—Vamos. Hace días que no te veo.

—Me encantaría Perrie.. pero ya tengo planeas para hoy.

—Oh, entiendo. Bueno… ¿quizá mañana?

—Ahhh no lo se. Lo siento Perrie. Sal con tus padres, tus viejos amigos… yo te aviso si algo cambia ¿bueno?

—Claro —Dije entre suspiros

—*Jade, ¿vienes o no?* —Escuche otra voz a través del teléfono.

—Claro, voy. Bueno Perrie, debo irme.

—¿Qué? Ah… claro.

—Cuídate. Hablamos después. Adiós. —Ella colgó.

Llevaba todos estos días sin venir a verme, sin llamarme si quiera. Todas las veces que habíamos hablado había sido porque yo había marcado su número y solo me decía lo necesario. Cada vez que hablaba con ella esperaba, hasta rezaba por que me dijera “hey vayamos a algún lado” “hey ¿Qué tal si vamos a cenar”, algo, cualquier cosa, pero ella solo parecía estar evitándome.

¿Estaría ocupada. Enojada? ¿Habré hecho algo mal? ¿Le habrá molestado que no me quedara con ella? No tenía idea a que se debía este comportamiento de su parte. Y por otro lado… ¿Quién estaba con ella? ¿ósea que ahora tenía tiempo para salir con cualquier otra persona pero no conmigo? ¿De que se trataba? No sabía que era lo que estaba sintiendo ahora, pero me molestaba. Me molestaba no poder verla, no hablar con ella como antes, que se viera con alguien mas y se haya olvidado de mi. ¿Qué acaso no lo intuía? Yo la extrañaba. La extrañaba demasiado y desearía que estuviera aquí justo ahora.

Me quede el resto de la tarde tirada en la cama. No tenía muchas ganas de salir, ni de conocer mas sobre nada. Solo había una persona de la cual quería saberlo todo y no era ninguna de las que me rodeaba justo ahora. Cansada de todo eso me quede dormida, y no desperté hasta la mañana siguiente.

Creí que me sentiría mejor, que todo habría pasado e incluso trate de mentalizarme para pensar que, un nuevo día, una nueva oportunidad de por fin hablar con ella. Pero la verdad es que me sentía igual o incluso peor que ayer. Todo mi mundo estaba volteado de cabeza, no sabía que pasaba conmigo, no tenía idea de que pensar. No quería seguir en mi casa, tampoco quería regresar a Nueva York, ni siquiera me interesaba pensar en Zayn o en la boda.

No sabía que seguía, no tenía idea de que rumbo tomar pero si sabía que, mientras Jade estuviera en el yo seria feliz.

—Amor… ¿estas bien? —Mi madre había entrado a la habitación.

—Clara. Si, estoy bien.

—¿Segura? No lo parece.

—Pues… lo estoy.

—Soy tu madre. Se que algo pasa. No comiste nada ayer y ¿ya viste que hora es? Es casi medio día y tu no haz salido de este cuarto. Tus ojos están hinchados… Dímelo hija. —Pensé en alguna excusa, algo que me salvara de esa charla pero, esta mujer seguro era mi madre, con una simple mirada me convencía de lo que fuera. La mire por mucho tiempo a los ojos hasta que no pude mas y la abrace, la abrace incluso mas fuerte que el día en que la vi y comencé a llorar como una bebé entre sus brazos.

—Debbie no se que hacer.

—Linda… ¿ que pasa?

—Debbie… pasa que soy patética. Mírame, estoy aquí como una niña sin saber que hacer de su vida. Ya no entiendo nada, me siento peor que antes. —Ella solo me miraba sin comprender una palabra. Estaba tan o tal vez mas confundida que yo. —No se que hacer, no se a donde ir. Me encanta Nueva York, me gusta la “vida” que tenia ahí pero… me enamore. Me enamore de Londres, de mi familia, de mis viejos amigos de… Mamá, ¿recuerdas el día en que regrese, que te dije que en Nueva York me había enamorado? —Ella asintió con la cabeza —Ya… ya no estoy tan segura.

—Perrie hija pero…

—Lo se, lo se mamá pero… es que todo es tan raro. No se como explicarlo.

