4.Perdón

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Marinette se mantuvo callada. No sabía que decir en realidad. Que debía decir en aquella circunstancia? En verdad el gato no iba a perdonar a Ladybug?

No podía culparlo, en realidad no se había portado bien con él, no solo contando lo que ocurrió con el ultimo akumatizado, si no mucho después, desde el momento en que ella decidió que el gato no era serio y de que nunca iba a corresponder sus sentimientos ni sus avances.

Pero ella quería volver a estar en buenos términos con él, quería que volvieran a reír juntos como en los viejos tiempos, que chocasen sus puños cuando terminasen las batallas y que él volviera a mirarla con aquella mirada suya, intensa y que reflejaba todo el amor que le tenía.

Chat noir se dio cuenta del silencio de la chica, de su mirada triste y perdida, de sus manos echas puños, apretadas contra su cuerpo. El chico se mordió el labio, pues no entendía porque ella estaba triste por ello. Cierto era que no estaba en sus planes perdonar a la catarina, estaba dolido, de hecho aun estaba pensando en como actuar cuando tuviera que volver a combatir con ella, mano a mano. No sabría si podría aguantarlo, si podría ser....natural...

Estaba seguro de que no iba a ser como antes.....

-Marinette....-Susurró, pues quería saber porque tan triste estaba la chica.

-Ah¡...

El chico sujetó su mentón con suavidad, girando el rostro lentamente hacia el suyo, encontrando su mirada azulada, unas pequeñas lagrimas amenazaban con salir.

 -No pongas esa cara, mi princesa-Dijo dulcemente, llevando sus pulgares para eliminar aquellas finas perlas saladas. No pudo evitar acercarse y rozar su nariz con la suya. Le agradaba estar cerca de ella. Había descubierto que sobre el puente de la nariz y las mejillas tenía unas finas y delicadas pecas. 

Le parecía otro rasgo adorable de ella.

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-¿Por que estás triste?-Preguntó Chat después de estar unos minutos en silencio. Él no quería romperlo pero la pregunta le estaba picando la lengua y no podía aguantar más sin preguntarlo.

Marinette dio un respingo entre sus brazos y balbuceó un par de palabras.

-Bueno...esto...-Balbuceó ella. Chat prestó atención-Me preocupa...bueno, parece que por su causa estás decaído y también herido....como sois un equipo...bueno, me preguntaba si todo estaría bien...tu bueno...¿La odias?

Le costó más de lo que pensaba preguntarle lo ultimo.

-Odiar es una palabra muy fuerte, Princesa-Dijo Chat, con voz suave, mientra jugaba con su cabello suelto. Sus caricias en su pelo relajaban a Marinette-Puede que este dolido con ella, pero no la odio...después de todo, hace poco la amaba como nunca creí amar a alguien. 

Marinette se apretó un poco contra él.

-¿Tanto así la amabas?

-Bueno...esto puede sonar muy cursi pero ella era mi mundo...tanto dentro como fuera del traje de Chat noir. Todas las mañanas me despertaba pensando en ella, que estaría haciendo? a que se dedicaba? estudiaba? estaría levantándose también a esa hora? Muchas veces me regañaban por estar perdido en mis pensamientos por ella....cuando patrullamos o tenemos misiones nunca hay un momento en el que no piense en su seguridad, si el plan irá bien, si seremos lo suficientemente fuertes...cuando creo que tenemos unos minutos para hablar y conocernos...ella desaparece, como si en realidad no estuviera junto a una persona real. ¿Sabes el cuento del fantasma de los zapatos rojos? Muchas veces pienso que ella lo es. Que al llegar una hora, desaparece. No es que quiera que me diga quien es, porque ya ha dejado claro que no lo va a hacer. Pero no creo que hablar un poco nos venga mal....después de todo somos compañeros. A mi también me apetece saber cuales son sus gustos, que suele comer, si le gustan los dulces...quizá su asignatura favorita..

Curando el dolor - MarichatWhere stories live. Discover now