Blue.

Capítulo 32.1: Ahora sí.

Kyle.

Presenté a Zack a mis padres.

No es mucha sorpresa el cómo se lo tomaron. Prácticamente me han negado como su hijo.

Me dijeron que no me volverían a hablar hasta que no vuelva a ser "normal". Justo lo mismo que le dijeron a Nathan, incluso él les hizo caso y terminó con Elliot. Cuando me enteré de eso estaba en shock, creía que era una broma, no podía terminar de entender cómo Nathan dejaba que nuestros padres controlaran su vida. Casi lo terminaba golpeando por idiota.

Claro que a mí realmente no me importaba la opinión de ellos acerca de mi vida, pero sentía que tenía la obligación de presentarles a Zack.

Zack, el que ahora está a mi lado, apretándome la mano con fuerza. Está nervioso, aunque yo le dije que no había nada de lo que preocuparse.

—Me arrancarás la mano si sigues apretando. —Digo e inmediatamente me suelta.

—Lo siento, estoy nervioso. —Suelta una risita bastante patética que confirma su comentario.

Estamos ahora frente a su casa. Han pasado varios días desde que ya no vive allí y ahora vinimos a buscar a su madre.

Zack ha conseguido alquilar un lugar donde puedan vivir los dos solos y tranquilos. Voy a extrañar tenerlo en mi habitación todas las noches.

Zack no quería que lo acompañara, tenía miedo de que su padre pueda hacerme algo. Y antes de que cambie de opinión y me eche de allí, toco el timbre y esperamos.

Por suerte quien aparece detrás de la puerta no es su padre, sino su hermana, que abre los ojos con sorpresa.

—¿Zack? Creí que papá te había echado. —Se acerca con intenciones de abrazarlo pero él da un paso atrás—. ¿Has vuelto?

—¿Está mamá? —Dice él, ignorando la pregunta de su hermana y mirando hacia adentro de la casa.

—Sí... Pasa...

—No, espero afuera.

Ella parece resignada y se va a buscar a su madre.

Me doy vuelta hacia Zack, casi puedo ver la furia y el dolor en sus ojos. Me corresponde la mirada.

—Tendrías que haber entrado.

—¿Y si estaba mi padre? No puedo verlo de nuevo. 

Aprieto su mano y le sonrío. Él hace lo mismo. Con su mano libre acaricia mi mejilla suavemente, no me queda ninguna duda de que él es todo lo que quiero, todo lo que necesito. ¿Cómo pude alguna vez dudar de lo que siento por él?

Se acerca despacio pero antes de que pueda juntar sus labios a los míos, alguien vuelve a abrir la puerta.

—¡Hijo! Sabía que vendrías. —Su madre lo abraza durante un largo rato.

—Tenemos que irnos, mamá.

Ella lo mira confundida.

—No. No puedo dejar a tu hermana.

—¡Ella no me defendió ese día, ni a ti! —Se altera Zack.

—Porque también le teme a tu padre.

Él no dice nada, parece que ya ha dicho todo lo que quiere decir.

—No voy a irme sin ti. —Agrega después de un tiempo.

—Está bien, iré a por tu hermana.

Veo que Zack va a replicar pero lo detengo y dejo que su madre vaya hacia adentro de la casa.

Lo próximo pasa rápido, nos apuramos ya que en cualquier momento su padre podía volver a casa. Su madre y hermana salen de la casa con una pequeña maleta cada una y en seguida subimos al auto. Auto que me había prestado Nathan.

Una vez que arrancamos todos soltamos un suspiro de alivio.

—¿Dónde vamos a vivir? ¿Falta mucho? Creo que he olvidado algo. —Empieza a hablar rápido su hermana. Y me pregunto por qué no la dejamos.

—He conseguido un lugar. —Dice Zack y varios minutos después estacionamos frente a una casita pequeña, quizás peor que en la que vivían.

Ellas se bajan y al ver que Zack no las sigue, se detienen.

—¿No vienes?

Zack mira primero a las chicas y luego a mí, que me guiña un ojo.

—Tengo que recoger mis cosas de la casa de Kyle.

Ellas entran en su nueva casa y yo acelero.

—Pero si no tienes nada más en mi casa. —Contesto riendo.

—Claro que sí, estás tú.

Frena el auto en un costado y me mira. Sé lo que esa mirada significa, la he visto mil veces.

Así que opto por hacerle caso. Me paso de asiento y me coloco encima suyo.

—¿Cómo sabes que esto es lo que tenía en mente? —Dice con sus manos en mi cintura.

No respondo y lo beso, con desesperación, como si no lo acabara de besar hace unas horas atrás.

Zack me devuelve el beso con la misma intensidad pero en seguida se detiene. Paso mis ojos por su rostro intentando averiguar por qué.

—Estamos en la calle. —Dice un poco sonrojado.

Dejo un ultimo beso rápido y me vuelvo al asiento del copiloto.

Arrancamos de nuevo rumbo hacia mi casa y en cuanto llegamos y abro la puerta, sus labios me están atacando otra vez.

No lo dudo ni un segundo y lo guío hacia mi habitación, escaleras arriba.

No paramos en ningún momento. Ni siquiera sé si Nathan está en casa.

Caemos en mi cama; varios besos y caricias después, caen las ropas al suelo y finalmente cae la noche.

Estamos abrazados, tapados hasta la nariz, contagiándonos del calor del otro.

—Al fin te tengo todo para mí. —Me abraza más contra él.

—Siempre me tuviste. —Susurro contra su pecho, ya medio adormilado.

—Sí pero ahora que todo el mundo lo sabe somos libres.

—Te quiero. —Le murmuro para después cerrar los ojos.

—Yo te amo.

Creo que él dice, pero el sueño me va ganando. Me pregunto por qué no le dije que lo amaba en vez de un simple "te quiero". Porque lo amo, estoy seguro, nunca había estado tan seguro de algo.

Lo bueno es que podré decírselo mañana y pasado y pasado, una y otra vez, porque ahora, sin nadie que nos prohíba estar juntos; ahora sí, es solo mío.

Capítulo corto pero quería darle un "cierre" a esta parejita. <3