16: Yo, yo mismo y el espejo

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¡Hola! Lamento la demora, es que estoy de vacaciones y viaje al norte. No he tenido mucho tiempo para escribir, pero aquí esta el cap. Les aviso que comenzaré una nueva novela, se llamará "Wisper Of Hope". Bueno, espero que lo esten pasando bien y que les guste el capítulo. Comenten y voten si les gusto, se les ama<3 besotes.

"La persona que ha nacido con inclinación hacia lo divino es entrepida, y su corazón, puro"

Las exquisitas gotas de lluvia desfilaban por mi ventana, causando una pequeña y dulce melodía simétrica y tranquila. El sol comenzaba a salir por detrás de las colinas, y el único aroma que llegaba a mis fosas nasales era el de la tierra mojada, además del rico olor a tostadas recién hechas y café negro. Cerré la ventana en un movimiento ágil y me dispuse a colocarme mis converse negras, y un sweater, para luego bajar a comer, aunque ni mucha hambre tengo.  Pero mi mamá está abajo sola, y al menos, luego de todos los años que se ha dedicado a criarme, merece de mi compañía durante el desayuno. Baje las escaleras con cuidado para así evitar el horrible crujido de la madera vieja y me apresure para llegar a la cocina, pero antes de entrar me topo con mi madre, con la mirada perdida en el bosque. Fruncí el entrecejo y camine con calma a buscar mi comida: dos tostadas untadas con mantequilla de maní y mermelada y una taza de café. Le di un mordisco a una de ellas y luego cogí la taza para ir de vuelta al gran salón, en donde mi mamá estaba.

Al notar mi presencia me regaló una sonrisa, pero no duró mucho, ya que al igual que su vista fija en mí, desapareció entre la brisa matutina. ¿En qué pensará? Una horrible inquietud. El deseo de poder leer mentes o poseer algún dote extraordinario se apodero de mí, al menos así podría saber qué es lo que pasa por su mente en este mismo instante. Podría entender muchas cosas. Podría penetrar la filosofía de Louis.

— ¿En qué piensas? —me atreví a preguntar, aunque con la voz temerosa y cuestionable. Mi madre me miró y mantuvo su vista fija en mí durante unos segundos más, mientras de seguro trataba de idear alguna mentira nueva para camuflar sus problemas.

A diferencia de muchas madres, la mía, era una de muchos secretos. ¿Han oído la famosa frase de “Eres un libro abierto”? Pues, en este caso, es todo lo contrario. Abrir este libro es uno de los misterios de la vida, algo así como el triángulo de las bermudas.

Miles de ideas y pensamientos erróneos se me cruzaron, incluyendo el de la muerte de mi mamá. ¿Qué pasaría si ella moría al igual que mi padre? ¿Podría seguir adelante a pesar de todo?

Pero eso, solo me hace pensar en una sola persona. Louis. ¿Podrá el conseguir darme la felicidad en la ausencia de mi madre?

Ya había perdido a papá, y aunque no haya sido el mejor, o el más atentó, lo quería. No podría imaginar un mañana si mi madre no está en él.

—Pensaba en tu padre—me sorprendió con aquella repentina respuesta—Yo lo amaba, Harry, de verdad que lo amaba…

Se lo que viene ahora, el llanto.

—Losé, mamá… —susurré atrayéndola a mi pecho para consolarla y apaciguar sus sollozos—Losé…

Y así nos quedamos, sufriendo por la ausencia de un ser querido durante toda la mañana. Ella se calmaba y yo rompía a llorar, entonces ella lloraba de nuevo.

Horas más tarde salió a cotillear con sus comadres. Y entonces nuevamente quede solo, con la horrible idea de saber que algún día estaría solo de verdad, solo en este mundo.

Camine hacía mi cuarto en cuando mi móvil comenzó a sonar, con esa horrible cancioncita que me traía como loco. Nota mental: Cambiar el tono de llamadas. Subí y conteste a toda prisa, para encontrarme con nada más y nada menos que la armoniosa y humilde voz de mi mejor amiga Sharoon.  

Forbidden ~ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora