Capitulo 15

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A Prueba

Capitulo 15

(POV JADE)

No pude.

La primera noche en mi casa sin Perrie me di cuenta de que no podía estar un minuto más en esa casa. No sin ella. En cuanto el sol se asomó por mi ventana esa mañana tome una maleta, le llene de lo necesario, tome a mi pequeño Jerrie y partí. Partí al único lugar donde estaba segura de que podría esconderme hasta que la pena pase y ser bien recibida. Fui a casa de mis padres. Toda una semana fue la que no pude ni levantarme de mi cama. Jesy venia diario a hacerme comer algo ya que ni mi mamá ni mi papá, ni siquiera Karl lograban.

Nunca supe como seria esto. Perrie fue prácticamente mi primera y única experiencia de amor real. Antes de ella nunca supe lo que era extrañar a alguien aunque lo hubiera visto solo 30 minutos atrás. Lo que implica hacer locuras sin siquiera pensar las consecuencias por ver a esa persona sonreír. Nunca antes supe lo que era enfermarse de amor.

Cada vez que me levantaba tendía a volver a desplomarme en la cama. Devastada. Sin energías. Rodeada de gente y a la vez sintiéndome tan sola. Teniendo el celular justo alado esperando una llamada, un mensaje, algo que viniera con la imagen de su rostro en la pantalla. Dentro de la negación de que mi vida seguiría aun sin ella. Tan solo lo imaginaba y estaba segura de que no sería vida para mi.

Pero tenía que hacer algo. Ella había estado siempre orgullosa de mi. Ella siempre me había dado su apoyo incondicional. Decía que yo, de alguna manera la inspiraba. Tenía que hacer algo con eso. Honrar a su memoria con algo que hiciera que se sintiera aun mas orgullosa de mi. Después de unas largas platicas con mi mamá, muchísimas con mi mejor amiga Jesy e infinitas noches en vela conmigo llegue a la conclusión, la mas fuerte, indeseada y difícil de aceptar conclusión de que mi vida continuaría. Con o sin ella, pero yo tenía que seguir.

—Buenos días corazón. —Dijo mi mamá abriendo delicadamente la puerta de mi infantil, intacta habitación.

—Buenos días mami.

—¿Cómo te sientes?

—Me siento… mejor. De hecho, creo que me siento… bien. Hoy me siento diferente. Diferente a ayer, diferente en muchas maneras. Incluso mas fuerte.

—¿Y eso, mi amor, se debe a…?

—Nada ni nadie en particular mami. Solo creo que lo entendí. Entendí que mi vida tiene que seguir de alguna manera. Entendí que… ya no la vere mas pero siempre estará conmigo. Y sobre todo entendí que necesito hacerle homenaje a su vida, a como cambio la mía, a lo mucho que aprendí de ella y al amor que nos teníamos. Mami… —Esto estaba poniéndose difícil de decir. —… ahora se que tal vez ella murió… pero todo eso que me dejo no puede morir. No debe.

Ella solo me tomo entre sus brazos y se tomó unos minutos para llorar junto conmigo. Te amare toda mi vida, Perrie Edwards

—Me ire a casa el día de hoy.

—¿Qué? Amor… ¿estas segura? —Dijo mirándome a los ojos con una clara expresión de preocupación.

—Eso creo. De todos modos algún día tendré que hacerlo. Mientras mas pronto lo afronte quizás mas pronto logre… superar todo esto. Asi ya dejo de darte tanta lata.

—No digas eso nunca Amelia. Tu jamás podrías molestarme, eres mi hija. Y además sabemos perfectamente por lo que pasas. Haz lo que tu quieras al ritmo que tu corazón te lo permita mi amor. Pero debes de saber que… siempre puedes volver aquí.

—Gracias mamá. Me iré mas tarde… creo que podría llamar a Jesy para que me ayude con mis cosas.

—Perfecto. Pero no la explotes mucho ¿esta bien? No es bueno cargar cosas pesadas durante un embarazo. —Reí con eso. Mi mamá siempre había sido una sobreprotectora conmigo y con mis amigas.

—Lo prometo… rayos no puedo imaginarla como mamá. Ella es incluso mas descuidada que yo.

