The Girl Who Cried Wolf

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No me marchare Luke.

—Michael no hagas esto más difícil de lo que es —rogo el rubio.

Sé que cada vez que dices que se acabó, solo quieres empezar de nuevo.

Michael se encontraba en el departamento del rubio (gracias a que aún conservaba la llave de su departamento). Y, Luke a penas lo vio sentado en su sofá supo que sería más difícil de lo que creía olvidar sus sentimientos hacia el teñido

Son mentiras —respondió Luke sin mirarlo a los ojos.

Eres como la chica que grito lobo que al final fue ignorada por todos —dijo el teñido con una sonrisa en el rostro. —; sé que aún me quieres Luke, por favor perdóname no puedo vivir sin ti.

—Michael aun así lo quisiera, sabes que debo irme.

Habían pasado dos semanas desde que ambos chicos habían terminado su relación y en ese tiempo el rubio había decidido que se mudaría de nuevo a Australia con sus padres. San Francisco no llego a ser como él había pensado, solo logro terminar con el corazón roto dos veces.

—¿Quieres decir que sí, pero en realidad quieres escapar?

—Michael yo ya no tengo nada que hacer aquí, tu no entiende-....

Tu gran escape, claro Luke —lo interrumpió Michael sarcástico —¿A dónde vas? ¿Acaso siempre escapas cuando todo se pone difícil?

—Solo intento no volver a ti para intentar ponerle fin —susurro el rubio.

Michael se levantó del mueble y se acercó lentamente hasta donde se encontraba el rubio con la cabeza agachada para después agarrar sus mejillas con ambas manos y poder mirarlo a los ojos.

Mírame a los ojos —pidió Michael —¿Acoso hay alguien ahí? Porque quiero creer que no estoy soñando.

—Mike... —susurro el rubio.

—No me puedes dejar Luke —le rogo el teñido.

—Tengo que hacerlo.

—¿Acaso hay alguien ahí? Porque yo no me iré, esperare por ti —aseguro el teñido—¿Debe suceder esta tragedia?

—Michael yo-...

La verdad está escrita en tus ojos así que ¿Por qué no simplemente te decides y me lo dices sin rodeos?

—Aun te sigo queriendo Mike —fueron sus últimas palabras del rubio para después besar a Michael.

Michael agarro la cintura de Luke y lo levanto haciendo que este enredara sus piernas alrededor de las caderas del teñido para evitar caerse. Se dirigió hacia el cuarto de Luke y lo dejo sobre su cama para después subirse sobre él. Empezó a dejar besos húmedos en el cuello del rubio acompañado de pequeñas mordidas, logrando dejar unas perfectas marcas moradas que demorarían en borrarse. No sabía cuándo lo podría volver a tener así.

Luke soltaba gemidos al sentir la mano de Michael bajar su entrepierna para después empezar a apretarla mientras sus labios se dedicaban en devorar su cuello.

¡Mike! —jadeo el rubio.

Michael miro a los ojos a Luke para después empezar a besar con desesperación. Lo iba a extrañar, no sabía que iba a hacer sin su ancla. El teñido se deshizo rápidamente de sus pantalones al igual que su camiseta para al final quedarse con nada más que sus bóxers. El rubio gimió al observar el miembro excitado de Michael a través de sus apretados bóxers. Lo necesitaba ya mismo.

—Tranquilo Luke —dijo Michael para después sonreírle.

—T-te extrañare tanto Mike —respondió el rubio entre jadeos.

—Yo también bebe.

Michael saco de un solo tirón los pantalones de Luke al igual que su camisa, bajo sus bóxers por sus largas piernas y empezó a dejar un camino de besos hasta llegar a su entrepierna. El teñido beso la punta del miembro erecto del rubio logrando sacarle un agudo gemido de necesidad.

Separo las piernas del rubio con delicadeza para después quitarse los bóxers que aun traía puestos.

—Te hare disfrutar tanto Luke —susurro Michael cerca del oído de Luke logrando sacarle un jadeo.

Michael puso dos dedos enfrente del rubio indicándole que los chupara, Luke lo obedeció y empezar a ensalivar los dedos del teñido para después succionarlos mientras ahuecaba las mejillas logrando sacarle unos cuantos jadeos a Michael.

—S-suficiente rubio —lo hizo parar el teñido.

Se metió entre las piernas del rubio y metió un dedo dentro de su estrecha entrada logrado sacar un jadeo por parte de Luke.

¡Mierda!

—Estas bastante apretado rubio —se burló el teñido —¿Hace cuánto no te la meten?

—T-tú fuiste el ultimo y el único Mike —susurro el rubio entre lágrimas ya que Michael había agregado un segundo dedo.

El teñido sonrió con ternura al ver al rubio tan indefenso, con las mejillas sonrojadas, el cabello despeinado y la respiración agitada. Por Dios, no sabía cómo podría vivir sin él.

Michael se acercó a sus labios y dejo un dulce beso en estos para después empezar a jugar con el piercing del rubio. Luke empezó a acostumbrarse a los dedos del teñido y empezó a soltar gemidos de placer. Deseaba más.

—¿Listo Luke?

El rubio asintió en respuesta.

Michael levanto las piernas del rubio y las puso sobre sus hombros para poder lograr llegar lo más profundo posible. Empezó metiendo la punta de su miembro lentamente logrando sacar unos cuando jadeos de parte del rubio, no tenía apuro, no quería volver a lastimarlo, sabía qué hacía más de un mes que no había tenido sexo con Luke y esto podía llegar a ser realmente doloroso para él.

—M-más —rogo el chico debajo de él.

El teñido lo obedeció y fue metiéndose lentamente hasta lograr llenarlo por completo logrando sacar unas cuantas lagrimas involuntarias del rubio. Michael espero a que el rubio se acostumbrara mientras este lo comenzaba a masturbar para que olvidara el dolor.

—M-muévete Mike.

El rubio empezó a recibir suaves embestidas de parte de Michael logrando sacarle una gran cantidad de gemidos. Luke se encontraba realmente excitado, tanto que su miembro había empezado a dolerle.

Michael al notar que el rubio en cualquier momento se correría empezó a masturbarlo más rápido.

Ambos chicos era un desastre en gemidos.

Luke sintió una corriente invadir su cuerpo, no pudo evitarlo más y termino viniéndose en la mano del teñido mientras gritaba el nombre del chico frente a él. Soltó un suspiro y dejo caer su cabeza sobre su almohada cansado, esperando a que Michael se viniera dentro de el en cualquier momento.

¡Maldición! —grito Michael para terminar corriéndose dentro del rubio.

Las piernas de Luke se embarraron con un líquido espeso y pegajoso dejándolo algo incómodo. No estaba acostumbrado a eso.

La cama se hundió a su costado, el teñido había caído rendido y se encontraba realmente agotado.

—Te quiero Mike —susurro el rubio mirándolo a los ojos.

—¿Hay siquiera alguien ahí? —pregunto Michael mirando a los ojos —Porque créeme no me iré, te voy esperar Luke.

—Volveré por ti Mike, lo prometo, solo necesito un tiempo para aclarar mi mente —soltó un suspiro —Lejos de San Francisco.

Mírame a los ojos y vuelve a decirme que quieres.

—Te quiero Michael, hasta la luna y de regreso.

Eso era suficiente para Michael.

Por ahora.

Sounds Good Feels Good »muke«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora