Una visita

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El despertador quedó como objeto inservible, Claus se levanta antes que este y se prepara para ir a visitar a su abuela, casi olvida apagarlo, el aparato arranco justo cuando Claus toca el picaporte de la puerta, lo detiene y se dirige a la casa de su abuela, quedaba a unas cuantas manzanas de su casa, no era cerca, pero tampoco muy lejos como para no caminar, el camino es muy agradable, gente amistosa en sus hogares, niños jugando, una leve brisa que mueve los árboles en su apogeo, Claus saluda a sus vecinos, una pareja de señores mayores, Karl Y Deina Bauner, quienes le devuelven el saludo un poco desencantados, Claus se extraño pero luego recordó a sus hijos, tres barones, uno perdido, otro muerto por un accidente, y el ultimo, el mayor, se fue de el pueblo.

Continuó su camino, saluda a algunos niños, quienes le devuelven el saludo con grandes sonrisas, se detuvo a jugar un rato con ellos, a el "tocado", ese juego donde, uno de ellos es el monstruo y trata de tocar a los demás, y si lo logra, este ahora es el nuevo monstruo y así sucesivamente, luego de un rato, de diversión ya se encontraba en la calle de su abuela, Ceyla Sward.

La calle estaba un poco tranquila, es notable ya que en está la mayoría de los habitantes eran personas mayores, por la mente se Claus pasaron muchas cosas, recordando las palabras de Hiug, pero ya que estaba frente a la casa de su abuela, dejo todo eso atrás por un día, y decidió disfrutar la compañía de la única familia que le quedaba en West Pines.

—¡Buenos días!- dice Claus, mientras toca la puerta y la abre.

—¿Quién es?- responde una voz dulce y apaciguada proveniente de lo más recóndito de la casa.

—Hola abue, soy yo, Claus.

—¡Cariño! Que bueno que viniste- responde Ceyla que salía de una habitación del hogar y abraza a Claus.

—Es bueno verte abue, ¿como has estado? - pregunta Claus, mientras esquiva miles de besos.

—He estado bien cariño, un poco cansada, por esta rodilla que me sigue molestando, pero ya está un poco mejor- se queja Ceyla mientras se sienta y le señala a Claus que se siente igual y prosigue, —¿Como estás tú?, lamentó mucho lo de tu amiga cariño, ¿como era su nombre? ¿Luisa, leila?.

—Lisa abue, estoy bien abuela, no te preocupes- afirma Claus a su abuela.

—Ay cariño, haciéndote el fuerte, me recuerdas a tu padre- dice Ceyla mientras  se recuesta y empieza a recordar.

—Tranquila abuela, realmente estoy bien.

—De acuerdo cariño, tú eres mi ñiño fuerte- responde Ceyla quien lo abraza y comienza a besar nuevamente.

Pasó un rato de sonrisas y jadeos de Claus por zafarse de los incómodos besos y abrazos de parte de su abuela.

—¡Abue basta!, quería preguntarte algo antes que se me olvide- agrega Claus serio a su abuela.

—Claro cariño, ¿que quieres saber?- replica Ceyla cooperativa con las preguntas de Claus.

—¿Que sabes de el Shérif?.

—¿El Shérif?, bueno, que es un gran hombre, trabajador, responsable y muy agradable con todos, siempre ayudando al pueblo, y arriesgando su vida por nuestro bienestar-Responde firme y con los ojos llenos de brillo Ceyla.

—De acuerdo, ¿y no sabes algo más de el, algo que nadie más sepa?- pregunta nuevamente Claus con insistencia.

—¿A que se debe esto Claus, que tienes tú con el Shérif?, ¿Sucedió algún problema, cometiste algún crimen?- repica un poco molesta e Intrigada Ceyla.

—¡No no!, nada de eso abue, solo quiero saber qué clase de persona es- dice Claus tratando de desviar la verdadera razón por qué hacía las preguntas.

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Apr 08, 2017 ⏰

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Ella LunaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