptarías tan abiertamente, me sorprende, pero debo decirles que... ya lo sabía-
-¿Qué?-
-Bueno, no era muy difícil de suponer ya que no existe un humano perfecto. y siempre me pareció muy sospechoso el hecho de que justo después de lo ocurrido con los señores de esta casa, el pequeño amo apareciera con un hombre diciendo ser su mayordomo.-
-Si lo sabía, ¿Porqué no decirlo antes?- se entrometió Luke
-Mientras Sebastian mantuviera a salvo a nuestro amo, estaba bien... Sebastián se ganó mi confianza... pero aquello se perdió el día que él se convirtió en la causa de muerte de nuestro amo.-
-Me alejare de él, y será como si no me hubieran conocido.- Miró a ciel, quien ya estaba sentado entre sus cuatro fíeles sirvientes -Sólo quiero que lo acepten, que prometan que lo mantendrán a salvo.- se levantó junto con Luke -Ésta es mi despedida, Ciel Phantomhive, y justo como prometí, te he traído de regreso a casa. Ahora... -se acercó a él y le ofreció su mano- tengo que irme.-
ciel asintió, se levantó y tomo su mano, apretándola -Gracias.-
Sebastian sonrío, dejo caer su mano a su costado, se giró y anduvo con Luke hasta abandonar la mansión Phantomhive.

-Luke...-

-¿Si?- le miró de reojo

-Nosotros no podemos llorar, ¿no?- El mencionado respondió con un suspiro.

-Depende del dolor de tu alma...- sentenció una vez cerca de la puerta principal. -¿Estás seguro de esto?, ¿Estás consciente de que, cruzando esa puerta, comenzarás una historia sin él?-

Sebastian, girando sobre sus talones, y haciendo una reverencia hacia ciel, quien se encontraba viéndole partir, asintió- Si, estoy consciente y aunque no esté seguro de esto; él lo decidió así y aunque quiera, es algo en lo que yo no puedo influir. Es hora de irnos, Luke... - Aún sin permitir que Luke le mirara a los ojos, volvió a girar y salió de ese lugar; con lagrimas atoradas en forma de nudo en su garganta y los ojos mojados, no lloraría.

Él no lloraría a pesar de sentir que lo poco o nada que quedaba de su corazón se quedaba con el joven que acababa de dejar atrás, no lo haría a pesar de que la primera lágrima traicionera ya había surcado su mejilla.