—Vamos, niña. Ya basta de hacer pucheros. La fecha de tu boda se acerca. 

Ella saltó como si la hubiera abofeteado, pero continuó sin decir nada y Jonas sintió crecer incluso aún más su ira. Liza retrocedió mientras Jonas se movió para ocupar su lugar, poniéndole la mano en el codo a Harper. 

―Eso es imposible. Ya tiene compañero. 

Los ojos de su padre no mostraban nada más que desdén. 

—¿Un were? Nunca permitiré eso. 

Jonas la dejó con Mick detrás suyo y se centró en la amenaza ante sí. Dejó que su lobo saliera a la superficie. Sabía que su mueca era feroz pero no le importaba. 

―Es una mujer mayor y una mujer reclamada. Usted sabe que no puede interferir en eso ―pero podía ver lo que quería en la cara del otro hombre. Jonas extendió los brazos―. Intente apartarla de mí, brujo. No sobrevivirá a esta noche.  

  Los ojos del brujo se estrecharon y Jonas sintió un poder fuerte y rápido aumentando en el aire. Pero Redhawke tenía sus propias brujas. Liza y Elspeth se adelantaron, y con un movimiento que le sorprendió, también Harper, unieron sus manos con las suyas. Tal vez tenía más fuerza de la que él se daba cuenta. De la que ella se daba cuenta. Entonces, como auténtica sorpresa de la noche, el hombre joven que se parecía a ella se adelantó y unió su poder al de las tres mujeres. 

―Creo que no eres bienvenido aquí, padre ―dijo el joven, la satisfacción rebosante en su voz. 

―No, no lo eres ―repitió Harper. 

Este les lanzó a ambos una mirada llena de malicia y odio antes de darse la vuelta y volver al todoterreno negro en el que había llegado. Harper se quedó rígida hasta que su padre y su séquito desaparecieron por el camino; entonces toda la resistencia pareció abandonarla. En lugar de girarse hacia él o Mick, corrió hacia su hermano,cuyos brazos la arroparon tan fuertemente que Jonas se preguntó si iba a necesitar una palanca para liberarla. Fue el segundo momento inesperado de celos que había experimentado en los últimos días y luchó contra el impulso de apartarla de un momento que obviamente ella necesitaba con su hermano. 

Los otros weres se alejaron hasta que quedaron solo él, Mick, Caleb y Zach. Incluso Liza se fue después de una baja y acalorada conversación con sus compañeros, Zach y Caleb. Elspeth se marchó con ella. Mick intranquilo, cambiaba de un pie al otro, su nivel de agresión fue creciendo hasta que Jonas suspiró. Tendría que intervenir. Pero antes de que estuviera totalmente decidido, Harper se apartó de su hermano. 

Harper miró por encima de su hombro y se quedó claramente sorprendida de encontrar a cuatro hombres detrás de ella y ninguna señal de su prima. Inquietud y miedo cruzaron su cara, dos emociones que estaba cada vez más acostumbrado a ver en ella y eso irritaba mucho a Jonas. Ya debería saber a estas alturas que él nunca la habría tocado, mucho menos herido. 

Su hermano dio un paso adelante y extendió la mano. Jonas la aceptó con una pizca de vacilación. No porque el chico fuera un brujo, sino porque era un familiar que le importaba a Harper y Jonas no tenía aún manera de saber si podía confiar en él, si su presencia era parte de un plan para robar de nuevo a Harper. 

—Soy Dane. El hermano de Harper. 

―Encantado de conocerte ―dio la respuesta educada. 

El apretón de Dane fue firme, seco y breve. No mostraba signos de nerviosismo. Jonas no olía ningún engaño, pero aún no podía bajar la guardia. 

Dane sonrió.  

  —¿Bajo estas circunstancias? No realmente ―cambió su sonrisa y su apretón de manos hacia Mick―. ¿Puedo confiar en que la cuidarás? ―preguntó suavemente. 

Jonas miró hacia donde ella se encontraba. Con la cabeza baja y los brazos cruzados sobre el estomago, se la veía tan abatida. Le dolía el corazón verla de esa manera. Se había acostumbrado a las chispas de genio, al cuidadoso interés. 

―Puedes ―respondió en el mismo tono bajo, principalmente convencido por la voz de Dane y su expresión que quería decir que no dañara a su hermana. 

Dane asintió. 

—Bien ―entonces caminó hacia ella y la cogió por los hombros hasta que miró hacia arriba con una sonrisa vacilante―. Tengo que irme. 

―¡No! 

Ella miró a Caleb y Zach y después a Jonas cuando ellos no dijeron nada. Tal vez debería haber interferido, pero no estaba emocionado con la idea de su hermano dando vueltas durante las próximas semanas. Tal vez más tarde, cuando Harper, Mick y él estuvieran seguros el uno del otro. 

Dane le dio una sacudida que hizo que Mick se adelantara agresivamente. 

—Tú perteneces aquí, Harper. Yo tengo un destino diferente. 

Sacó un teléfono móvil de su bolsillo. 

―Toma. Padre no puede rastrear este teléfono. Mi número está programado. 

Ella guardó el delgado teléfono en su bolsillo trasero. Él le besó la frente y se apresuró a salir por la puerta hacia el vehículo dejado atrás por los otros brujos.Saludando una vez más con la mano, se fue. 

Harper se giró y le lanzó a Jonas una mirada llena de acusación, pero se fue a toda prisa sin decir nada. Caleb y Zach le bloquearon el paso antes de que pudiera seguirla. Su mirada estaba cargada de exasperación. 

―¿Qué? 

―Ella es importante para Liza ―dijo Caleb. 

―Lo sé ―no ocultaba su irritación. ¿Creían que estaba ciego? 

Caleb se encogió de hombros. 

—No queremos verla herida. 

Él se giró, entrecerrando los enojados ojos hacia su Alfa. 

—Yo no te digo cómo cuidar de tu compañera. 

Caleb casi no mostró reacción a su agresión.   

  —Ella no está reclamada. Esto es un daño en sí mismo. 

Jonas apretó los puños. ¿Cómo no lo había sabido? Cada día la separación era más dolorosa. Si él dejara la manada, podría llegar a ser soportable, pero no se atrevía a irse. 

―Puedo cuidar de mi mismo ―dijo entre dientes. 

Después de varios segundos, Zach asintió con la cabeza. 

—Atento a lo que haces. 

Entonces ambos, el Alfa y el Beta se giraron y se fundieron con la creciente oscuridad. La mirada de Mick era dura e implacable cuando Jonas se volvió hacia él. 

―Vamos ―dijo Jonas, resignado a lo inevitable―. Vamos a tratar con nuestra compañera.   








Luna Hechizada •  ...A la de dos...Where stories live. Discover now