Historia

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15 de septiembre, el reloj marcando las 6:16 AM, Claus sentado en el borde de su cama, mirando a través de su cobertizo los árboles y la maleza, siente miedo, pero un miedo muy específico, ya lo había experimentado antes, solo que no lograba definir cuando, era como un recuerdo, una imagen borrosa en su mente donde solo podía diferenciar siluetas y colores. Cierra sus ojos, respira profundo y se levanta comienza un nuevo día, pero al hacerlo suelta un chirrido de dolor, su cuello le duele,

—¡Maldicion! Mi cuello-,

se aproxima a su espejo, y mira marcas alrededor de su garganta, quedo sorprendido, esas marcas correspondían a los sucesos de su sueño,

—Pero... no es posible, solo fue un sueño- dice mientras se mira atónito sus heridas,

sacude la cabeza como tratando de quitar los pensamientos de el y diciendo,

—No es posible, deben ser cosas mías, seguro tuve una mala posición con el edredón- se dice tratando de calmarse y se dirige al baño.

Ahora totalmente despierto vuelve a su habitación y se mira nuevamente,

—No puedo ir a trabajar de está manera- dice el mientras saca de su mesa de noche una bufanda gris,

la bufanda le recordó aquel hombre misterioso del sueño. Abandona su habitación y entra en su cocina, un torpe tropiezo lo hace caer,

—¡Maldita sea! Que rayos me hizo ca...-

su voz se apacigua mientras ve la caoba destrozada, y rasguños por su alrededor, el miedo vuelve a el nuevamente, mientras mira la escena en el piso, pero igualmente no logra identificar que representaba ese temor, y su mente es robada por su sueño otra vez,

—No fue un sueño, todo fue real, mi cuello y la cocina- dice Claus mientras es invadido de terror,

Esta vez no desayuna solo quiere irse de allí y se encamina a su trabajo.

Speedmail, es un lugar que Claus se apresura por salir rápido, no renuncia por qué no tiene otro trabajo pero pronto buscará opciones, ya eran las 4:30PM, Claus cierra el local, saluda a la empleada de la farmacia con gesto amable y camina al borde de la Av. Camberry, dirigiéndose a la escala del bus, un camión qué pasa a toda velocidad hace un estruendo que asusta a Claus y le hace saltar a la maleza al lado de la calle, el camión frena de golpe da retroceso y se detiene frente a Claus,

—¿Oye niño estas bien?- dice una voz gruesa y carrasposa proveniente de el camión,

Claus afirma con la cabeza pero viendo que no podía verle aquella persona responde,

—Si... si, estoy bien, no se preocupe, menudo susto me dio-, dice Claus vacilante y con buenos modales,

—Si hijo, buen salto diste- dice la voz con una carcajada,

Claus pareció reconocer esa risa y se acercó a él camión, cuando mira era el viejo Bernz,

—¡Ahh! Viejo Bernz, ¿cómo está?-dice Claus exaltado,

A Josua Bernz le gustaba que le llamasen viejo Bernz, dice que le recuerda lo que es y que no debe olvidarlo como a su padre.

—Bien hijo, feliz ahora que te encontré, menuda suerte tengo, contigo exactamente quería hablar-, dice Bernz con una sonrisa,

—¿conmigo, a que se debe eso viejo Bernz?- dice Claus mirándolo con completa duda,

—Eh estado hablando con el sherif como todas las tarde, que nos encontramos en el Mr. Cream, donde siempre toma su café, siempre en el mismo lugar y el mismo café, es una mala maraña que tenemos los dos- dice el viejo bernz soltando una carcajada y continúa, —Le e contado una historia de mi padre, y ha dicho que podría interesarle a usted más que a él- dice el viejo con una mirada penetrante hacia Claus,

Ella LunaWhere stories live. Discover now