Luna llena

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12 de septiembre, tocando el reloj las 10:36 pm, la calle está desolada, la luna en su mayor resplandor, parecía a una película de terror, de esas donde misteriosamente todos desaparecen al cuál solo queda el protagonista y aquel asesino o ente que lo persigue por cualquier extraña razón. John Garber, joven adulto, se aproxima a llegar a su casa, acelera el paso, un tanto impaciente, vacilando tratando de ser valiente frente a la situación, haciendo bromas para el mismo y soltando una que otra breve risa, para romper el silencio abrumador y así darse seguridad, pero se da cuenta que le es difícil. La caminata se torna eterna, con la cabeza hacia abajo solo viendo lo que tiene frente a sus pies y un poco más, se encorva, se esconde entre sus hombros, con sus manos dentro de su sudadera, los crujidos de las ramas en su camino le roban la poca serenidad que aún cargaba, su velocidad aumenta aún más, el ambiente se vuelve un poco tenso, una escalofriante brisa sopla detrás de él, era como la voz de una mujer pero muy suave y aguda, como susurrándole algo al pie del oído, el rostro de John se inundo de terror, sus mejillas se tornaron blancas, levanto la cabeza con los ojos abiertos como unos platos y se dio un trago de su propia saliva, pero no detuvo su paso, hizo un breve intento de mirar atrás, con sus ojos solamente sin girar su cabeza, pero no logro distinguir nada, ahora sí iba a toda velocidad, casi que corría, su casa estaba a la vista a unos cuantos pasos, sus pensamiento lo abrumaron,

"—Al fin llegaré y estar tranquilo-",

pero ¿de verdad lo estaría? Si en realidad algo lo perseguía o cualquier cosa que podría imaginarse ocurría, ¿las paredes de su hogar lo protegerían o cambiaría algo? Pensaba el, preocupado por todo lo que estaba pasando a su alrededor, mientras más se acercaba a su casa, más se desesperaba por llegar, sus ojos no se apartaba de la entrada, su frente se arrugó un poco y su respiración se volvió pesada, ya hasta podía oírla, sacó las manos de su sudadera, para tener mejor equilibro aumentando la velocidad, cuando derrepente algo salto de la oscuridad de los arbustos, y se le cruza en el camino, John suelta un alarido de terror, se detiene bruscamente y mira fijamente la criatura que está frente a él, estaba a cuatro patas, sus ojos brillaban, solo se le veía la silueta con su pelaje áspero y su enormes dientes, se podía oír cómo gruñía, tenía un breve parecido a un perro, pero no podía ser, esta criatura es enorme como para ser un perro, pensaba John.

Paralizado por lo que está viendo, no sube sus manos de manera defensiva o trata de avisar a los vecinos lejanos para ver si alguno logra oírlo, simplemente se queda allí sin parpadear mirando aquella cosa enorme y sucia que se había cruzado en su camino. Momentos después la criatura hace un gesto amenazador, retrocede un poco y rápidamente se pierde en la arboleda, John vuelve a respirar nuevamente y sin saber que acababa de ocurrir corrió implacable hasta su casa, cerró puertas y ventanas, colocó cortinas y deslizó las persianas.

Se sentó en el mueble frente a la televisión, seguramente en otros días estaría viendo "chismes calientes" o "suéltalo todo" pero hoy, estaba allí apoyado hacia atrás sin palabras, mirando hacia el picaporte de la puerta, como esperando que algo empezará a moverlo y tratará de entrar a su casa, se levanto, encendió el televisor, sin poner un canal en especifico, dejó el que estaba predeterminado, solo para hacer algo de ruido y no sentirse solo, camina hacia la cocina, se posa frente al lava vajillas, no tiene deseos de comer, sube las escaleras y camina el pasillo rumbo a su habitación, entra y se da cuenta que su habitación está toda alumbrada, aún así esté con la luz apagada, estaba invadida por completo por el resplandor de la luna, que temprano John había leído, esta noche estaría en su mayor esplendor y cercanía a la tierra, pero al visualizar su habitación completa noto que no cerró la ventana de su cuarto, lleno de miedo de que aquella criatura pudiese entrar por allí, o peor que ya lo haya hecho, se apresuró a cerrarla.

Cuando se posó frente a la ventana con las manos abiertas hacia fuera, levantó la mirada y la vio, era la luna estaba muy hermosa, era como si ella solamente brillase para el, John no podía dejar de mirarla, estaba hipnotizado, solo medio podía decir dos palabras,

Ella LunaWhere stories live. Discover now