—¿Hay alguien mas? —Pensé unos instantes la respuesta. No podía seguir engañándome, no de esta manera. Necesitaba saber. Necesitaba comprender.

—Si. Bueno, eso creo. Es que no lo se, no lo entiendo. Yo… ¿y si te dijera que es…?

—¿Que es una persona maravillosa? ¿Qué ha sido quien mas de su atención te ha brindado? ¿Qué ha tenido la disposición de lo que sea por ti? Esto Perrie… esta conversación ya la habíamos tenido alguna vez, hace años. Hoy los roles se repiten.

—Pero mamá, ¿Cómo…?

—Dime quien.

—Es que yo…

—Solo dímelo hija. —Puedo jurar que lo dude, pero mi mente explotaría si no lo hiciera.

—Mamá, han sido semanas sin Zayn y no siento que lo extraño. Semanas sin sus cariños, días enteros sin hablar con el. Sus mensajes ya no me llenan de alegría, escuchar su voz ya no hace que mi estómago se apriete… en cambio… en cambio si ella, han sido días, días interminables sin verla, sin hablar con ella. Siempre que la llamo ella termina la conversación, siempre que la invito a salir ella me evade y eso me esta matando. No, no se que siento… no se que pasa dentro de mi. Pero mi alma me suplica de rodillas por ella y no se que hacer, creo que… —Las lágrimas de mi mama ahora acompañaban las mías —creo que ya no quiero casarme, no quiero hacerlo, no con Zayn porque… porque a el lo tengo a kilómetros y no lo extraño, porque esto —Saque mi celular y le mostré mi fondo de pantalla con el —esto ya no parece llenarme. Y, en cambio a Jads… la tengo a unas cuadras y la siento tan lejos, la extraño. Extraño su risa, extraño su mirar y no se que signifique. —ella me dio la mano y se levantó de la cama para salir de mi habitación. No dijo nada, solo salió. —¿A dónde vas? —No hice nada. Solo me quede ahí, inmóvil. Completamente incapaz de hacer algún movimiento. No pasaron ni dos minutos cuando mi mamá regreso. Regreso de quien sabe donde con un porta retratos abrazado a su pecho. Se quedo en la entrada de la habitación y me miro.

—Algo así no podía perderse. —Yo no entendía nada. —No podías olvidarlo del todo, no podía pasar como si nada. —Camino hasta a mi y se sentó de nuevo a mi lado. Me miraba a los ojos y lentamente puso la fotografía en mi regazo. La vi y no podía creerlo. Éramos nosotras, Jade y yo. Besándonos en una especie de parque sonriendo en el beso. Estaba completamente en shock. Si había dejado atrás a alguien cuando paso todo esto, tal vez por esto y por Zayn era que nadie me decía nada, ni la misma Jade. Por eso su reacción, por eso sus atenciones, por eso su enfermizo interés de hacerme recordarla. Ella fue mía, en algún momento de nuestras vidas lo fue. —No dejes que se pierda. —Yo seguía llorando. —Se que no la recuerdas… pero ahora lo sabes. —Yo solo seguía perdida en la fotografía. —Ve por ella Perrie. 

—¿Qué?

—Que vayas por ella. Que vayas a su casa ahora y le digas lo que sientes. Que te explique todo, como es que fueron las cosas. Hija… —¿Me estaba pidiendo que fuera por ella? ¿esto era real? —…vuelve. Vuelve Perrie

Yo seguía en shock, solo me quede viendo hacia la nada con la imagen de la foto en mi mente. Ahora tenia muchas mas preguntas que antes.

—Perrie… —Voltee a mirarla. —Ve por ella. Tienes que ir, no tienes idea de lo que ella sufrió solo… ve. ¡Ve hija! No te me quedes mirando. Deja de pelear con tu mente, ¡la amas! No la dejes. ¡corre!

Me saque las lágrimas del rostro, le di un beso a mi madre y Sali corriendo de la habitación. Antes de salir de la casa me puse una chaqueta y Sali corriendo. Corrí como nunca antes, nunca me había sentido tan viva como ahora, por la acera, la banqueta. Esquivando autos y personas. Nadie iba a detenerme ahora que lo había decidido.

—Voy por ti, Jade. —Repetía en mi mente una y otra vez.

A Prueba.- Jerrie /Adaptación/Where stories live. Discover now