—Bueno querida, ser madre te hace madurar. A veces tanto y tan rápido que asusta.

—Estas diciendo que…

—¡NO! No Jade… no es ninguna de tus pesimistas suposiciones. Ahora vístete y ven a desayunar con nosotros linda.

Hice lo que me pidió. Por primera vez en este tiempo me levante de la cama sin el terrible sentimiento de caer.

Después de tomar el desayuno con mi familia como debe de ser subí a comenzar a acomodar mis cosas. Justo entonces crei prudente preguntarle a Jesy si podría ayudarme.

“Volvere a casa esta tarde sabes. ¿Sería mucho pedir que me ayudaras a llevar mis cosas y ordenar un poco?”

J: “No sabes cuanto he esperado por leer este mensaje. Claro que si enana. ¿A que hora me quieres en casa de Normi?”

“No lo se. A las… ¿5?”

J: “Te veo a las 5. Me alegro demasiado por esto. Siempre contaras conmigo. Te quiero amiga”

A veces solo se necesita un pequeño empujón de alguien para desatar el cambio. Para atreverse. Jesy era quien mas lograba impulsarme a eso. Ella y mi querida Perrie.

Encendí mi computadora y entre a mi mail. El cual, no había revisado hace semanas. Me sentí un poco culpable y a la vez muy preocupada por todos los que había recibido pidiendo ayuda o consejos con diferentes casos en el buffet de los cuales yo ni me había enterado. Pero tengo fe en que pudieran entender que mi cabeza no estaba para esas cosas ni para nada mas en estos días. Después de leer la mayoría me decidí por abrir mi cuenta en Facebook. Otra que hace mucho, no había revisado. Miles de notificaciones, cientos de mensajes. La mayoría con el detestable aroma a pésame con el que había cargado las últimas semanas. Entonces hice algo a lo que la mayoría llamaría masoquismo… pero yo tenía ahora una gran necesidad por hacer.

Entre al perfil de Perrie.

No era para sorprenderse mas. Nada nuevo de ella desde aquel entonces. Lo único que la hacía diferente eran ahora los cientos de publicaciones y comentarios con el asunto “te extrañaremos” en ellos. De amigos nuestros, amigos suyos, familiares, gente de la que yo no tenía idea. Me limite a leerlos ya que lo único que lograría sería ponerme a llorar una vez más y mis ojos ya estaban tan exhaustos de ello. Pensé en reportar la cuenta y hacer que la cerraran pero… no. Perrie Edwards existió. Perrie Edwards estaba rodeada de gente que la amaba. Ella merecía ser recordada aunque fuera difícil para muchos volver a entrar y no ver absolutamente nada y nosotros merecíamos poder tener una especie de comunicación con esa maravillosa persona que ella fue.

En su lugar… *nuevo mensaje* *destinatario: Perrie Edwards* mire el calendario, abrí inbox y envié un mensaje:

“Día 46 sin ti.

¿Podrás perdonarme? Perdona que no haya escrito antes. Me siento una cobarde. En verdad lo lamento pero… no podía amor. El dolor era demasiado. De hecho, lo es. Lo único que cambia es que hoy me sentí con la determinación de recordarte por lo hermoso que me dejaste, lo bueno que hiciste, el amor con el que te entregaste. No por la falta de tu presencia. La falta de tu risa, de tu aroma. Aun no estoy segura de como haré esto pero te prometo Perrie, prometo que te hace sentir 100 veces más orgullosa de mi. Prometo que haré todo lo que alguna vez planeamos hacer juntas. Prometo mantenerte viva en mis acciones.

Amor… prometo que nunca saldrás de mi corazón. Lo fuiste todo linda… fuiste la gran mayoría de mis sonrisas. Fuiste un gran apoyo en cada uno de mis logros. Jamás olvidare eso. Jamás olvidare la primera ni la última vez que te vi ya que en ambas me tenías atrapada en tu mirar.

Te amo Perrie. Siempre lo hice y siempre lo haré. Te veré de nuevo ¿ok? Solo que… aun no. Aun no mi amor. Pero prometo que lo haré. Nuestro amor es infinito. Tu y yo somos infinitas”

A Prueba.- Jerrie /Adaptación/Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin