13. Retrasos, disgustos y confesiones.

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Narra Nina:

—¿¡NINA!?— gritaron Luna y Ámbar haciéndome sobresaltar.

—¿Qué les pasa a ustedes dos?— pregunté calmada.

—¿Por qué no bajaste si sólo estás viendo televisión?— me replicó Ámbar.

No entiendo cuál es su problema, ¿piensan que bajaré sabiendo que están pasando un maratón de mi serie favorita?.

—Ya Ámbar, ni siquiera lo intentes. Ella es imposible cuando ve The Walk...

—¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ?— grité y lloriqueé interumpiendo a Luna, justo en ese momento cortaron la electricidad.

—Lleva su mochila, yo me encargo— le dijo Luna a Ámbar, y encendió la linterna de su celular, la rubia imitó su acción.

—Eh...Claro— contestó Ámbar confundida.

Yo mientras estaba tirada en el suelo. Luna me tomó del brazo y me arrastró hasta la puerta del apartamento. Pasó la cerradura.
Al fin reaccioné y me levanté, sacudí mi ropa, para después bajar las escaleras.

—Nina, pensé que eras más normal— murmuró Ámbar.

—Obvio que es anormal, se junta con Luna Benson, por favor— aclaró Luna.

Me limité a sonreír nerviosa.

Entramos al auto exhaustas. Definitivamente la actividad física no era lo mío.

—Vamos rápido, Tino— le ordenó Luna al chofer.

—¿Dónde se supone que dormiremos?— inquirió Ámbar.

—En mi habitación, es lo suficientemente grande— le respondió Luna.

—Oh, perfecto. ¿Nina, vivís sola?— volvió a hablar Ámbar.

—No, vivo con una pareja recién casada, ellos en este momento están en una cena— le conté.

Ciertamente gracias a ese intercambio me independicé enormemente. Mi madre es muy sobreprotectora, todo lo contrario a la pareja que me asignaron.

En eso frenó el vehículo, ya habíamos llegado a la Mansión de Luna.

—Ustedes vayan a la habitación de Luna, yo voy a buscar unas cosas. ¿Vale?— dijo Ámbar.

—Vale. Vamos Nina— me llamó Luna y nos dirigimos a su habitación.

Ya estando allí Luna sacó unas bolsas de dormir.

Pasaron unos minutos y ya Luna se estaba estresando.

—Creo que hoy es el día de los retrasos, ¿no?— musitó con sarcasmo.

—Pues yo creo que considerando el hecho de que Ámbar llegó a esta mansión hace 1 día, si mis cálculos no fallan, hay una probalidad del 87,5% de que se encuentre perdida en uno de los pasillos— expresé rápidamente y Luna me miró extrañada.

Esa era la probabilidad más lógica ¿no?.

Narra Ámbar:

¿Cuántos pasillos pueden haber en una mansión?.
Creo que se me haría más fácil encontrar la salida de un laberinto que la puerta de la habitación de Luna.

¿Qué?.

No, no. Para Ámbar Smith nada es imposible.

¿O sí?.

—¿Qué hacés rondando por la casa?.

Lo que me faltaba, mi Madrina.

—Vos sos la que debería estar dormida, madrinita. A tu edad es cuando más tenés que descansar. ¿Sí?— le dije con sarcasmo.

—¿Qué querés insinuar, Ámbar?. Te recuerdo que estás de huésped en esta casa— intentó regañarme, hoy no Sharon.

—Ouh, sí, lo olvidaba, disculpame. Olvidaba que esta enorme mansión está a nombre de Luna Benson— fingí asombro—. Mi prima, ¿y sabés? Ahora mismo voy a su habitación para una pijamada. Pienso que a mis tíos le molestaría que la cancelaras. Qué pena, Sharon. Mejor dejame seguir mi camino, y ve a tomar una siesta, buenas noches.

Le di un beso en la mejilla, moví mi cabello y seguí caminando.

Entré a otro pasillo y pude divisar una gran puerta rosa, que decía "Luna". Por fin.

Toqué esperando que me abrieran. Mi bolso estaba re pesado, con todas las cosas que traía no era una gran sorpresa que lo estuviese.

—¡NINA YA DEJA DE SACAR TEORÍAS, ME PONES NERVIOSA!— se escuchó del otro lado de la puerta. Luna.

—¡ESCUCHÁ LA PUERTA, LA ESTÁN TOCANDO. SEGURO ES ÁMBAR!— Nina.

—¡ÁBRELA, ¿QUÉ ESPERAS?!— Luna.

—¡VOY!— y Nina la abrió—, ¡ES ÁMBAR. TE LO DIJE, BOLUDA!.

¿Qué serán de mis tímpanos después de esta noche?.

—Ya, ya suficientes gritos, compórtense— les pedí cuando entré.

—Claro, disculpa. ¿Te perdiste?. Neta ya te íbamos a buscar, pero yo no encontraba mis pantuflas— se excusó Luna.

—Sí, tuve un percance. Sin embargo, ya estoy acá. Así que buscá la nutella— sonreí maliciosa.

—No, no hay nutella. A Nina no le gusta— me susurró.

—¡Hey! Te escuché Luna, y bueno no, no me gusta— intervino Nina tranquila.

—Estás un poco mal de la cabeza, Nina. Aunque respeto tus gustos— comenté—  Será mejor que juguemos a algo.

—¡Va! Juguemos verdad o reto— propuso Luna.

Nina y yo asentimos, luego nos sentamos sobre las bolsas de dormir que estaban al rededor de unos platos de snacks, que Luna había mandado a preparar especialmente para la ocasión.

—¡Yo quiero comenzar!— exclamé—. Nina ¿Verdad o reto?.

Ella me miró sorprendida, no se lo  esperaba. Es que hace unas horas atrás me había dado curiosidad un tema que tenía que ver con ella.

—Verdad— contestó nerviosa.

Perfecto.

—Bien; Nina...¿Es verdad que te gusta Gastón Perida?— le pregunté y enseguida sus mejillas se tornaron rojas.

—Sí— tartamudeó, yo la miré pícara—. No me mires así, al menos a mí no me gusta mi mejor amigo— miró a Luna—, ups.

Me largué a reír.
Luna bajó la cabeza avergonzada.

—¿¡Me están cargando!?— suspiré—. Luna, ¿te gusta Simón?.

Se prendió 😂😂😂.

¿Creen que sea verdad? 😅.

Bueno, gracias por los 9k de visitas 🙌💓.

Si quieren que les dedique un cap déjenmelo en los comentarios 😼.

Hace unos días me dediqué a corregir la historia...Duré un montón.

Como vieron cambié mi username 😁.

Ahr, los quiero😘.

~Grecia 💓.

¿Será Este Un Buen Momento? | Simbar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora